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Natalia Sanchidrián: "La vida en sí misma es una prueba de fe"

La autora de varios 'betseller' completa su trilogía con 'Prueba de fe' (editorial Planeta), una invitación abierta y sincera para confiar en la vida y en uno mismo.

Archivado en: entrevistas, cultura, literatura, Natalia Sanchidrián

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"Buscando toda la felicidad fuera tendremos una carencia dentro"

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Francisco Quirós
08/6/2022 - 10:28

¿Qué se va a encontrar el lector en este nuevo libro, 'Prueba de fe'?
Es una invitación hacia una nueva perspectiva, una invitación para que las personas se sientan un poquito mejor porque somos 'adictos' al sufrimiento. Partimos de la base de que algo está mal en nosotros, que estamos rotos, que no funcionamos bien... Tenemos en la cabeza tan arraigada la idea, por lo que hemos vivido y por diferentes creencias, de que somos malas personas, que decepcionamos a la gente y que hacemos todo mal. El libro tiene como objetivo ayudarnos a entender que la vida es como es y que no importa la de veces que luchemos por nuestros objetivos, si no nos apoyamos en las herramientas que tenemos y no conectamos con lo que verdaderamente somos, ese esfuerzo no servirá de nada, siempre va a haber algo más que nos falte para llegar a esa perfección que creemos que necesitamos.

Con este libro cierras una trilogía, junto a 'Volando alto' y 'Feliz de ser yo'. ¿Hay un orden necesario para leerlos y entender mejor la idea global que quieres transmitir?
En ningún momento deseé hacer una trilogía, pero quería compartir tantas cosas que era imposible exponerlas en un solo libro. 'Volando alto' era esa salida del cascarón, un libro con el que me expongo, para lo bueno y para lo malo, habrá gente que se sentirá identificada y otra que pensará por qué comparto algo que quizás se debería quedar en la intimidad. 'Feliz de ser yo' es esa felicidad que logras cuando empiezas a quererte, cuando empiezas a ser feliz por ser quien eres, que no significa que seas feliz todos los días, ni mucho menos. En ese libro abordo el autoconocimiento a través de las relaciones personales y los vínculos familiares, para explicar que es muy difícil que sanemos nuestras heridas emocionales si no tratamos antes las heridas de nuestros antepasados. Enfrentarnos a esos vínculos no es fácil, en mi caso, hacer público que había sufrido abusos no solo me tocaba a mí sino que también afectaría a toda mi familia. En 'Feliz de ser yo' se habla de hacer un ejercicio de introspección para comprender de dónde viene tu familia y, por tanto, de dónde viene todo lo que te ha ocurrido a ti, para poder aceptar y perdonar. Si no hacemos ese proceso, es muy difícil que nos sintamos plenos.

Volviendo a 'Prueba de fe', habrás personas que al leer el título piense en la acepción religiosa. ¿Qué les dirías?
Cuando hablo de fe, hablo de creer, sobre todo en uno mismo. No me refiero a la fe religiosa, creo que es muy difícil que el ser humano llegue lejos si no cree en algo, ya sea en un proceso, en un médico o en un piloto cuando coges un avión. Somos nosotros quienes tomamos las decisiones de nuestra vida, pero hay una parte que se escapa a nuestro control, y es ahí donde entra la fe. Hay momentos que cambiarán tu vida y sufrimientos que nunca vas a olvidar, pero la fe te va a empujar a seguir adelante. No hablo de una fe ciega, sino de intentar conectar con la vida en sí para entender que si todavía estamos aquí es porque tenemos más salud que enfermedad y dinero suficiente para comer y seguir pagando deudas. El hecho de seguir vivo es suficiente para tener esperanza, la vida en sí es una prueba de fe y está llena de retos. La fe en uno mismo es de lo más importante que tenemos en la vida; si no tenemos fe, estamos perdidos.

A grandes rasgos, ¿cómo se podría recuperar la fe en uno mismo?
Desde pequeña yo vivía la vida sin tener fe en el ser humano, aunque algo en mi interior me decía que tenía que seguir confiando. En el libro hablo de la necesidad de tener referencias, es decir, que tomes a alguien que le haya sucedido lo mismo que a ti, cuantas más mejor, para comprobar que si ellos han podido, tú también puedes. Esto no sucede al 100%, cada persona es un mundo y percibe y experiencia el dolor de una manera diferente. Una amiga falleció, pero meses antes, cuando ya le habían dicho que iba a morir, ella me dijo que quería sacar un libro; es un ejemplo de que se puede sacar la fe hasta debajo de las piedras. La fe aumenta a partir de referencias, de personas que nos demuestran que es posible siendo ejemplos brutales de superación, y eso es algo que trato de plasmar en el libro. La vida está llena de seres increíbles que te hacen tener fe, es inevitable. La desesperanza es lo peor que existe, esa fe se recupera poco a poco, es un proceso, no es de un día para otro, no hay magia, tenemos que trabajar en ella.

Una de las frases que aparece en el libro y que, de hecho, da título a uno de los capítulos es "un pie en la oscuridad y otro en la luz". ¿Nos falta aceptar esa dualidad de la vida, que hay cosas buenas y otras malas?
Efectivamente. La vida es eso, por mucho que intentemos aparentar en las redes sociales. Está claro que todos queremos ser felices, no creo que haya nadie que quiera sufrir de manera consciente, pero la vida es esa dualidad, la oscuridad y la luz. Hay momentos en los que me vengo abajo, soy una persona sensible que vivo todo mucho, pero gracias a Dios ahora tengo herramientas y recuerdo que en la vida hay momentos duros, pero también hay otros maravillosos. Creo que 'Prueba de fe' es el mejor libro que he escrito porque me he dado cuenta de que, inconscientemente, utilizamos el victimismo, yo misma me tiraba todo el rato hablando de los abusos. Por supuesto que eso está ahí, pero no me ayudaba el hecho de estar hablando continuamente de esas experiencias. Me he dado cuenta de la importancia de salir de esa oscuridad, a la que probablemente volverás, pero permanecerás menos tiempo porque ya conoces la luz. Se trata de que, cuando te caigas, estar el menor tiempo posible hablando de esas malas experiencias, salir cuanto antes de ese bucle negativo. En este tiempo, las experiencias que estoy escuchando de la gente son increíbles, el ser humano tiene una resiliencia brutal.

Alguien dijo que la felicidad es una meta que se aleja cuanto más tratamos de acercanos a ella. En el libro abogas por ser felices con lo que somos y no tanto con lo que tenemos, un mensaje que choca directamente con el concepto consumista que está tan arraigado en nuestra sociedad.
Sí, lo entiendo y tengo que asumir que haya muchas personas a las que no les guste mi libro o que difieran con lo que digo, es totalmente respetable. Creo que estamos educados de manera equivocada, en el sentido de que pensamos que teniéndolo todo vamos a ser felices. Hay muchas personas que realmente han conseguido lo que se proponían y se han sentido exactamente igual de perdidos que antes. El ser humano no viene a esta vida a tener más y más, sino a sentir, a experimentar, a aprender y a sentirse bien con uno mismo, ese es el mayor aprendizaje: sentirnos bien por quienes somos y no por lo que tengamos. En el lecho de muerte lo más importante es qué has sentido, qué experiencias has vivido y cómo has hecho sentir a otras personas. Por supuesto el dinero ayuda a ser más felices, pero no lo da todo. Buscando toda la felicidad fuera tendremos una carencia dentro.

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