Marcos Vidal, propietario de La Bodega Regia de León y conocido como 'Marquitos', ha recibido esta tarde en la sede de León Capital Española de la Gastronomía 2018, en la Casa de las Carnicerías, el título 'I Embajador del caramelo Ronchito'. Marquitos se ha convertido en el auténtico embajador de este caramelo identificado con León, que nació a mediados del siglo pasado, ya que siempre regala un ronchito allí donde va.
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gentedigital.es
12/7/2018 - 20:41
El acto, organizado por Caramelos Santos, se enmarca en las actividades de la capitalidad gastronómica y del proyecto 'León, manjar de Reyes'. Ha reunido en la Casa de las Carnicerías, además de los responsables de la empresa de caramelos, al alcalde de León, al presidente de la Dipuaación y a la Academia Leonea de la Gastronomía, entre otros.
Caramelos Santos entregó a 'Marquitos' la insignia que le acredita como primer embajador del caramelo más leonés, el ronchito. Marquitos agradeció el reconocimiento y explicó que siempre lleva en sus bolsillos algún caramelo que reparte alli donde va consiguiendo así sonrisas. El acto finalizó con la entrega de premios del concurso de fotografía del caramelo Ronchito, o alguno de sus familiares como protagonistas. Los trabajos presentados han estado expuesos en la Casa de las Carnicerías.
Historia del Ronchito
La historia de tan peculiar golosina, que ha conseguido que su nombre se asocie a León, está unida a la trayectoria de la única fábrica de caramelos leonesa que funciona en la actualidad. En los años que siguieron a la Guerra Civil Española, la escasez de materias primas hacía que estas se gestionasen a través del Estado, éste era el caso del azúcar, materia imprescindible en la elaboración del caramelo, por este motivo la tradición de elaboración de golosinas que tan arraigada estaba en nuestra provincia prácticamente desapareció.
Aun así recién estrenados los años 50 y cuando todavía las condiciones del país apenas empezaban a despertarse se funda la empresa Caramelos Santos, que empieza a abrirse un hueco en la maltrecha economía leonesa. Su objetivo era crear un caramelo original, único, que fuera representativo de su tierra y le sirviera como carta de presentación de los productos de su firma.
Los medios no eran muchos, razón por la cual este caramelo no podía ser un producto altamente industrializado sino al contrario algo artesanal y genuino, algo nuestro, algo que llegara al recuerdo de quien lo consumiera mediante el paladar, y en esto...
En esto llegó la idea, Ángel recordó que siendo niño se calentaba en el fuego el azúcar hasta que ésta se fundía y se tornaba caramelo, como se venía haciendo desde siempre, pero en su casa le daban un toque especial al mezclar este caramelo líquido y caliente con trozos de frutos secos que compraban en el mercado. Ahí estaba la idea, azúcar fundido al fuego vivo, la forma más antigua de conseguir un caramelo, a esta base le fue añadiendo diferentes frutos secos hasta dar con la sencilla fórmula que tanto éxito obtuvo entre todos los públicos...
Azúcar, cacahuete, cacao.... y algo más. Esa era la frase que siempre contestaba Ángel Santos cuando le preguntaban por la composición de sus productos. Naturalmente ese algo más es tiempo, dedicación y cariño, los tres ingredientes principales, añadía con una sonrisa. El siguiente paso, el nombre, Ronchito, derivado del curioso verbo leonés ronchar, que viene a significar masticar, morder, deshacer con los dientes, y que después de tantos años aún sigue siendo un nombre totalmente adecuado a la golosina que representa.
Cualquier leonés de mediana edad recordará esta frase y aquel negrito (la mascota) que colocado en alguna calle céntrica repetía sin cesar la pegadiza canción "RICO, RICO, CARAMELO RONCHITO... A MAMÁ LE GUSTA TANTO". Entraban los años 60 y con ellos la gran explosión demográfica española, los jóvenes consumidores exigían nuevos productos y sabores, y en estos jóvenes caló rápidamente la filosofía del Ronchito. Un producto natural, sin colorantes ni conservantes, hecho artesanalmente y con un sabor inigualable. Con el tiempo, el Ronchito se acompañó de la coletilla "de León".
En el año 1.980 se hace cargo de la fábrica de Caramelos Santos Andrés Martínez Puente, quien continuó la tradición y dioi un nuevo impulso a la elaboración de los fabricados, teniendo un especial cuidado en el ya consolidado y tradicional Ronchito, pues no en vano aún hoy sigue siendo una empresa leonesa, cien por cien familiar.
En el presente ponen a disposición de los consumidores la más innovadora maquinaria de fabricación de caramelos y dulces, unido a una cuidada mejora y modernización de las técnicas artesanales, que tanta fama han dado a sus productos, todo ello avalado con un sistema de calidad interno basado en la estructura ISO.
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