El Consorcio acepta dos cambios en el autobús
El alcalde, Jorge García, trasladó este miércoles al organismo regional las denuncias de los vecinos, después de dos semanas con el nuevo servicio. Ha accedido a modificar los horarios de las rutas que van a la estación y la parada del Ángel Corella.
Archivado en: Jorge García, Consorcio Regional de Transportes de Madrid
El Consorcio y el Consistorio creen que los primeros datos son buenos
Patricia Cristóbal
29/3/2019 - 09:00
El Consorcio Regional de Transportes de Madrid ha escuchado a los vecinos colmenareños, que llevan semanas advirtiendo de que el renovado servicio de autobús que comenzó a funcionar el pasado 18 de marzo es "insuficiente".
Reclamaban, especialmente, que los alumnos del instituto Ángel Corella tuvieran paradas más próximas al centro y con un horario coincidente con las clases, y que las llegadas de los autobuses a la estación de Cercanías fueran en concordancia con la salida de los trenes.
Así se lo trasladó el alcalde, Jorge García, a los responsables del Consorcio en una reunión mantenida el pasado miércoles 27, de la que salieron con la promesa de que "en pocas semanas", alrededor de un mes, cuestiones que serán subsanadas.
DATOS POSITIVOS
Fuentes del Consistorio han asegurado a GENTE que ambos organismos han coincidido en que las cifras de usuarios de las dos primeras semanas son "muy positivas", aunque reconocen que "el servicio se puede mejorar". También han especificado que la Línea interurbana 720 ha añadido nuevas paradas por el interior de Colmenar, "por donde anteriormente no discurría".
Sin embargo, la oposición asevera que las nuevas líneas (la L-1 y L-2) implican "carencias importantes", como que no hay conexiones directas entre puntos muy frecuentados, por lo que los usuarios deben cambiar de autobús y pagar un nuevo billete, "arriesgándose" a perder el transbordo.
Asimismo, reprueban que "no se ha reordenado el tráfico" de las calles que absorben el tránsito de los autobuses en ambos sentidos. También hacen hincapié en una de las denuncias recogidas por los vecinos, según la cual la "desaparición" de la Línea 1 deja sin servicio "las pocas paradas del casco antiguo" y "termina con los mínimos servicios que se prestaban en el polígono industrial de La Mina".
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