La autora, especialista en crecimiento personal, publica un nuevo libro, ‘Recupera tu poder', en el que da pautas para liberar la mente y disfrutar de una vida plena.
Archivado en: entrevistas, crecimiento personal, Rut Nieves
F. Q. Soriano
07/10/2022 - 00:21
Solemos situar al mes de enero como el periodo ideal para los nuevos propósitos. Sin embargo, muchas teorías apuntan a que la etapa más propicia es el arranque del nuevo curso, una idea que comparte Rut Nieves y que ayuda a alcanzar a través de su nuevo libro, 'Recupera tu poder' (editorial Planeta).
Después de cuatro libros anteriores publicas 'Recupera tu poder'. ¿Qué te ha llevado a ello?
Este libro comenzó a aflorar en medio del confinamiento. Era un momento en el que me sentía, como todos, privada de libertad, sentía que no tenía claridad sobre hacia dónde quería seguir creciendo profesionalmente. Eso me llevó a hacer una búsqueda de qué estaba pasando. Al no poder salir de casa, me creé una disciplina para poder sentirme bien teniendo en cuenta las circunstancias que nos rodeaban; el confinamiento lo viví sola, en un piso de 44 metros cuadrados. Ese trabajo corporal me llevó a reconocer con mi cuerpo de una forma que no había hecho nunca y a comprender una serie de aprendizajes que, en el día a día, no había afrontado; el hecho de no tener escapatoria, me llevó a hacer un trabajo muy profundo que sentí como el cierre de estos cinco libros. Me pregunté qué había en mí para sentir que me habían quitado la libertad, la respuesta eran determinados pensamientos, experiencias que no había aceptado y unas creencias sobre aquello que no podía hacer. El aprendizaje que he realizado con este libro es que cuando somos conscientes de nuestras verdaderas capacidades y recordamos nuestros derechos de nacimiento, encontramos el valor y la fuerza para hacer realmente lo que nos apasiona. Esa introspección me ayudó a liberar todos los condicionamientos internos. Cuando nos deshacemos de esas creencias limitantes, conectamos con la paz, con la felicidad y con nuestro amor.
¿Es el otoño el momento ideal para iniciar este cambio del que hablas en el libro?
Para mí sí. Septiembre es el inicio del curso realmente, más que enero, hay propósitos más potentes, ya que además coincide con el cambio de estación, del verano al otoño, que es la época de recogerse para ver qué quiero sembrar para recoger en el nuevo año. Es el momento perfecto para leer este libro.
Cada vez que te refieres en el libro a la palabra Vida, la pones así, con mayúscula...
En mis libros anteriores hablaba mucho de Dios y del Universo. Dios es una palabra que para muchas personas tiene connotaciones negativas, que está más asociado al género masculino. Ahora me gusta más usar la palabra Vida y Amor, que son femenino y masculino. Los siento como mi origen, la fuente.
Animas al lector a aprender a escuchar su cuerpo y a su corazón. ¿Por qué crees que no lo hacemos?
Creo que es porque así nos lo han enseñado, a vivir para fuera, a encontrar el amor, la seguridad y el reconocimiento en el exterior, nos han educado así, pero no nos han enseñado a escucharnos, a conocernos, a conectar con nosotros mismos, con nuestro interior.
Antes hablabas de las creencias limitantes, un concepto que aparece en bastantes partes del libro. Desde tu experiencia, ¿cuáles son las más extendidas o cuáles son las que tienen más peso?
Las creencias que más daño nos hacen son todas las que limitan nuestras capacidades, nuestros derechos o nuestra libertad, cualquier creencia que nos disminuye, nos insulta o nos desprecie. En 'Haz tus sueños realidad' hablo de verbos poderosos y de verbos que nos debilitan. Las creencias limitantes son aquellas que empiezan con pensamientos como "no tengo derecho a...", "no soy capaz de...", "no me siento digno de..." o "no soy merecedor de...". También nos dañan mucho los insultos que nos decimos, desde tonto hasta idiota, que son palabras que escuchamos mucho desde la infancia. Las personas que nos dicen esas palabras no son conscientes de lo destructivas que son. Todo lo que nos limite, nos etiquete o censure nuestras capacidades nos hace mucho daño. No hay que olvidar las frases que generan culpa, tipo "está mal...", o las que generan vergüenza, tipo "está feo...", todo lo que tiene que ver con juicios.
En el libro también hablas de que, en ocasiones, nos olvidamos de cuidarnos y esperamos a que algo externo nos salve. ¿Es producto de la herencia de tantos años en los que la religión ha tenido mucho peso en nuestra sociedad?
Sí, tiene mucho que ver con esas ideas de creer que alguien tiene que perdonarnos, que alguien nos salve. En mis libros siempre digo que Dios no castiga ni culpa, somos nosotros mismos quienes lo hacemos porque el castigo y la culpa son ideas del hombre. Tenemos que aprender a perdonarnos, una idea que viene de la cultura patriarcal, son mecanismos que se usan para debilitar a las personas que se han ido transmitiendo de forma inconsciente. Creo que si el 99% de las personas que profesan una religión fueran conscientes de lo que realmente están compartiendo, hay muchas cosas que no harían. Cada vez escucho a más sacerdotes y personas religiosas que te hablan desde una perspectiva muy diferente, con mensajes donde no aparece la palabra culpa o la palabra pecado, es mucho más respetuoso hacia el ser humano.
Unido a esto, llama la atención el concepto de 'prohibición del placer'. ¿Qué consejo le darías a la gente para pelear contra ese 'enemigo'?
En el libro hablo mucho de cómo podemos desmontar la culpa y las prohibiciones. Eso se puede hacer tomando conciencia de que, cuando nos sentimos culpables, se debe a que tenemos creencias en nuestro subconsciente que nos dicen que está mal vivir situaciones placenteras. Si identificamos que la culpa viene por esas creencias, podemos sacarla de nuestra cabeza. Lo importante es ver qué ideas nos generan daño y culpa. Se puede dar la bienvenida a pensamientos del tipo "es natural disfrutar del placer" o "tengo derecho a esto". Es un proceso parecido al que hace un informático cuando busca el virus que impide funcionar correctamente a un ordenador.
Hay muchos lectores que ya te conocerán por libros anteriores. Para aquellos que aún no, ¿cuáles de tus otros libros pueden complementar las ideas que desarrollas en 'Recupera tu poder'?
Siempre animo a que cada persona se lea el libro que más le llame la atención. No hace falta leer los anteriores para comprender este. Y si les gusta 'Recupera tu poder', recomiendo que cada uno siga su instinto y lea el que más le llame la atención. 'Cree en ti' es el más sencillo, lo puede leer cualquier persona que no haya leído nada sobre crecimiento personal o autoayuda, inspira mucho. 'Haz tus sueños realidad' es una continuación y aporto más ejercicios prácticos. Después escribí 'El amor de tu vida', en el que empiezo a hablar de relaciones y del amor propio, es un cambio importante. El autocuidado, el desapego y la sexualidad son los conceptos que destacan en 'Naciste para disfrutar'. Para mí, 'Recupera tu poder' es continuación de estos dos últimos libros, cierra todo.
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