El colegio público Agapito Marazuela de Coslada celebrará su fiesta de fin de curso el próximo día 25 de junio. Habrá paella, juegos y música para una despedida especial, porque será la última. Este centro educativo, con solera en el municipio, echa el ‘cerrojazo' y no volverá a llenar de griterío infantil sus aulas en el nuevo año lectivo. La Comunidad de Madrid ya ha dado luz verde a la fusión entre centros y éste es uno de los afectados.
gentedigital / Patricia M. Molinero
21/6/2013 - 13:00
El Agapito Marazuela desaparece y su alumnado irá hasta el Hermanos Machado, con capacidad para 400 pequeños. Los planes del Gobierno regional también tocan al Pío Baroja, dentro de la misma localidad, y sus estudiantes continuarán en el Virgen del Amor Hermoso, que será bilingüe y dispondrá de 450 plazas.
Y, por último, Alcalá. La ciudad complutense dice ‘adiós' al Zulema que pasará a integrarse en el colegio Henares, fusiones "necesarias", según la consejera de Educación, Lucía Figar, atendiendo a"la baja demanda de escolarización registrada, durante los últimos años en estas zonas", añade la mandataria popular.
LOS PADRES OPINAN
Pero Paco, uno de los padres del Agapito Marazuela, no comparte estos argumentos. El citado centro educativo lleva en marcha más de dos décadas trabajando, a diario, por la integración con niños autistas o sordo-mudos. "Mis dos hijas están tristes, ellas han estudiado aquí, aprendiendo valores como el respeto a los demás, este es un buen colegio, con un proyecto excelente", dice este afectado. Cuenta que los ánimos han "decaído", aunque ahora, toca continuar. "Tenemos que transmitirles alegría a nuestros hijos, porque el curso que viene irán a otro centro y no pueden empezar desanimados y sin ganas", añade.
También tiene críticas para el Ayuntamiento. "No hemos tenido ayuda ni respaldo por parte del equipo de Gobierno (PP), porque el propio concejal se ha limitado a decirnos que no es competencia suya y que no podían hacer nada". Con sabor agridulce entre los labios, Paco dice sentirse orgulloso por la lucha de la ‘Marea Verde', en la que se ha visto implicado. "Cierran, sí, pero tengo la conciencia tranquila porque yo, y otros muchos padres, hemos peleado por una educación pública y de calidad para los niños, que son el futuro", concluye.
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