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El Cristo de la Fe vuelve a salir en procesión el Viernes Santo

Los miembros de la Hermandad y Cofradía del Silencio y del Santísimo Cristo de la Fe se afanan en completar todos los preparativos para la salida del paso de su Cristo en la Procesión del Silencio, el Viernes Santo, una de las citas más importantes de la Semana Santa de la capital.

Archivado en: Semana Santa, fiesta

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gentedigital.es/Miguel Hernández
22/3/2013 - 17:18

Una liturgia que se ha repetido durante más de 70 años. Mucho esfuerzo, trabajo, sentimiento y emotividad con la mente puesta en algo menos místico, la previsión meteorológica. Sólo la lluvia, como ya pasara en el año 2011, puede dar al traste con el esfuerzo de más de un centenar de hermanos.

Ángela Muñoz, consiliaria y miembro de la hermandad desde hace más de 30 años, recuerda lo que sucedió hace cuatro años. "Caía mucha agua y nos recogimos a rezar en la iglesia. Cuando terminamos de hacerlo, no sé si fue la fe, pero lo cierto es que salió el sol y pudimos salir", comenta, emocionada.

Desde hace 15 días, el Cristo de la Fe, obra del prestigioso imaginero valenciano José Capuz de 1941, reposa en la capilla de San Nicolás tras la emotiva ceremonia de descendimiento de la cruz del altar mayor que es uno de los momentos más importantes de todo el ceremonial previo.
"Nos queda montar unos platos nuevos en el paso y poner la imagen encima. Luego hacer el retranqueo para repartir la carga de peso entre las 24 personas que lo llevarán. Y lo último, poner las flores que se hace la noche anterior. Es muy importante una buena preparación para que todo salga bien", explica José Mira, segundo capataz de la hermandad.

 

UNA SOLA IMAGEN

La actual coyuntura económica también afecta también a este tradicional acto religioso. Contratiempos de última hora en forma de obras en el tejado de la iglesia, han propiciado que la imagen marche sola por las calles sin su compañía de los últimos años, la Virgen de Nuestra Señora de los Dolores, llevada a hombros por mujeres. "Este año no sale y a parte de que se le tenía que arreglar una mano a la imagen, hemos tenido que hacer una reforma por valor de más de 30.000 euros debido a la caída de una teja a la calle de la Costanilla. Nos hemos quedado sin los 6.000 que hacen falta para sacar a la calle este paso", asegura Muñoz.

Los que no faltarán a la cita serán los costaleros que soportarán más de 800 kilogramos de peso durante más de cuatro horas y a lo largo de algo más de dos kilómetros. Desde el pasado mes de enero, todos los domingos por la tarde han estado ensayando con vigas para llegar a punto a la cita.

Mira asegura que en Madrid hay pocos costaleros y que vienen de otros lugares para participar en la procesión. "Aquí la gente sale poco y tenemos pocas solicitudes. Además, ser costalero, entre unas cosas y otras, al final te cuesta dinero. El punto de partida es lo que llamamos la 'igualá', que es una reunión donde acuden los costaleros y se les iguala por estaturas", explica.

Tampoco faltará la música que hará más emocionante el devenir del tránsito de cientos de almas bajo el recogimiento del silencio y que acompasa el paso de la procesión. Los acordes los pondrá, como en los últimos 15 años, la agrupación Santa Marta y Sagrada Cena de León. De igual modo, como es tradición, las monjas trinitarias cantarán al Cristo a su paso por el cercano convento de clausura. "Estoy deseando que llegue la Semana Santa y la vivo con mucha intensidad al igual que toda mi familia", concluye Ángela.

 

SER COSTALERO, UNA PRÁCTICA DONDE SE MEZCLA EL FERVOR RELIGIOSO Y EL COMPAÑERISMO

 

"Empiezo este viernes y no acabo hasta el Viernes Santo". Lo dice Rafa, que es uno de los costaleros que tendrá la responsabilidad de llevar al Cristo de la Fe encima de sus hombros. Una actividad que a sus 32 años, lleva haciendo durante los últimos 15. "No puedo describir los sentimientos que tengo cuando estoy debajo, no tengo palabras", dice. 

El costalero explica que se cuida mucho para estar estos días a la altura y destaca el compañerismo que existe en este colectivo. "Entre todos nos ayudamos para evitar que pueda doblar alguno, que es cuando alguien ya no puede más".

El andaluz José Mira, que ha sido costalero en otros años, dice que uno de los secretos para que todo vaya bien es obedecer al capataz del paso. "Cuando estás abajo, tú no ves y tienes que seguir las órdenes que te dan", asegura. Como condición primordial comenta que el costal tiene que estar bien hecho, "que no sea sólo tela", para soportar bien el peso. "Te tienen que doler las piernas, no la espalda, si no, algo no va bien y se pueden producir lesiones graves", argumenta.

"Cada persona es un mundo, pero para mí lo más emocionante es cuando se acompasa el compás de la música al paso de los costaleros y de la procesión", concluye Mira.

El Cristo de la Fe saldrá de su iglesia el viernes 29 de marzo a las 17 de la tarde. La procesión discurrirá por la calle de Atocha, las plazas de Antón Martín y Matute, la calle de Las Huertas, la plaza del Ángel, la  plaza de Santa Ana, las calles del Prado, Echegaray, del Infante, León, Cervantes, Quevedo y Lope de Vega, el convento de San Ildefonso de las Trinitarias Descalzas, la Costanilla de las Trinitarias, las calles de San José, Moratín, y Costanilla de los Desamparados para terminar, después de múltiples 'revirás' en el templo madrileño.


 

 

 

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