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Soraya: "Me preocupa que la música de hoy en día solo sirva para divertirse"

La artista extremeña lanza un nuevo tema, ‘Soy esa mujer', con un emotivo videoclip. Apuesta por cambiar aspectos de la sociedad como la autoaceptación, un reto que asegura haber vivido en primera persona.

Archivado en: entrevistas, música, cultura, Soraya

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Francisco Quirós Soriano
17/9/2021 - 00:02

Han pasado dieciséis años desde que brillara en una edición de ‘Operación Triunfo', tiempo suficiente para asegurar que Soraya Arnelas ha sabido edificar una carrera musical con tanta solidez que el paso por la academia televisiva solo es un grato recuerdo. Una nueva muestra de ello es ‘Soy esa mujer', un tema que estrenaba este lunes 13, con un videoclip donde aparecen tres historias emotivas.

Presentas nueva canción y, además, en pocas semanas vas a ser madre por segunda vez. No sé si estás en uno de los momentos más importantes de tu trayectoria.

Creo que sí. Cada momento importa, pero podría decir que estoy en un momento muy completo, están pasando muchas cosas y estoy viviendo unos procesos importantes en la evolución de un ser humano: ser madre por segunda vez, tener tu propia empresa, presentar después de dieciséis años una canción de este tipo... Creo que las cosas van pesando más.

 

Mirando a la letra de la canción, da la sensación de que es una de las más íntimas y personales que has hecho hasta ahora.

He tenido canciones muy interesantes a lo largo de estos años. Si bien es cierto que al principio de mi carrera me apoyaba más en la música de baile, ahora, desde que fui madre me interesan mucho las historias que cuento, el mensaje de la canción. Siempre recuerdo la música que me ponía mi padre, a Víctor Manuel, a Ana Belén, Miguel Ríos... Gente que era muy reivindicativa en las canciones, y yo he hecho mucho en falta eso ahora mismo. Los primeros años de mi carrera fueron muy divertidos, me pillaron con otra edad, pero tengo una madurez que hace que cada día tenga ese compromiso con mi público de no hacer letras banales, hay cosas que ya no me puedo permitir. Pero sobre todo está mi persona: me están pasando cosas bonitas y me gusta contarlas, o mis reflexiones, ya no es el bailar por bailar, que está muy bien y divierte, pero en este momento de mi vida, personal y profesional, ya no me puedo permitir el lujo de que mis canciones no tengan sentido, sería un insulto hacia mi propia vida.

 

En las estrofas de 'Soy esa mujer' confrontas conceptos casi antagónicos, como calma y tempestad. Llama la atención en un tiempo en el que, especialmente en redes sociales, parece que solo mostramos los aspectos positivos de uno mismo.
Siempre he sido una mujer muy sincera. Cuando he pasado por malos momentos, que los tuve, he hablado de ellos, he compartido mis miserias, también mis alegrías y mis penas; creo que me muestro tal y como soy. Aceptando todo eso que está dentro de ti, logras la felicidad que buscas. Conecto con la gente cuando comparto las cosas más cotidianas, no cuando te vas de mariscada con unos amigos o cuando haces el mejor viaje de tu vida, ahí no conectas con nadie, te lo aseguro. Hoy en día, la gente busca mucho más allá que la estética o cosas así. Las redes sociales se basan en mi día a día, en mis miedos y mis reflexiones, creo que ese tiene que ser el lenguaje. Cada día me doy más cuenta de que las historias más bonitas, los momentos más mágicos, nacen de la gente más inesperada, más diferente a ti. Para conectar con esa gente hay que partir de lo común, de lo que realmente nos pasa a todos. Por eso hemos querido hacer un tema así. Soy una mujer llena de contrastes, a veces me gusta que me cuiden y otras me vuelvo irascible, pero lo acepto; hay mañanas en las que me miro al espejo y veo que estoy insoportable y lo comunico a mi gente, me entienden y entre todos lo llevamos, mi marido y mi hija sobre todo. A pesar de las profesiones, todos vivimos lo mismo. Hay una cosa que tenemos que conseguir, que parece casi mitológico: la unión de todos. Estamos viviendo cosas muy feas en esta sociedad, tenemos que hacer algo desde la unión, y si no lo hacemos, la cosa va a ir mal. Como madre me preocupa mucho qué le voy a dejar mi hija de cara al futuro.

"Cuando uno no tiene amor propio, se carga de cosas que no son saludables" 

Cuando miras al espejo, ¿qué queda de la Soraya que empezó en el mundo artístico?
Sí, me veo, pero créeme si digo que al principio de mi carrera me avergonzaba de la imagen que veía. Me fijaba en muchas cosas estéticas, me criticaba a mí misma por la imagen y me da pena. Me pasó una cosa muy bonita. Un día arreglándome mi madre me regaló una foto de cuando iba al colegio, en la que salgo con el flequillo mal cortado. Conecté, miré a los ojos de esa niña y me puse a llorar. Me tuve que hacer una foto al espejo, a mí misma porque sentí pena de mí misma, me di cuenta que no estaba en el camino que debía estar, ¡cómo me podía avergonzar de la niña que había sido! Soy yo, da igual, hay otras etapas, pero sentí que algo estaba mal en mí, tenía que cambiar. No podía avergonzarme de esa niña que no tenía culpa de nada. Fue un momento muy emocionante en mi vida, me hice una foto incluso al espejo llorando con esa imagen. No era madre todavía. Ahí empezó todo. No puede ser que me avergonzara de que antes fuera más gordita, aquella niña soy yo. Cuando uno no tiene amor propio, se carga de cosas que no son saludables, que no reafirman en tu identidad, que no te hacen ser feliz, te crean traumas, cosas innecesarias. Por eso lucho en esta canción, hay tres historias diferentes, una mujer gorda que está saludable porque así lo dictamina un médico, tiene una talla diferente y no pasa nada; hay una mujer a la que se le ha caído el pelo por alopecia, pero no quiere llevar peluca, es feliz con la imagen que da; y hay una chica que, para la sociedad y los tribunales, ha sido un hombre cuando ella pedía a gritos que la quisieran como una mujer, que es cómo se ha sentido siempre. Estoy muy conectada ahora con todas estas cosas, y no es porque sea madre, es porque vengo de muchos años de mirarme al espejo y no ser feliz con lo que veía. Esto no puede pasar. Hay que aceptar que evolucionamos. Amémonos, con nuestras virtudes y defectos, pero querámonos. Una persona que no está bien de base permite que eso mismo le pase al vecino. Nos extrañamos de los problemas que tenemos hoy en día en la sociedad; somos culpables de ellos, somos cómplices. Como sociedad, tenemos un problema muy importante.

 

Ese ejercicio de autoaceptación se reafirma en la canción. Queda el poso de que hay más feminismo en esos cuatro minutos que en discursos de muchas horas.
No es por quedar bien, es porque lo he vivido dentro de mí, es un proceso interno. Si con esta canción logro que alguien se pare a reflexionar, ya mi trabajo y mi carrera tienen sentido. Me preocupa que la música de hoy en día solo sirva para divertirse, y mira que he sido abanderada de la música de baile, y lo seguiré siendo porque me gusta y me divierte. Pero creo que los artistas tenemos un compromiso social porque hay mucha gente que nos sigue, como madre y mujer también tengo esos compromisos. Lo estamos viendo, la cosa no va bien, hay que hacer un llamamiento hacia nuestro interior, no tanto hacia el exterior.

"Los artistas tenemos un compromiso social, hay mucha gente que nos sigue" 

Hablabas de las otras tres mujeres que aparecen en el videoclip. ¿Cómo ha sido la experiencia de poder compartir sus historias contigo?
La experiencia ha sido verdad, todo el rato. Si tengo que hablar de lo que pasó el día la grabación es que era todo verdad, sobre todo las miradas de ellas. De hecho dirigí yo el videoclip. No las permití que se miraran al espejo antes de la grabación. Quise grabar las primeras reacciones, a veces les pedía que miraran a cámara y ver qué sienten. Les mandaba mensajes de ánimo. Fue maravilloso, son mujeres llenas de verdad. Probablemente, a pesar de que han vivido historias muy duras, las han humillado y pisoteado, ellas se miran al espejo y se aman. Es lo natural, es un mensaje al amor propio. Con ellas, ese día, reímos, lloramos, nos emocionamos... Y fue muy poco tiempo, porque al final cada una tenía que volver a su lugar, pero incluso se ha creado algo muy bonito entre ellas, tenemos un chat. Lo único que me dicen es gracias y en realidad no se dan cuenta de que quien tiene que darles las gracias soy yo, por permitirme mostrar las historias de gente normal, hay miles más en la calle.

 

Con la pandemia tenemos las emociones un poco más a flor de piel. ¿Crear una canción tan emotiva, tiene ahora un peso mayor?

Mis últimas canciones mandaban mensajes, sobre todo de empuje ante el momento que vivíamos. Siento que estoy conectada a la sociedad, a la realidad de lo que nos toca vivir, y eso lo traslado a mis canciones. Estamos en un momento en el que parece que vamos para atrás, es necesario un golpe de realidad, aunque parezca filosófico y profundo, no estamos avanzando. ¿Esta canción tiene más peso? Sí, pero es que también este momento es mucho más complicado que lo que habíamos tenido hasta ahora. Esto me ha conectado mucho con la realidad y el presente. Algunos hemos hecho algo más que estar en redes sociales, me encanta escribir, he dado vida a un proyecto textil, he dado vida a otras cosas que quizás antes no había hecho por falta de tiempo. La pandemia me ha enseñado a conectar con los problemas sociales, conmigo misma y con el presente, no sé qué voy a hacer mañana, a lo mejor se acaba el mundo. Cuando me preguntan sobre qué voy a hacer el año que viene, no tengo ni idea. Este proyecto me representa como mujer, madre y parte de la humanidad, eso es lo único que sé. Creo que no le hago mal a nadie y soy feliz, lo que provoca que sea una felicidad compartida, porque mi familia así lo siente. Si la gente no es feliz, eso acaba traduciéndose en más problemas.

 

La pandemia, especialmente durante el confinamiento, ha hecho que mucha gente volviera a conectar con la música. ¿Crees que cuando pase todo esto la sociedad seguirá valorando a la cultura como se merece o nos olvidaremos nuevamente de ella?
Fui de las que sacó álbum en plena pandemia. Creo que la música y la cultura han sido muy beneficiosas en este tiempo que nos ha tocado vivir, pero desgraciadamente el ser humano está acostumbrado a consumir todo muy deprisa. No sé si los proyectos que estamos haciendo calan lo suficiente. A mí me encantaría que fuera así, pero no porque sea mi proyecto, cantantes como Rozalén también escriben con mucho sentido, y me encantaría que la gente escuchara más música así. En mi caso personal, no todo es el trabajo y el beneficio; si mi proyecto no me convenciera, no me dedicaría a la música. Soy una mujer muy creativa, voy a ser feliz siempre en todo lo que haga, ya sea con la música o siendo madre sola en casa. Creo que la gente no valora a la cultura como algo necesario, pero es que ni siquiera sabe qué quiere cuando salen cada mañana por la puerta de su casa, no sabe quiénes son. Partiendo de eso, cualquier cosa puede pasar.

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