Gente digital

Cuando un grupo se dispone a lanzar su quinto disco de estudio suele apelarse a la madurez, un concepto que puede parecer manido, pero que en el caso de Nunatak refleja a la perfección la esencia de su nuevo álbum, tema central de esta entrevista con Adrián Gutiérrez (guitarra, ukelele y voz) y Álex Dumdaca (batería, percusión y voz).

Ya habéis publicado este nuevo disco, 'Nunatak y la isla invisible'. ¿Qué sensaciones tenéis?
Álex Dumdaca: Cómo hemos hecho un poquito de lanzamientos de singles, de adelanto por goteo, ya hemos ido calibrando un poco a la temperatura y parece ser que la gente tiene ganas y ha ido gustando además. Los tres singles han sido de su padre y de su madre; uno es más cañero, otro más intenso y un tercero más íntimo. A la gente parece que le está gustando, los 'haters' no nos escriben mucho.

Dice el refrán que no hay quinto malo. ¿Cómo definirías este nuevo álbum?
Adrián Gutiérrez: Creo que es el disco que hemos afrontado desde un punto de vista más maduro, obviamente por el paso del tiempo, pero también porque estamos en momentos de nuestras vidas personales y laborales diferentes, ha costado mucho encontrar el tiempo para componerlo y para y para grabarlo. Después de dos discos anteriores en los que estábamos en un sonido quizá más dentro del del ámbito del indie nacional, nunca nos hemos sentido cómodos con esa etiqueta, hemos querido desmarcarnos por completo a nivel de estética, de sonido y de composiciones, e intentar hacer algo más personal, más auténtico y de ahí el hecho de contactar con Paco Loco (productor), sabemos que es un referente en lo que a sonido fresco, punk, y no necesariamente en cuanto al estilo musical, sino en la manera de hacer las cosas, sin estar tan atento a la pulcritud y al megadetalle, al perfeccionismo. Creo que hemos conseguido un sonido y unas canciones muy auténticas, muy de verdad. No sé si es de los discos que más orgulloso estoy al terminarlo, pero estaría quizás en el top-2.

Álex Dumdaca: Yo siempre estoy orgulloso a la hora de acabar un disco, sobre todo porque es un proceso súper personal en el que te entregas a tope, hasta que no estamos a gusto no paramos. En ese sentido, todos los discos han sido así, lo que pasa es que este ha sido un disco más personal. En otros discos se ha hablado de lo que a lo mejor se ha observado hacia afuera y en este disco creo que hay mucho más de observar hacia adentro y a las propias vivencias, esto también hace que sea más sincero.

Se suele abusar mucho de la etiqueta de 'el disco más maduro'. Después de 10 años de trayectoria y siendo el quinto álbum, ¿podemos decir esto sin caer en ese concepto tan manido?
Álex Dumdaca: Supongo que es la evolución normal.

Adrián Gutiérrez: Como dices, es un tópico, pero por otro lado parece lógico pensar que el quinto sea el más maduro. No sé cuáles son las lógicas detrás de todo eso, pero sí que es cierto que en este por, por las temáticas que tratamos y por cómo las hacemos, creo que se alejan de los efectismos y de la búsqueda de agradar. Desde ese punto de vista sí que hay cierta madurez.

El primer adelanto fue 'Cierra al salir'. ¿Es un mensaje de calado social?
Adrián Gutiérrez: En este disco hay dos tipos de canciones, unas más retrospectivas porque cumplimos diez años y nos apetecía hacer un poco de revisión y otras que hablan de la sociedad en la que vivimos y los males que percibimos, desde la ansiedad a la que se nos aboca día a día a través del trabajo, redes sociales... estar todo el puto día de un móvil, un ordenador o la televisión genera una ansiedad de la que hablamos en 'Cierra al salir'. Hay que intentar medir, sé que es difícil, todos tenemos mucho enganche con el móvil, pero sé es más feliz si se para un poco, se relaja uno y reflexiona.

Sabiendo que es muy malo para nuestra salud mental, ¿por qué seguimos empeñados en este modelo?
Álex Dumdaca: Porque es una droga y porque ofrece recompensas inmediatas, pequeñas y falsas que hacen que quieras seguir adelante, es la zanahoria delante del hocico.

Adrián Gutiérrez: Las maquiavélicas mentes que hay detrás de todo eso saben que estamos diseñados para que nos guste, para enganchar. Es muy difícil salir de ahí, pero hay que educar la fuerza de voluntad  que es algo que te puede dar éxito y felicidad en tu vida. Postergar la recompensa es poderoso; si aprendes a hacerlo, te va a ir mejor en la vida, vas a tolerar mejor la frustración y te vas a deshacer de esa ansiedad. Estamos jodidos, ahora que soy padre, no sé cómo lo voy a gestionar con mi hijo.

Hablemos del segundo single, 'Lento y sucio'. Efectivamente es más lento que el anterior, ¿refleja esa mayor paleta musical que tenéis con el paso del tiempo?
Adrián Gutiérrez: La letra habla de una suciedad buena, de sexo, de dejarse llevar en ciertas relaciones y de nostalgia. Hay relaciones que se acaban pero nunca mueren del todo. A nivel de sonido es muy diferente del anterior single, como grupo nos cuesta mucho mantenernos en un estilo, no podemos parar quietos, sale así, no es algo que busquemos. 'Lento y sucio' se puede parecer más a canciones del disco anterior, como 'Hijo de la tierra', temás más guitarreros, más grunge. Personalmente es de las canciones que mejor feedback he recibido de la gente, tanto de mi entorno como de los seguidores. Ha quedado un sonido que me enamora.

La palabra nostalgia está muy presente en 'Sigo corriendo', el tercer adelanto. ¿Os definiríais como nostálgicos?
Álex Dumdaca: Creo que sí. La nostalgia tiene un punto positivo y otro negativo; si vives en el pasado todo el rato y echas de menos lo que tenías y valorar poco lo que tienes, es negativo, pero a veces ser consciente de que estás en un lugar porque vienes de un sitio concreto y eres quien eres porque las vivencias que has tenido te han esculpido hasta convertirte en lo que eres, todos tenemos una mochila y no tiene por que ser mala. La canción me emociona un montón, la gente puede conectar con ella porque habla de cosas que todos, de una manera u otra, hemos vivido. La vida sigue pasando y tienes que seguir adelante, mirar atrás no tiene que ser malo necesariamente.

Otro tema destacado es 'Sopla las velas'. He leído que la definen como 'focus track', ¿es la que mejor define el álbum?
Adrián Gutiérrez: Es difícil responder a eso, creo que cada uno de nosotros tendría una respuesta diferente. Cambiamos a falta de dos semanas una idea que teníamos de lanzar 'Sopla las velas' como tercer single y lo modificamos por 'Sigo corriendo'. Tuvimos como una revelación. Es la canción más festivalera del disco.

Álex Dumdaca: Junto con 'Cierra al salir', que tiene un tempo mayor, es más rápida, tiene un punto de saltar. Es la más positiva.

El 21 de abril está programado un concierto en Lula Club. ¿Os vais a ceñir a este disco o va a haber espacio para éxitos anteriores?

Álex Dumdaca: La idea es tocar todo el disco, probablemente se queden como mucho una o dos canciones fuera, pero luego queremos repasar canciones anteriores. Son cinco discos, más un EP, colaboraciones y singles sueltos... Creo que llevamos casi 70 canciones publicadas, así que tienes que dejar muchas cosas fuera, no puedes tener a la gente cinco horas de pie. Es jodido dejar cosas fuera.

Adrián Gutiérrez: Y esto en una sala, cuando lleguen los festivales, donde tienes menos tiempo, va a ser duro. Las canciones son como hijos, es difícil decirle a una que no juegas con ella.

¿Cómo de complicado es elaborar un setlist con una trayectoria más o menos amplia?
Álex Dumdaca: Solemos fijarnos en la gente para la que vamos a tocar y el entorno, intentamos concebir el concierto como un espectáculo que debe ir hilado, muchas veces estamos buscando la energía de cada momento para que todo fluya y alternar momentos íntimos con otros de subidón.

Venís de la Región de Murcia, al igual que grupos como Second, Varry Brava o Arde Bogotá. ¿Se puede hablar de una escena musical murciana?
Adrián Gutiérrez: Sí, totalmente. Cuando estuvimos con el segundo disco haciendo promoción ya se hablaba de qué estaba pasando en Murcia, nos preguntaban por toda España. Ya ha pasado la fase de anecdótico para ser una realidad. Arde Bogotá ya es una generación diferente a Viva Suecia, Varry Brava o nosotros, Second es incluso anterior. Ya es una cosa intergeneracional que ha venido para quedarse. Al igual que en su época Granada fue la gran exportadora de música en los años 90, Murcia ahora mismo no tiene ninguna ciudad que la iguale. Nosotros estamos muy orgullos, por supuesto.

Se suele decir que es más difícil abrirse paso cuando un grupo no es de Madrid o Barcelona. ¿Habéis sentido estas dificultades?

Álex Dumdaca: Cuando estás en Madrid te enteras de todo, sales a tomar unas cañas y acabas conociendo a todo el mundo importante. Una cosa lleva a la otra y, efectivamente, hace que entres en más sitios. A nivel geográfico, estar en una esquina del país, solo en gastos de gasolina ya tienes más dificultades.

Adrián Gutiérrez: Es tal cual. Una vez tocamos en Canarias y coincidimos con un grupo de allí y nos decían que estaban jodidos, tienen pocos sitios donde tocar. A nosotros ir a Galicia nos supone un dinero, y a un grupo gallego venir a Murcia le pasa lo mismo. Con todo, lo más importante es el networking, venimos de promoción dos días y nos pasan 40 cosas, si estuviéramos todo el tiempo...

¿Cómo de grande es el peldaño que separa a una banda que se dedica a la música de forma profesional y a otra que lo hace casi por afición?
Álex Dumdaca: Creo que hay tres peldaños. Primero está cuando te dedicas a ello como un hobby y estás tan lejos de ser profesional que casi te da igual. Luego están los de arriba, que viven de ello, y en medio, donde estamos nosotros, que te quedas a medias. El nivel de ocupación y de metas es muy superior al de alguien amateur, pero pasar al primer escalón es mucho más difícil. Si miras a los últimos años, hay una especie de endogamia en los cabezas de cartel de los grandes festivales, a lo mejor se reduce a 30 grupos, que son los que viven de la música, todos los demás son letra pequeña.

Adrián Gutiérrez: Hay muchísima desigualdad en España, la industria es pobre, hay muy poco hueco para todos porque no hay músculo. En otros países, una banda como la nuestra estaría viviendo de esto, tocando en un circuito de salas mucho más grande, la gente va, paga su entrada, compra discos y camisetas, aquí no hay eso y la pandemia acabó de matar lo poco que había, el circuito de salas está herido de muerte. Nosotros somos un poco raros, los que están en el segundo escalón duran poco, es muy complicado mantener familiares, grupo y trabajo. Por eso se dura poco, o subes para arriba o acabas bajando a ese peldaño más amateur.

¿Cuál sería el escenario donde le gustaría tocar a Nunatak?
Álex Dumdaca: Estuvimos hace unos años en el BBK y nos encantaría volver, por el sitio, por las bandas que tocan allí. Tocaríamos solo por unas cervezas. El trato a los artistas es espectacular.