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REPRESENTA 'EL CAVERNÍCOLA' CON ÉXITO EN MADRID

Novo abre la caverna del siglo XXI

Nancho Novo representa 'El Cavernícola' desde el 9 de septiembre en el Teatro Fígaro-Adolfo Marsillach de Madrid. A juzgar por la reacción del público y la empatía universal que genera su monólogo, tiene para rato. Esta reflexión sobre las actitudes femeninas y masculinas engancha.

Archivado en: teatro, monólogo, El Cavernícola, Nancho Novo

Una escena de 'El Cavernícola'

gentedigital.es/Marcos Blanco
19/10/2009 - 10:36

Nancho Novo ha vuelto esta temporada a la rabiosa actualidad teatral madrileña con un montaje al que le une un gran aprecio, además de una identificación filosófica comprensible. Estrenó 'El Cavernícola' hace siete años en el Teatro Alfil, bajo la dirección de Marcus von Watchel. Ahora, ha decidido retomar su apuesta por el texto del californiano Rob Becker. Mantiene el espíritu original, pero ha realizado una adaptación libre relacionada con el entorno español y las particularidades tecnológicas del siglo XXI.

Dicen que 'El Cavernícola' es el monólogo con mayor permanencia temporal en los teatros neoyorquinos de Broadway. Se representa con éxito en numerosos países. Ha sido traducido a múltiples idiomas. La explicación es sencilla. Tiene carácter universal. Aborda la relación entre hombres y mujeres en diversos contextos para poner en evidencia sus comportamientos, idiomas y actitudes psicológicas. Surgen los tópicos. Las visiones 'exageradas'. Sin embargo, la identificación colectiva con escenas cotidianas de pareja, amistosas o provocadas por la televisión elevan los decibelios cómicos en las butacas.

Sin acompañamiento musical ni cambios de vestuario, Novo profundiza en estos dos universos, echando la vista atrás, al principio de los tiempos. La perspectiva cazadora e unidireccional del hombre cavernícola y la vertiente recolectora de la mujer procedente de aquella época se mantienen en la actualidad a base de hilarantes ejemplos.

Cuando finaliza la función, uno se acuerda John Gray con 'Los hombres son de Marte, las mujeres de Venus' y concluye que 'El Cavernícola' no hace herida con nuestras diferencias, ni batallas diarias. La exposición de los supuestos hechos, con los motivos en la mano, invita a la conciliación, a la tolerancia. Somos más compatibles de lo que parece. Si nos atrevemos a ver la realidad desde el punto de vista contrario, nos reiremos con el otro sexo y no sólo con nosotros mismos.

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