Gente digital

Su caso es el claro ejemplo de que, como dice el refrán, nunca es tarde si la dicha es buena. Después de años ligado al teatro musical, Maxi Martínez decidió dar un paso adelante y dedicarse plenamente a la música.

¿Qué te ha llevado a dar este paso para iniciar una carrera en solitario?
Yo, en realidad, antes de las artes escénicas, arranqué con la tecnología, es lo que me dio de comer toda la vida,  pero mi pasión desde la cuna fue la música. Hará cinco años o así que pude permitire el lujo de arrancar en el ámbito artístico. Venimos hace aproximadamente tres o cuatro años labrando la tardía  pero nunca mal vista carrera musical.

Fruto de ese trabajo llega el disco 'Inefable'. ¿Cómo ha sido ese proceso?
Llevamos aproximadamente 3 años, dos entre la composición y la producción. Cuando arrancamos, estábamos en otro proceso creativo con Emilio Esteban y con Rafa Sardina, pero un buen día salió la locura y dijimos "venga, vamos a grabar un disco de jazz latino y, además, vamos a hacerlo con la máxima calidad posible". Es una aventura muy loca. Decidimos que Rafa y Emilio lo produjeran, hicimos con 11 temas,  seis de big band y otros cinco de quinteto de jazz. Elegimos el mejor sitio posible y que estaba disponible también, Los Ángeles, para grabar la parte de big band. Luego, perfectamente podríamos haber ido a otro lugar, pero Abbey Road era el mejor, el más icónico, el más bonito y tiramos la casa por la ventana para hacer los 5 temas de quinteto de jazz.

Abbey Road, Eastwest... ¿qué te llevas de esas experiencias?
Yo ya había detectado esa magia de la que habla todo el mundo en Abbey Road cuando fui de visita; ir a grabar es otra categoría, otra liga, fue maravilloso. El feeling que se sentía ya dentro, el estar tocando y tener el lujo de poder terminar de montar uno de tus temas en el piano de John Lennon, con los micros que habían usado los Beatles, tocabas y olía permanentemente a gloria allí adentro. También el sentimiento de ir con grandes músicos referentes del jazz, como Moisés Sánchez, y verlos a ellos disfrutar de esa manera, como niños con juguete nuevo, sientes que está pasando algo importante, queestoy en el lugar que tenía que estar no. Fue maravilloso. Terminamos a componer y de montar uno de los temas allí, todos juntos, en ese mismo lugar donde los Beatles habían estado creando tantas cosas que fue único. La verdad que se denota, se percibe en el disco cuando lo escuchas, los dos sonidos son complementarios, pero diferentes, no suenan igual los temas de big band que los temas grabados en Abbey Road. Quedó un producto final muy curioso y para que la gente disfrute mucho.

Aunque tendrás cariño a los 11 temas, dado que las letras hacen guiños  a vivencias personales, ¿hay alguno que te toque de manera especial?
Es difícil quedarse con uno en particular. Sí que es verdad que los que tocan vivencias personales son los que más te hacen temblar las tuercas cuando estás cantando, y no solo cuando tienes a parte de la familia entre el público, sino cuando no están; creo que pegan más todavía, porque ver a extraños emocionarse con historias tan personales es el punto más satisfactorio. Pensé que había llegado al tope con la satisfacción que genera cantar, interpretar en general, estoy mucho más acostumbrado a interpretar historias de otros que no propias, así que cantar parte de tus entrañas y ver gente emocionándose con eso es único.

Te inspiran artistas como Frank Sinatra. ¿Desde cuándo recuerdas que el jazz está presente en tu vida?
Desde muy chiquito. El gran culpable de eso es mi tío, que tocó jazz, él es el culpable de Paquito D'Rivera, Michel Camilo y Chucho Valdés y demás, lo consumí desde muy chiquito y, a veces, disfrutaba más escuchando solos de piano imposible de Michel Camilo que la canción del verano o el grupo de pop del momento, que era lo que me tocaría para mi edad. Después llegaron referentes como Luis Miguel, que al final es funky, jazz, arreglos de y un prodigio vocal que me llamaron tanto la atención.

'Inefable' se lanzaba en junio. ¿Qué respuesta te está llegando por parte del público?
La acogida está siendo muy buena. Estamos terminando de ver cuál es ese target que lo estás recibiendo mejor. Tanto la gente más adulta, más cercana a lo que podría ser un jazz latino, lo está recibiendo muy bien, pero gente de mediana edad, jóvenes, también lo están recibiendo bien, porque, como suelo decir es jazz pero ha fusionado con otro montón de estilos, lo cual lo hace más cercano o amigable. Creo que va, que está llegando muy bien a todo tipo de público.

Seis de los temas son con big band. ¿Es muy complicado, por cuestiones de logística, que te pueda acompañar esa banda en un concierto?
Evidentemente ya lo pensamos cuando cuando estábamos en el proceso de creación de todo esto, sabíamos que 'Inefable' iba a tener un montón de ángulos posibles de visión. Estamos confeccionando la gira, ya tenemos unas cuantas fechas cerradas y creo que eso también es muy divertido y original,  tenemos desde conciertos en modo trío de jazz, tenemos la media banda, que somos 12 o 14 personas, tenemos la big band completa... es un disco tan flexible y tan maleable que te permite disfrutarlo en todo su formato. Evidentemente con la big band completa es espectacular, pero mucho más complejo a nivel de logística. Sin embargo, hemos hecho ya unos cuantos concierto en modo trío y parece otro disco, estás tocando con piano, bajo y batería percusión, pero la esencia y la frescura de los temas están ahí. Es una experiencia muy loca y estamos buscando de manera proactiva el combinar todos esos formatos, no nos queremos ceñir ni al gran teatro, como en el EDP de Gran Vía, con los 26 artistas en escena, ni al trío de jazz; queremos ir explorándolo todo y que la gente lo vaya recibiendo un distinto formato. De hecho, el 8 de noviembre haremos el Hard Rock Madrid, con un aforo de 250 personas, con un escenario muy pequeño y vamos con formato trío para que Madrid tenga ahora la oportunidad otra vez de verlo.

Desde el punto de vista vocal, ¿qué diferencia el hecho de tener a una big band a un formato más reducido?
Desde el punto de vista vocal no encuentro demasiadas diferencias, la verdad es que lo he 
llevado a cabo y lo he disfrutado más o menos de la misma forma unos que otros. Sí que es verdad que el montaje del show es mucho más íntimo, mucho más desnudo, por llamarlo de alguna manera, cuando vas con un trío, ahí estás menos arropado, digamos que ahí tu voz se convierte en un instrumento mucho más presente, más importante si cabe que cuando hay una big band. Sí que es verdad que el montaje completo, con las cuatro bailarinas y mucha más coreografía, le añaden complejidad a la parte vocal. el desafío es mucho más más grande.

¿Tienes ya ultimados todos los detalles de ese concierto del día 8 en el Hard Rock Hotel?
Estamos terminando de cerrar algún posible invitado de lujo, que caerá, seguramente. Esto es un producto nuevo, un artista nuevo, un disco nuevo y nos han arropado muchos artistas de primer nivel,  que siempre estoy encantado que venga a echarme un cable. Pero el show va a ser la versión íntima y acústica de de nuestro repertorio. Siempre me gusta homenajear a esos autores que me acompañaron durante toda la vida y me dejaron disfrutar de los escenarios, así que tanto en todos los conciertos solemos hacer algún cover, versión jazz de distintos temas. Por ejemplo, en Barcelona hemos hecho temas en catalán, aquí hemos hecho una versión jazz de 'Tacones rojos'. Vamos haciendo pequeños guiños para combinar el disco con algún homenaje de nuestros artistas preferidos.

Hablando del jazz en general, un estilo que tiene tanto trayectoria y que en otros países es poco menos que una religión, ¿qué le falta en España para tener ese reconocimiento y arraigo?
Sí que tenemos en España una cultura de jazz desarrollada, quizás no está lo masificada que a los amantes del jazz nos gustaría; al final, para ver buen jazz, te tienes que aliar con el calendario de festivales que hay en España. En Madrid, por ejemplo y particularmente, no hay tanto festival, sí que está el Festival de Jazz de Madrid, pero es una sola vez al año y luego tienes que apelar a los huecos que les quedan a las grandes estrellas  y pasan alguna noche por Madrid en salas pequeñas, normalmente. De alguna manera, y con toda la humildad lo que voy a decir,  al final apostar por ese género que no es tan popular o tan masivo, pero de tanta calidad y tan implantado en otras geografías, intentamos aportar un granito de arena, a través de la fusión del jazz con otros estilos más populares, como pueden ser salsa, bachata, merengue o incluso algún tema con pincelada pop. Ese es nuestro intento  de decir "señores, que se puede que se puede cambiar de tonalidad siete veces en un tema y además hacerlo cercano, que llegue al gran público". Eso es también lo que hemos buscado 
en este en este proyecto.

Esta carrera musical prácticamente acaba de iniciarse. ¿Adónde te gustaría llegar?
Siempre me lo preguntan digo que, en ese sentido, soy un artista fácil. Yo no pretendo estar en los primeros puestos de las listas, sino tocar, llevar mi música al máximo de lugares posibles y seguir sacando discos. Tampoco me obsesiono con eso, acabamos de sacar un disco y creo que tiene mucho recorrido, mucho mucha trayectoria por delante.

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