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Izaro: "Las canciones son tu reflejo como persona"

La artista de Mallabia ofrece una nueva visión de sus canciones en 'Limones de Oro', un disco con colaboraciones de artistas tan destacados como Zahara, Xoel López o Amaral.

Archivado en: entrevistas, música, cultura, Izaro

"Tenía una espinita clavada con 'La felicidad' que he conseguido sacarme con la versión junto a Daymé Arocena"

Francisco Quirós
06/5/2022 - 18:43

Sus palabras denotan ilusión, pero eso no impide que reconozca los miedos presentes y pasados. Izaro Andrés Zelaieta se muestra sincera en una entrevista donde desgrana este nuevo disco y algunos aspectos de su aún corta pero intensa carrera musical.

Antes del lanzamiento de un álbum así, ¿hay nervios o el hecho de que sean canciones conocidas por el público da un punto de tranquilidad?
Da un poco de calma, sí, es como si ya hubiese salido. Luego me doy cuenta de cuántas canciones no ha escuchado todavía el público y pienso que aún hay mucho por descubrir.

¿Cómo es el trabajo de abordar una canción anterior para darle un nuevo prisma a través de una colaboración?
Para mí las colaboraciones han sido siempre súper difíciles, tanto a la hora de entrar yo en otra canción ajena y sentirme cómoda, o dejar entrar a alguien en un tema tuyo. Por eso no he sido de hacer muchas colaboraciones. Hubo un punto en la pandemia en que pensé que era posible que mi carrera se terminara, ahí me di cuenta de todas las cosas que aún no había hecho y me planteé qué se podía hacer. Valoré que tenía ganas de cantar y un público que me sigue, por lo que decidí aprovechar la ocasión. Ha sido como una aventura, al principio tenía miedo porque mis canciones son como mi casa, pero ha sido muy guay, además, los colaboradores son de lujo, son dorados, así que podemos decir que las canciones es como si hubieran multiplicado.

Ese miedo del que hablas que sufriste en la pandemia, ¿hace que valores, más si cabe, aspectos como el lanzamiento de este disco o la gira venidera?
Sí. Es verdad que he tenido que hacer el trabajo de plantearme que, si se acababa mi carrera musical, qué iba a ser de mí, siempre he pensado que las personas tenemos sentido mucho más allá de nuestro trabajo, pero cuando tu trabajo es tu pasión se mezclan muchas cosas. Me preguntaba si iba a poder ser feliz si esto se acababa. Ha sido duro, he estado un mes fuera, en Estados Unidos, usando la vida de otras maneras; he encontrado una estabilidad, no quiero que esto se acabe pero que tampoco sea lo único que haga.

A la hora de seleccionar las canciones del álbum, ¿qué peso ha tenido el gusto del público y cuánto hay de predilección personal?
Ha pesado más mi valoración. Con cada canción he ido haciendo una especie de 'match', uniendo el tema con el artista que podría colaborar. Obviamente esto ha influido, si el artista decía que sí, la canción pasaba a formar parte del repertorio.

Zahara, Xoel López, Amaral... ¿Ha habido alguna colaboración que te haya hecho especial ilusión?
Muchas. Por ejemplo, Zahara para mí es muy especial, es un referente, por eso que canté conmigo 'Delirios' es increíble. También me ha hecho mucha ilusión Amaral. La había incluido en una lista de "ni lo voy a intentar", pero casualidades de la vida vino a tocar a Donosti, me dejaron dos invitaciones y decidí aprovechar la ocasión. Además, que cante Eva en euskera es alucinante, lo hace genial y es precioso. Hace poco la cantamos en directo, yo estaba nerviosísima, miré a mi lado y vi a Eva Amaral cantando 'Argia' y me parecía un sueño. Lo de Xoel López, como venía de antes, ya estaba digerido. Con Daymé Arocena me parecía muy loco hacer 'La felicidad' y ha sido muy divertido.

Hablando de 'La felicidad', tus primeros discos ya tuvieron una buena acogida, pero ese tema fue el que te catapultó de cara al gran público. ¿Es una canción especial para ti?
Tengo una espinita con esa canción. Para mí no es la que mejor me identifica, pero es la más escuchada. Por eso con Daymé quería llevar esa canción a otro punto, y le pedí que hiciera una rumba cubana de verdad, yo no podía hacerlo. Ha sido como un Máster privado. Ahora estoy reconciliada con 'La felicidad'.

Esos primeros discos te valieron la etiqueta de artista revelación. ¿Te han pesado en alguna ocasión las expectativas externas?
Lo sentí con el segundo disco, curiosamente con el tercero no. Con 'Eason' sí que sentí presión, el segundo disco era como un paso importante. Con este último disco he sido más libre.

De lo que no queda duda es tu gran dominio de idiomas para componer y cantar. ¿Hay alguno con el que te sientas más cómoda?
En general con el euskera, porque es el idioma que tengo en el día a día. A la hora de componer, me siento cómoda tanto en el castellano como en el euskera, cada una de esas lenguas me da algo distinto, cosas que no se pueden traducir literalmente; cuantos más idiomas sepas, más cosas puedes decir.

¿Sientes que estás ayudando a derribar ciertos prejuicios que podría haber con la música en euskera?
Creo que sí. Viene una ola que está ganando terreno, aunque todavía cuesta. Es normal, entender la letra de una canción aporta mucho, pero querer entenderla te lleva a aprender. Creo que estamos cambiando un poco las cosas.

La gira te va a llevar a ciudades que conoces bien, como Donosti, pero también a Latinoamérica. ¿Te imaginabas poder viajar con tu música a lugares como Argentina?
Con 'Limones en invierno' teníamos una gira por Latinoamérica completamente cerrada y se la llevó por delante la pandemia. Teníamos la duda de si era posible recuperarla, así que poder ir a Argentina y hacerlo con 'Limones', porque al final la gente que compró la entrada lo hizo por ese disco, no me parecía justo hacer algo completamente distinto. Por eso me hace ilusión llevar allí 'Limones dorados'.

Sobre los conciertos, recientemente actuabas en París, en la Sala Bataclan, con Vetusta Morla. ¿Qué te queda de esa experiencia?
Me lo pasé muy bien. Es muy generoso que alguien te ceda su público, y con cada colaboración todo el mundo lo está haciendo. Por eso aprecio un montón lo que hizo Vetusta Morla.

En una entrevista en Pikara Magazine, te definías como "feminista y pacifista". ¿Es difícil ser fiel a esos principios en el mundo de la música?
Ser pacifista es muy difícil, hay tanto desconocimiento que acabamos asociándolo a algo pasivo, todo lo contrario, te hace ser muy activo, te impulsa a buscar la justicia pero sin violencia. Estoy trabajando mucho esa parte y leyendo sobre ello. Por supuesto soy feminista. Para mí es genial poder reflejar eso en las canciones, al final tus canciones son tu reflejo, es un poso en mis temas y en mi vida en general.

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