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Poner el punto y final a una trayectoria que se extiende por más de 50 años siempre es doloroso, especialmente cuando se comprueba que la esencia sigue intacta. Sin embargo, Les Luthiers ha decidido que es el momento de bajar el telón de forma definitiva y, para ello, el grupo argentino brinda una gira de despedida que promete ser inolvidable, de la mano de ‘Más tropiezos de Mastropiero'. Hablamos con uno de sus integrantes, Tomás Mayer-Wolf.

'Más tropiezos de Mastropiero' supone la gira de despedida de Les Luthiers. A la alegría de estrenar un nuevo espectáculo, ¿se suma la tristeza de decir adiós al público?
Sí, efectivamente, hay una parte de sentimientos encontrados. Venimos con esta gira desde comienzos de año. Por un lado estamos muy contentos con el resultado del espectáculo porque desde lo que estrenamos en noviembre en 'nuestra' Rosario la recepción del público ha sido fantástica. Además, estamos muy contentos también porque es un espectáculo nuevo, tras muchos años sin haber escrito material nuevo Jorge y Carlos lo escribieron. Por supuesto también hay una parte de tristeza por la despedida, no sólo entre nosotros sino que también se siente en las funciones entre el público esa mezcla de emociones. Por ahora pensamos en esta gira, no queremos poner la cabeza en la despedida sino en disfrutar de todo lo que resta y, por ahora, se nos viene esta gira por España que siempre nos hace mucha ilusión.

Lleváis muchos años de trayectoria pero, ¿el hecho de ser una gira de despedida hace que haya un poco más de nervios antes de salir al escenario?
No sé si nervios, sí la emoción de saber que es esta gira la última por España después de tantos años de Les Luthiers y también míos, en lo personal llevo 8 años con el grupo. España, para nosotros, es nuestra segunda casa, es esa gira que, más allá de Argentina, disfrutamos tanto y el público nos recibe con los brazos abiertos. Sí es un disfrute, y saber que es la última vez que vamos a estar aquí, en España, obviamente genera algo de tristeza. Nervios quizás no porque ya tenemos el espectáculo muy rodado y estamos muy contentos con él.  

Efectivamente es el primer espectáculo en años, antologías aparte. No habéis parado, ni siquiera durante la pandemia. ¿Disfrutáis ahora un poco más de estas actuaciones?
Sí, la verdad es que todas. Venimos el mes pasado de estar en México, Ecuador y Colombia y el público nos recibe con tanto entusiasmo, tanta efusividad, que se disfruta muchísimo. El público sigue acompañando a Les Luthiers pese a todo lo sucedido, con dos años de pandemia incluidos, todas las pérdidas que tuvo el grupo en los últimos tiempos, como las de Daniel Rabinovich y Marcos Mundstock... El grupo sigue vigente. Carlos López Puccio y Jorge Maronna, los dos históricos, han tenido la valentía y la fuerza para seguir, pese a todo, y lo agradecemos profundamente porque la verdad es que hoy el grupo tiene un espectáculo maravilloso, con mucha vitalidad, y nos dan ganas función tras función, gira tras gira. Lo que estamos haciendo ahora está muy en la línea de lo que ha sido Les Luthiers. Más allá de que es una agenda muy cargada de funciones, este espectáculo nos da mucha fuerza y muchas ganas.

¿Cuánto tiempo, más o menos, os ha llevado preparar 'Más tropiezos de Mastropiero' antes de llevarlo a los escenarios?
¡Ufff! Mucho tiempo. El show comenzó a probarse en el 2019, hace casi cuatro años, antes de la pandemia. Los espectáculos de Les Luthiers duran tres años y Jorge y Carlos, después de hacer tres espectáculos antológicos, decidieron escribir algo nuevo. Nosotros vamos probando esas obras durante las giras, es decir, en los espectáculos anteriores ya probamos alguna obra que ellos escriben y previamente ensayamos para meterlas sin que el público lo sepa. Así empezamos en 2019, viendo cómo reaccionaba el público, qué chistes funcionaban y cuáles no. Luego vino la pandemia. Carlos y Jorge dicen que, más allá de todo lo malo que tuvo, tuvieron tiempo para sentarse, escribir, pulir y terminar esta idea que habían tenido de 'Más tropiezos de Mastropiero'. Estamos felices porque mucha gente nos dice que es el mejor espectáculo que ha visto. Es un lindo broche de oro para la historia de Les Luthiers y Mastropiero, es un espectáculo que encarna a través de una entrevista a este personaje que ha estado tan presente en los relatos de Les Luthiers. También tiene un final que, sin caer en 'spoilers', redondea esa maravillosa historia.

¿Cómo de difícil es trabajar en un espectáculo nuevo sin caer en la sensación de que es algo que ya habéis hecho previamente?
Ese es el desafío de escribir un espectáculo nuevo y creo que también fue una de las razones por las que tanto Carlos como Jorge dejaron de escribir por casi 15 años. Es muy difícil tras 50 años de carrera escribir algo nuevo y traer material y temáticas humorísticas, llega un momento en el que se hace difícil. Por suerte han tenido el coraje de escribir algo nuevo porque como Les Luthiers no hace el humor con las tapas de los periódicos ni con temáticas en boga, sino que parodia estereotipos de personajes, creo que encontraron algunos puntos para hacer humor que sí están muy vigentes pero también parodiando. Han logrado escribir un libreto que está muy vigente y que mantiene la esencia y la línea del humor de toda la historia de Les Luthiers.

En tu caso, naciste en 1982. Ya entonces Les Luthiers tenía un gran bagaje. ¿Recuerdas cómo fue tu incorporación al grupo?
Sí, claro. No surgió de mí sino de Lino Patalano, nuestro histórico agente, con quien yo ya había trabajado en otros espectáculos. Cuando Daniel Rabinovich enfermó y no estaba pudiendo hacer las funciones, 'Tato' Turano y Martín O'Connor, quienes eran los reemplazantes hasta ese momento, pasaron a ocupar el lugar de Daniel y el grupo salió a buscar nuevos reemplazantes. Lino me llamó para ver si me interesaba hacer el casting. Nunca lo había pensado. Soy actor y músico, pero ser parte de Les Luthiers es algo impensado, no sé te ocurre, era un grupo muy establecido, con integrantes estipulados, uno nunca sueña con ello. Cuando me llamó Lino me sorprendió. Fue una gran sorpresa tanto el llamado como el hecho de que me aceptaran. Cuando ingresé era joven, tenía 32 años, había una diferencia de edad muy grande, pero me aceptaron rápidamente, fueron muy amables en el trato y en la aceptación. Fue un honor y es un privilegio ser parte de la historia de este grupo tan importante, no sólo en América Latina sino también en España.

¿Cómo es trabajar con Carlos López Puccio y Jorge Maronna?
Es un privilegio estar tan cerca de ellos, dos personas que admiraba tanto de chico, lo veía como una cosa lejana por una cuestión de idolatría, de fanatismo por un grupo tan emblemático como Les Luthiers. Yo soy más músico que actor, pero ellos dos siendo tan grandes músicos, además de compañeros, amigos, poder tener una escena con ellos es un gran privilegio; uno aprende mucho estando al lado de ellos, no sólo musicalmente sino también en el plano humano. Además, también se aprende una manera de trabajar, ellos han hecho una escuela con Les Luthiers, han formado a técnicos y artistas. Esa forma de trabajar hace que un grupo pueda estar vigente durante tantos años, para ello se necesita una conducción, un liderazgo, una manera de trabajar de excelencia. Eso lo han logrado ellos no sólo encima del escenario, sino también detrás. He aprendido muchísimo con ellos estos años.

Por ello, además del orgullo de haber formado parte de Les Luthiers también te llevas un aprenzidaje profesional...
Sí, por supuesto. Esa faceta de humor la tenía muy poco explorada, mi profesión me ha llevado más a ser músico, pero esa experiencia es impresionante. Estar en un lugar como Les Luthiers me ha servido para conocer personas fantásticas, he viajado por todo el mundo, he conocido mucho de lo que es el oficio y la profesión, así que me siento muy agradecido. Estuvimos ahora en Colombia haciendo una función para 9.000 personas y fue impresionante el recibimiento por todo lo que Les Luthiers les ha dado a ellos, a sus padres, a sus abuelos, cómo ha pasado de generación en generación, cómo ha cambiado humores en la familia, ha modificado vidas... Es algo que ha tocado a mucha gente en todo el mundo, ha trascendido, ha sido parte importante de diferentes generaciones.

¿Qué recuerdo tenéis de España en general y de Madrid en particular?
Un recuerdo fantástico. España es como una segunda casa para Les Luthiers, han ido muchos años allí y tuvimos la suerte de estar en cada rincón de ese país maravilloso. Los espectáculos de Les Luthiers giran por toda España, un país que yo conocía antes de estar en el grupo y en 8 años he conocido casi todo el país. España es maravilloso, no solamente por lo que comemos (entre risas), sino porque la gente en todos los lados nos reciben de forma fantástica. Madrid es una ciudad increíble, espectacular, muy cultural, con mucha vida, cada función es como hacerla en Buenos Aires, en nuestra propia casa. Así que extrañaremos mucho estas giras, pero ahora tengo mi cabeza puesta en esas primeras funciones, trataremos de disfrutar todas y cada una de ellas.

Ahora miráis al presente, pero pensando en el futuro, ¿cómo os gustaría que se recordara a Les Luthiers?
Como se recuerda hoy. Les Luthiers, más allá de que es un espectáculo teatral y que hay que verlo en directo para realmente saber de qué se trata, ha trascendido diferentes generaciones y será recordado por un producto que ha hecho un humor único, un uso del lenguaje único, una combinación entre excelencia musical y humor sano y familiar. Hoy por hoy no hay ningún producto similar. Esperamos que la gente siga viendo los vídeos en Internet y siga mostrando a sus hijos y nietos lo que ha hecho Les Luthiers.