“Acogemos a los niños por solidaridad no por caridad”
La ilusión, la sonrisa y las miradas de concentración y entusiasmo ante todo lo que les rodea en sus caras, son el reflejo de todos y cada uno de los niños saharauis que año tras año llegan a nuestro país para vivir unos meses de vacaciones. Se trata del programa ‘Vacaciones en Paz' que se lleva a cabo en toda España a través de las distintas asociaciones de amigos del pueblo saharaui como es la de Colmenar Viejo, que lleva más de 15 años trayendo a estos niños a la localidad.
genedigital.es/ Javier Sánchez (@javisanchez3)
27/6/2013 - 16:31
Ahmed, Jatar, Salek, Nanu y Asma son 5 de los 16 niños y niñas que han venido este año a Colmenar para pasar un verano diferente con familias de acogida. Muchos repiten como es el caso de Nanu y otros en cambio, es el primer año que vienen y se muestran encantados.
Las familias, la base
Este proyecto de ‘Vacaciones en Paz' que se inició en 1991, año en el que la guerra asoló los campamentos del Sahara, tiene el objetivo de "traer a una gran cantidad de niños para que puedan disfrutar dos meses del verano", dice Julián, que ha llevado este proyecto en Colmenar durante muchos años.
La forma de elección de los niños saharauis que vienen hasta España es bien sencilla: "Intentamos traer a muchos, sobre todo de entre 7 y 12 años edad, pero ahora con la crisis ya no hay tantas familias que puedan acogerlos por lo que priorizamos con aquellos que no han salido ningún año", señala.
Y es que la crisis se ha notado en el proceso de acogida. Hace unos años había hasta 32 familias dispuestas a acoger y ahora el número "ha descendido", señala Julián. "Los precios de los billetes de avión son muy caros y ahora mismo no todo el mundo puede permitirse estos gastos".
En cuanto a las familias, la "base" del proyecto, se muestran encantadas con estos niños. "Son ellos los que nos enseñan muchas cosas", comenta Rita, una madre de acogida. "La ayuda es mutua, tanto de nuestra parte como de la suya. Mi hija se enriquece de la niña saharaui y le hacemos ver lo que ella tiene y lo que no, y así se da cuenta de la suerte que tiene".
Todos estos niños además tienen algo en común, el aprecio de las cosas que nosotros no valoramos. El agua, una casa o un coche son para ellos cosas muy valorables ya que no disponen de ellas en sus vidas normales. Ellos, muy contentos por estar aquí, aseguran que lo que más les gusta es "la piscina y el parque de atracciones".
Es solidaridad
Marta, la coordinadora actual del programa, apunta también a una cosa muy importante, "nosotros no les acogemos por caridad, lo hacemos por solidaridad. Ellos tienen sus vidas allí, a sus familias y les echan de menos; nosotros somos sus familias de verano, pero siempre hacemos ver a los que acogen, que los niños no son nuestros, que tienen sus vidas allí". Por ello, cuando tienen que regresar al Sahara, "lo hacen encantados. Echan de menos a sus familias y quieren volver a sus casas", dice Marta.
Para más información sobre el programa en él 630 41 13 06.
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