Archivado en: BBK Live 2012, Kobetamendi, The Cure, Radiohead, Keane, Garbage, cartel, organización, accesos, perspectivas, Marcos Blanco, Melómanos
El BBK Live recibió a 109.178 personas en su séptima edición, todo un récord de asistencia para un festival que tuvo 103.083 espectadores durante el pasado año. Sin lugar a dudas, la presencia de The Cure y Radiohead en el cartel supusieron un atractivo masivo para alcanzar esta cifra. Eso sí, el éxito también se debió a la mayor presencia británica por el giro en la selección musical hacia aquel territorio.
Cartel: Las bandas de Robert Smith y Thom Yorke (sobre todo esta última con casi 40.000 almas) fueron los dos focos de atracción para reventar Kobetamendi. Keane y Garbage estuvieron bien, pero el sábado merecía un nombre mayor. Pese a la importante oferta, la variedad y la calidad no fue tan alta como la del año pasado. El producto británico pesó demasiado. España merece más espacio. Además, la coincidencia de tantos artistas en los diferentes escenarios redujo el disfrute del respetable.
Organización del recinto: Se habla de un posible cambio de ubicación para el festival, aunque todo lo que sea bajar del monte o darle un toque poligonero puede matar su crecimiento. Más que esto, la gente de Last Tour International debería reorganizar los servicios existentes en Kobetamendi para que haya más zonas (y mejor distribuidas) de tickets, sanitarios o recipientes de basura en su interior. Ya sé que el público pierde el civismo con dos copas, pero al menos no podrán alegar escasez. En cuanto a la comida y a la bebida, nada que objetar. Precios razonables y buena calidad.
Accesos: En líneas generales, la subida a Kobetamendi desde San Mamés se realizó con fluidez durante las dos primeras jornadas. Obviamente, si todo el mundo sube en hora punta se tardará más en ascender la montaña. De todos modos, esperar 20 minutos para luego bajarse en 10 y que te dejen a 15 caminando del recinto no tiene mucho sentido. Por cierto, el bus urbano número 58, que se pilla frente a la Ribera, también va para arriba. Otra opción es subir o bajar caminando. Se tarda media hora como mucho de la entrada a Termibus.
Perspectivas: Esperemos que el BBK Live no pierda la cabeza como ha sucedido en el caso del FIB, donde prima más el turista extranjero que el nacional y la fiesta oculta el déficit de bienestar durante cuatro días. Tras siete ediciones, llega el momento del análisis y de marcar las pautas a seguir. Con la subida del IVA para los espectáculos hasta el 21 por ciento, habrá una gran incertidumbre por el precio de los abonos y la oferta propuesta para el próximo año.
Publicado el 17 de julio de 2012 a las 10:45.