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Pastora Soler: "Tras participar en Eurovisión el público empezó a reconocerme de otra manera"

La artista de Coria del Río pone el broche a su gira ‘Libra' con un concierto en el WiZink Center este domingo 22 en el que adelanta que "habrá sorpresas". Asegura que tanto el disco como esta serie de actuaciones han cumplido todos los objetivos.

Archivado en: entrevistas, cultura, música, Pastora Soler

"Gracias a temas como ‘Rascacielos’ me llegan historias maravillosas"

Francisco Quirós Soriano
20/10/2023 - 00:33

Entre promociones y conciertos, los últimos años de Pastora Soler han generado numerosos momentos para el recuerdo, pero también dejan un peaje en forma de cansancio. Por eso, la artista de Coria del Río asegura que el concierto del WiZink Center de este domingo será el final de un ciclo. De estos últimos años y de su trayectoria habla en esta entrevista.

La gira empezó en Barcelona en el mes de marzo. ¿Qué balance hace?
La verdad es que estoy muy feliz, muy contenta. Hemos estado en sitios maravillosos, empezando en Barcelona. Además, tuve un concierto muy especial en mi pueblo, en Coria del Río. La gira ha pasado por sitios tan espectaculares como la Plaza de España de Sevilla dentro del Iconica Fest, el Teatro Romano de Mérida... muchos sitios especiales y con mucho significado que tendrán como colofón este concierto de Madrid. Va a ser una cita importante cerrando un ciclo. Haciendo balance creo que todos, después de la pandemia, hemos salido de gira de manera ininterrumpida, teniendo disco o sin él, en mi caso presentando el álbum 'Libra'. Esta etapa ha sido muy intensa, emocionante y gratificante, pero como ha tenido un ritmo tan frenético hay que saber parar un poco, yo, además, esa lección la tengo muy aprendida. Han sido casi tres años sin parar.

¿Qué se va a encontrar el público que vaya al WiZink Center?
Esta gira, como decía, está siendo muy especial. La gente sale feliz y contenta porque hay muchos momentos para todo. Como en este disco, 'Libra', muestro todas mis facetas, en el escenario, más que en ningún otro sitio, tengo que mostrar a todas las Pastoras que la gente conoce y que espera en directo, todas están ahí, pero con un hilo conductor muy uniforme, de una manera natural. En Madrid habrá sorpresas. Los conciertos en Madrid siempre son muy especiales, el WiZink Center es un sitio increíble. Va a ser un día especial.

Aunque todos los conciertos tienen su importancia, ¿cómo se prepara, física y mentalmente, para un concierto como este?
Físicamente me preparo para toda la gira, especialmente en el aspecto vocal, sigo dando clases semanalmente de entrenamiento vocal y hago deporte, todo para estar preparada en cuerpo y alma. Después de casi toda una gira entera no están esos nervios del comienzo, la incertidumbre de saber si funcionará o no, aquí ya sabemos que esto funciona, por lo que hay muchas ganas de recoger los frutos en Madrid. Madrid es una plaza muy agradecida. Quizás hay más ilusión y motivación que nervios.

'Libra', que es el nombre del disco y de la gira, representa equilibrio y armonía. Desde el punto de vista profesional y artístico, ¿considera que está en un momento libra?
La verdad es que sí. Este disco ha sido una declaración de intenciones. Desde mi parón, cuando retomé todo, es clave para mí el equilibrio, balancear, que todo esté en mi orden que, aunque sea un poco caótico, es mi orden. Ha sido una gira del equilibrio, de la belleza, de la elegancia. Ahora los que hacemos discos somos raros y me llama la atención que el repertorio del álbum ha estado casi íntegro, hay veces que cuando salimos de gira vas quitando temas. Aquí no, la gente lo ha acogido así, y eso, para mí, es un logro y un triunfo que la gente lo cante y lo sienta. Puedo decir que tengo todos los objetivos cumplidos con la gira y con el disco.

Hablando de esa buena acogida, este álbum era el número 13 de su carrera, se puede dejar decir las supersticiones a un lado...
Totalmente. En un momento en el que me pasaron muchas cosas dejé las supersticiones de lado, al contrario, me daba buena vibración que fuera el disco número 13.

Uno de los temas que mejor acogida ha tenido es 'Que hablen de mí'. ¿Nota esa comunión con el público cuando lo interpreta en directo?
Ese tema en directo es muy especial. Es una canción con muchas lecturas, sobre todo en relación a libertad en el amor, pero desde que empecé a cantarla hay una dedicatoria especial para el colectivo LGTBI. La gente lo acoge todavía con más cariño e ímpetu.

Otro de los temas es 'Rascacielos'. ¿Se puede definir como un himno a la resiliencia?
Sí, desde luego. De hecho, en cada concierto ha sido especial. Siempre cuento que habla de una situación por la que yo he pasado; muchas veces le cantamos al amor o al desamor, a historias que, afortunadamente, no te pasan, pero quizás 'Rascacielos' ha sido el tema más autobiográfico de todos los últimos que he hecho. He puesto muchísimo empeño, mucho mimo, tanto en su composición como en su producción. Cuando ves que eso llega a la gente, es maravilloso, porque al final es el objetivo. Hago mucho hincapié en la salud mental, en que todos nos caemos pero que también somos capaces de levantarnos, tenemos que creer en nosotros mismos. Gracias a esta canción me llegan historias maravillosas, como gente que se ha levantado de un mal momento. No hay cosa más poderosa y gratificante que eso.

¿Nota que es más sencillo hablar ahora de salud mental que hace unos años?
Sí, creo que algo se ha avanzado. Me siento muy orgullosa de haber puesto mi granito de arena a la hora de intentar hablar sin tapujos y normalizar que uno esté mal. Pero todavía hay mucho por hacer, como en tantos caminos que aún debemos recorrer. Afortunadamente se va hablando con más naturalidad de la salud mental.

Una de las canciones con las que cierra los conciertos de su gira es 'Del cielo a mi corazón'. ¿Qué se siente al interpretar en directo un tema tan especial a nivel personal?
Es difícil, por eso está la última. Uno sigue teniendo sus miedos, cada concierto es una responsabilidad. Para mí, mi religión y mi energía vienen del cielo y, desde el principio de cada concierto, busco todo ello ahí. Es muy bonito cuando le pido a la gente que se lo dediquen a esas personas que todos tenemos allí arriba, el público lo vive, es una fiesta bonita y llena de luz, no de tristeza. Es muy emocionante, siempre me coge un pellizquito, incluso ha habido días que no he podido cantarla del todo, pero el público me ayuda. Al igual que 'La mala costumbre' ya es algo superado, siempre la canto con entereza.

¿Es difícil contener esas emociones cuando se está encima de un escenario?
La verdad es que sí. Te das cuenta de que hay días en los que estás fuerte y otros en los que, en cambio, no sabes por qué pero tienes cierta debilidad. Por supuesto que hay días en los que me cuesta. Creo que no hay cosa más valiosa en esto que ser natural, incluso hay días en los que yo cuento, cuando voy a cantar 'La mala costumbre' o algún otro tema emotivo, que estoy más sensible y el público me ayuda. No hay mejor cosa que mostrar tus debilidades y ver que la gente empatiza contigo, cómo te agarra y cómo te lleva. Se aprende de todo eso.

Hace once años que participó en Eurovisión. ¿Qué visión le queda?
Cuantos más años pasan y más espacio hay, más valor le doy a ese momento. Quizás cuando estaba metida en aquella vorágine, todo fue muy rápido: te llevan, te traen, las opiniones de la gente... Al final para mí el objetivo de aquello fue seguir dando pasos, fue un punto de inflexion y el público lo sigue recordando con mucho cariño. Sirvió para darme a conocer en un tipo de canción que quería hacer y que quizás la gente aún no me ubicaba. El público empezó a reconocerme de otra manera y quizás fue uno de los momentos más emocionantes de mi carrera. Fue un acto de valentía, gracias a pasos como ese uno sigue estando aquí, con lo difícil que se ha puesto todo. Por eso hay que dar gracias.

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