viernes, 19 de julio de 2024 13:32 www.gentedigital.es facebook twitter

Gente digital

Logotipo diario gente
Kiosko. Portadas de periódicos
ENTREVISTA A 'LAS GROTESQUÉS'

"Somos las reinas del boca a boca"

Elena Lombao y Alaitz Cabriada son 'Las Grotesqués' y llevan desde el 21 de octubre haciendo reír al público del teatro Alfil (Madrid) con 'En ocasiones veo armarios', una función surrealista, en la que hablan de todo sin adornos escénicos. El 30-N, última función. 

Archivado en: Las Grotesqués, teatro Alfil, En ocasiones veo armarios

aumentar texto reducir texto imprimir enviar noticia comentar
Las Grotesqués

Las Grotesqués·OLMO GONZÁLEZ

"Hemos pasado los 30 con una bestia dentro de nuestros cuerpos", en referencia a la vitalidad que atesoran

añadir a meneame  añadir a freski  añadir a delicious  añadir a digg  añadir a technorati  añadir a yahoo  compartir en facebook  twittear 

gentedigital.es/Marcos Blanco Hermida
13/11/2008 - 17:49

Se consideran las reinas del boca a boda porque al poco tiempo de convertirse en un dúo cómico sobre el escenario de 'La Tetería', en la madrileña calle Pez (justo al lado del teatro Alfil), ya actuaban frente a gente desconocida. "Creo que se han equivocado", les decían, sorprendidas. Ellos sabían que las referencias eran las adecuadas. Durante el pasado mes, han conquistado al público con 'En ocasiones veo armarios', una revisión de la obra que crearon hace cuatro años. En los camerinos, las dos demuestran que son una.

¿Cómo ha ido todo en el 'mundo Alfil' desde el 21 de octubre?

Bien, mejor los fines de semana, pero es normal porque un martes, miércoles o jueves por la noche a las 22:30 se hace complicado para mucha gente. Eso sí, estamos muy contentas porque ahora solemos ponernos fuera al acabar la función para saludar a la gente y hasta firmamos autógrafos en unas servilletas de papel muy nuestras del ‘Bar Don Ramón', un lugar de Lavapiés que tiene un dueño encantador.

¿Qué habéis cambiado del espectáculo original?

Es el mismo espectáculo que hicimos en 2004, pero hemos cambiado algunos ‘sketches' y ahora hacemos otros nuevos, para nosotras y para ellos, para el público, también. Además, lo hemos hecho más corto porque somos conscientes nos enrollamos un montón. Antes, había un principio, un argumento y un final y ahora el argumento está más hecho. Evidentemente, es un espectáculo más maduro, porque nosotros estamos más hechas, más buenas, más maduras (risas)...¡y hasta sabemos inglés! En serio, hemos pasado los 30 con un bestia dentro de nuestro cuerpo.

¿Cómo definiríamos 'En ocasiones veo armarios'?

Es un espectáculo 'cabaretero' transformado en una obra de teatro. Entonces, hemos creado un hilo conductor, que son unos monjes tibetanos, teorizando sobre las cosas, hablando de lo que se aprende de cada historia en la vida... Con esta excusa y un armario, vamos sacando del armario personajes llevados al extremo y hablamos de todo: cine, sociedad, sexo... Siempre desde una clave absurda y surrealista... Curiosamente, pensábamos que con la edad íbamos a calmarnos, pero estamos más surrealistas que nunca. Nos gusta más perdernos... Cuando vas creando tu propia personalidad sueles convertirte en una persona más segura porque sabes más de las cosas y esa circunstancia hace que seas incluso más surrealista.

Os han llegado a 'acusar' de que el guión están un poco deslavazado, que falta coherencia...

El propio público saca su propia conclusión de la obra, porque no es un espectáculo para estar pensando, sin para pasarlo bien. Quizá el punto extraordinario de la obra es que no seguimos las reglas estipuladas en la comedia. A veces, algunos compañeros de profesión te dicen "esto no puede ser así". Nosotros les contestamos "No, no, es que esto es así". Por ello, sufrimos las consecuencias de hacer lo que nos sale. No somos dramaturgas, somos actrices. Lo hemos hecho todo así para poder hacer lo que queríamos. Es una historia que se ha ido creando desde hace muchos años y para nosotras es un constante reencuentro. Nos parece que está quedando preciosa, porque tiene mucho que ver con un tipo de mujer que existe...

¿Cuáles son los estereotipos femeninos que tratáis durante el espectáculo?

Todo está reflejado en la sociedad. Por ejemplo, uno de los ‘sketches' se llama ‘La casa de Petarda Alba'. Es una ‘versión' de 'La casa de Bernarda Alba' que habla sobre las mujeres que están encerradas, inseguras, con el miedo al qué dirán, con lo que está estipulado para ti como mujer... Miedo a todo, cuando por dentro hay unas ganas de salir tremendas, de hacer cosas. Es esa libertad que a muchas les falta.. y a nosotros también, claro. Hacemos nuestra revolución desde la asimilación que nos está tocando. Uno de los primeros personajes se refiere a la importancia de las modas, el prototipo de mujer que quieren que seas. Jugamos todo el rato con eso. La influencia en el cine, en la fotografía, la moda, las fotos, la publicidad...Es un espanto, porque es todo mentira. A nuestra manera, hacemos ‘gags' deslavazados, dando giro tras giro con esa comedia dentro.

Hemos avanzado mucho como mujeres, pero todavía queda mucho camino por recorrer, sobre en el teatro y en la comedia. De jóvenes, eramos más ‘machotas' y cuando apareció nuestra femenidad empezamos a 'pegarnos' con la gente, por nuestros derechos, por chorradas. Con esto, nos liberamos totalmente porque somos animales... de escenario. Nos llama la atención que vengan muchas parejas de cuarenta y tantos, de cincuenta, abuelas... Te saludan, te dicen "gracias, me ha encantado" y, claro, teniendo en cuenta lo que te comentamos, nos sorprende.

¿El nombre de la obra sirvió para dar cabida a este ‘cajón desastre'?

Sí, fue una manera de fusionar todo nuestro mundo. Con un armario de escenografía y jugando con lo oculto. Además, por aquel entonces (2004) estaba la película del ‘Sexto Sentido' en auge. Apostamos más por el vacío escénico, por evocar la palabra. Aunque tuviésemos dinero, seguiríamos apostando la simplicidad. El dinero no puede matar la creatividad. El teatro no es el cine y todos debemos darnos cuenta. Aquí no hay primeros planos, efectos especiales... ¡Hay que inventarlos! Somos dos, hacemos muchísimos personajes y usamos la falta de medios para provocar situaciones graciosas en los cambios. A veces, se suceden esos errores naturales que a la gente le encanta. Tenemos tanto química ‘esta y yo' que el público lo siente. A veces, improvisamos sobre la marcha. En otras, igual tiene un lapsus y muchas veces te ríes para que ellos...

 

 

 

Gente Digital en Facebook

Grupo de información GENTE · el líder nacional en prensa semanal gratuita según PGD-OJD
Desarrollado por Tres Tristes Tigres