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Bruno Gagliasso: "Siendo actor no puedo estar del lado del opresor"

El intérprete brasileño aparece en el reparto de la segunda temporada de ‘Operación Marea Negra', disponible desde este viernes 10 en Amazon Prime Video. Se muestra muy crítico con el expresidente Bolsonaro.

Archivado en: entrevistas, cultura, cine, Bruno Gagliasso

Bruno Gagliasso

"Si me llegan oportunidades no es por haber estado en producciones internacionales, sino por hacer buenos personajes"

F. Q. Soriano
09/2/2023 - 16:17

Llevaba mucho tiempo demostrando sus cualidades interpretativas en su país natal, pero el auge de las plataformas también sirve para que el público español descubra el talento de Bruno Gagliasso. El actor brasileño dejó su tarjeta de presentación en ‘Santo' y ahora vuelve a asomarse a nuestras pantallas de la mano de la segunda temporada de ‘Operación Marea Negra' (Amazon Prime Video) que se estrena este viernes 10 de febrero.

Este viernes 10 se estrena la segunda temporada de 'Operación Marea Negra'. ¿A qué Bruno Gagliasso se va a encontrar el público en esta serie?
A un Bruno terrible, un tipo que es muy malo, real, de los que hay muchos en Brasil. Se trata de un personaje que ha estudiado, habla español e inglés, pero que hace cosas realmente malas, ya que es un empresario del narcotráfico. Es una participación que tengo mucho orgullo de hacer porque cuando pensamos en un narco brasileño tendemos a creer que es un tipo que anda en las favelas y que no tiene estudios, pero este no es así. Parece encantador, pero es malo. Me ha gustado encarnarlo porque no es un personaje obvio. Cuando me ofrecieron el papel me quedé encantado, ya que también suponía volver a Madrid, una ciudad que me fascina.

¿Ha sido difícil dar vida a este personaje?
Estaba haciendo otra serie para Netflix, 'Santo', así que cuando me propusieron participar en 'Operación Marea Negra 2' me pillaron aquí, en España. Pedí primero leer el guion porque no me comprometo con nada de lo que no me haya enamorado. Cuando lo leí, me encantó, es una participación pequeña pero fuerte. La preparación fue maravillosa. Me ayudó Fátima Toledo en Brasil, con ella ya trabajé en 'Marighella' y 'Santo'.

¿Sientes que estas series de Netflix te estén abriendo más puertas a nivel internacional?
Creo que sí, pero no por ser producciones internacionales, sino por hacer personajes buenos e interesantes. No tengo ganas de desarrollar una carrera que me lleve a Hollywood, no tengo ese sueño, sino el de dar vida a buenos personajes, personajes que me hagan pensar.

Has actuado en 'thrillers', comedias, novelas... ¿En qué registro te sientes más cómodo?
Me gustan los tipos fuertes, los papeles viscerales. Me encanta que mis personajes puedan discutir sobre política o sobre asesinatos, sobre la vida, porque ser actor es hacer política, ser actor supone dialogar y gestionar, claro que también es hacer reír a la gente, pero lo que me encanta es hacer al público pensar.

Además de actor eres productor. ¿Cómo surgió esa faceta?
Surgió de una manera muy natural. Empecé a partir del propósito de hacer buenas historias, como llevo siendo actor desde hace mucho tiempo, me gusta trabajar con personas que admiro y respeto, tanto directores como actores, así que un proceso muy natural y normal. No se trata de dividir cuándo soy actor y cuándo productor, todo va unido, los actores somos un poco de todo.

¿Te ves, entonces, dando el salto como director?
Sí, me veo mucho haciendo eso. Muchos amigos me han propuesto dirigir alguna película, el problema es que no tengo tiempo. Para dirigir debes ser como un maestro: hablar con los productores, los actores, el equipo de rodaje... Necesito tiempo para todo ello y ahora mismo no lo tengo, porque, entre otras cosas, tengo tres hijos y, además, tengo varias producciones en proceso, pero, quién sabe si dentro de cinco o seis años daré ese paso y empezaré a dirigir.

Al margen de 'Operación Marea Negra', ¿qué otros trabajos tienes ahora mismo pendientes?
Estoy en una producción, también para Netflix, llamada 'Candelaria', sobre un episodio terrible que aconteció 30 años atrás en Brasil, con varios policías matando a decenas de niños y adolescentes que vivían frente a una iglesia. Creo que se estrenará en julio, es una serie de denuncia sobre una historia que será siempre una mancha para Brasil.

¿Hay algún papel o personaje que te gustaría representar?
¡Un español! (entre risas). Necesito practicar un poco más el español, pero sí que me gustaría encarnar a alguien que, aunque no sea necesariamente de aquí, sí que hable este idioma, sería maravilloso.

Una vez recibiste un premio en Los Ángeles. ¿Te llegaste a plantear entonces hacer carrera en Estados Unidos?
No. Me llamaron, pero no pude ir a recogerlo, así que ni asistí a la ceremonia, fue por Internet. No tengo ganas de ir a Estados Unidos, pero sí de trabajar con Almodóvar o Tarantino. Me gusta más España.

¿Da un punto de satisfacción el hecho de poder contar hechos históricos de tu país natal?
Eso es. Soy brasileño, me siento orgulloso de ello y las series que hago aquí encarno a personajes brasileños, es algo maravilloso. En Brasil siento que hay alegría por que yo trabaje en España y haga esa especie de conexión entre ambos países, eso me encanta.

Tu faceta como actor no impide que estés muy involucrado en diferentes causas. Como socio de Greenpeace, ¿cuál es el problema medioambiental que más te preocupa?
La masacre, el genocidio que se está llevando a cabo contra indígenas en Brasil. Es muy grave. Empezó hace cuatro años con Bolsonaro en el poder, y ahora estamos tratando de hacer lo posible por cambiarlo. Bolsonaro está en Estados Unidos con miedo de volver porque sabe que es un criminal, que es un genocida. Lo que más preocupa en Brasil ahora mismo es el futuro de los yanomamis, necesitamos mucha ayuda de todo el mundo, tenemos que cuidar de nuestro pueblo.

Has sido muy crítico con el Gobierno de Jair Bolsonaro. En España, cuando un actor se posiciona políticamente muchas veces genera críticas de gente que no es afín a esas ideas. ¿Temes que en Brasil pueda ocurrirte algo similar?
Yo soy actor, nosotros hacemos denuncia y arte. Si uno no se posiciona, ya está posicionado; si uno se calla, está en el lado del opresor. Como actor no puedo estar al lado del opresor, sino del lado de los oprimidos, si no, no haría arte.

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