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Blog de Marcos Blanco

Melómanos

Exitosa despedida de 'PortAmérica' en la reivindicación del exquisito producto nacional

Archivado en: PortAmérica, festival, Porto do Molle, Nigrán, Vetusta Morla, Fuel Fandango, Depedro, Corizonas, Zoé, Esmerarte, Marcos Blanco, Melómanos

Miles de personas cerraron ayer la primera y maravillosa edición de ‘PortAmérica', un festival cuyas sensaciones vividas le auguran un eterno futuro, gratificante para los miles de melómanos que por allí se pasaron durante estos tres días.

Si el jueves hubo una euforia autóctona con dos ídolos locales (Iván Ferreiro, Xoel López) y el viernes la historia tuvo un carácter universal (Kitty, Daisy & Lewis, Julieta Venegas, Love of Lesbian), lo de este sábado fue la representación del ‘tiki taca' español en el ámbito musical. Por mucho ‘indie' extranjero (en otros estilos pasa lo mismo) y grupo sobrevalorado que nos traigan de fuera con elogios gratuitos, la calidad del producto nacional nada tiene que envidiar a las propuestas foráneas. La simple contemplación de los ‘shows' realizados por Vetusta Morla, Corizonas, Depedro o Fuel Fandango sirvieron para reivindicar, sin pretensiones egocéntricas, esta condición a base de talento, infinito, y pasión, natural como la vida misma.

Obviando dos interesantes aperitivos como los coruñeses Combo Dinamo y los argentinos Onda Vaga, Jairo Zabala saludó al respetable, escaso sobre las nueve de la noche, para iniciar una hora de música sin fronteras, tan mediterránea como ‘tex mex' en su concepto, interpretando temas de los dos álbumes de Depedro. Bonito, bien bonito le quedó el concierto a la banda de este gran músico, culminado con un desatado ‘Comanche' en el que destacó la sorpresa del Indio (batería de Vetusta Morla) a la percusión. Tras el ‘show' de Jairo y compañía, esencia sonora de ‘PortAmérica' por este puente artístico entre los dos lados del Atlántico, llegó el turno de los mexicanos Zoé, artífices de un pop-rock espacial de atmósferas adecuadas para irse de viaje a la luna. Sonaron un poco saturados durante varios temas, pero dieron un recital potente, galáctico y directo a la yugular.

Pasadas las once y media de la noche, Porto do Molle era un hervidero de gente que tomaba posiciones para un tramo final vertiginoso. Con Javier Vielba excelso en su papel de ‘frontman' y  un sentido colectivo sensacional, tan aplicable a su comportamiento humano como artístico sobre el escenario de Nigrán, los Corizonas agrandaron esa leyenda que crece a pasos agigantados desde que sacaron  ‘The News Today', el principio de esa unión celebradísima entre Los Coronas y Arizona Baby. Rock, blues, country y folk de otro tiempo para olvidarse de toda las malas noticias que nos rodean. Únicos en su especie.  

Después de estos fenómenos, culpables de uno de los mejores directos del festival, surgió el momento que todos esperaban, la irrupción en Porto do Molle de los tremendos Vetusta Morla. Los acordes de ‘Mapas' anunciaron el arranque de un concierto inolvidable para los primerizos en su materia, aunque falto de esa sensación mágica que suelen transmitir allá arriba de principio a fin. Un sonido deficiente y la falta de chispa, léase en términos de improvisación instrumental y vocal, fueron la tónica dominante hasta el ecuador de la esperada sesión. Luego, todo cambió y ‘El hombre del saco', ‘Sharabbey Road, ‘La cuadratura del círculo' o ‘Los días raros' dejaron un poso sublime, a altura de su poderío y constatado por un público que siempre funciona como perfecto e inconsciente termómetro de lo que sucede.

Aquello no se había acabado. Fuel Fandango, el dúo formado por Nita y Ale Acosta (acompañado en la batería de Carlos Sosa), continúo la fiesta con su personalísima mezcla de funk, soul, electrónica y flamenco. La camaleónica voz de esta bellísima cantante, un ángel vestido de azul, le otorgaba a la intensísima sección rítmica del proyecto una autenticidad ejemplificada con ‘Shiny Soul', el ‘hit' de su primer y único álbum homónimo. Finalizada la orgía sonora de los Fuel Fandango, los DJ's de la Fábrica de Chocolate alargaron hasta la extenuación un placer que ya se echa de menos, como a las cosas que más quieres. Una apuesta valiente. Un éxito rotundo.

 

Publicado el 22 de julio de 2012 a las 17:00.

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Cuando todos fuimos uno en el viernes universal de 'PortAmérica'

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Si la primera jornada de ‘PortAmérica' fue un ejercicio de euforia autóctona con los magníficos conciertos de Xoel López e Iván Ferreiro, el segundo día del festival que concluye hoy en Porto do Molle (Nigrán) supo a gloria con Love of Lesbian, Julieta Venegas y Kitty, Daisy & Lewis como sensacionales agitadores de masas. Un cóctel sonoro riquísimo en buena compañía.

Martynez, Disco Las Palmeras! y el precioso experimento de Eladios y Los Seres Queridos con la Orquesta de Saxos de Redondela (había 39 sobre el escenario) demostraron el talento, así como la variedad estilística, de un territorio gallego muy presente en los primeros integrantes del festival durante su jornada del viernes. En torno a las 10 de la noche, hora prevista para Kitty, Daisy & Lewis, el aparcamiento del recinto ya era un presagio de lo que iba a suceder de seguido en el interior de ‘PortAmérica'. Allí, una muchedumbre excitada por la llegada del fin de semana y tres proyectos tan populares como artesanos en su elaboración se disponía a perder la voz, la cabeza e incluso la noción del tiempo.

La familia Durham fue el caviar internacional de ‘PortAmérica' con una portentosa exhibición instrumental y técnica que incluyó piezas de sus dos álbumes (el homónimo de 2008 y ‘Smoking in heaven' de 2011), confeccionados a base de rockabilly, blues, swing y country. Un set revival, ‘oldie' tanto en su sonido como en las formas, agradecido por la gente con infinitos momentos pélvicos, palmas y miradas de incredulidad. La armonía sonora resultante de este quinteto evidenció que llevan la música en los genes.

La formación londinense dio paso a la mexicana Julieta Venegas, un relevo propio de los sonidos del mundo presentes en ‘PortAmérica'. Hablamos de una de las artistas latinas más conocidas en nuestro país durante la última década, circunstancia proclive al entusiasmo colectivo y a los afinados coros del respetable durante los numerosos ‘hits' de esta dulzura personificada. Seduce por lo que dice y por cómo transmite un pop para todos los públicos, impregnado por un alucinante poderío vocal.

Íntima (protagonizó el momento más romántico del festival con la interpretación de ‘Lento') y festiva (rompió nuestras caderas con el ‘Sin Documentos' de Los Rodríguez) al unísono, combinó temas de ‘Otra cosa', su trabajo más reciente, con una larga lista de clásicos entre los que no faltaron ‘Limón y sal', ‘Me voy' o ‘Andar conmigo'. Un ‘show' memorable.

Pasada la una de la madrugada, el ambiente ya estaba caldeado para recibir a Love of Lesbian, cuyo magnetismo hizo que la masa se ensanchase hasta la parte de la barra más próxima a la mesa de sonido. Al igual que en el caso de Venegas (triunfó aquí con su tercer largo ‘Sí' de 2003), los catalanes encabezados por Santi Balmes acumulan otros quince años dando guerra con un pop-rock muy especial, distinto a lo habitual.

La autenticidad es una forma de ser que siempre compensa a largo plazo y, aupados por esas letras con las que uno siente una adictiva identificación, los LOL se vaciaron con un espectáculo soberbio, potente, divertido, elevándonos a esa dimensión donde fuimos todos uno, rememorando temazos de ‘1999' (‘Allí donde solíamos gritar', ‘El club de fans de John Boy', ‘Algunas plantas') o composiciones más recientes como ‘Si tú me dices Ben, yo digo Affleck' de ‘La noche eterna. Los días no vividos' (2012). Grandes, muy grandes.

El corazón pedía más marcha, pero el cuerpo dijo basta y, tras observar cómo Peter Hook (New Order, Joy Division) inyectaba un ritmo infernal en Porto do Molle con el ‘Hung up' de Madonna sobre la base del ilustre ‘Blue Monday', hubo que retirarse, recordando a cada paso entre el recinto y el coche que todo esto no fue una fantasía.

Publicado el 21 de julio de 2012 a las 15:00.

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El BBK Live 2012, un éxito de público con ciertas sombras organizativas sobre el cartel y los servicios

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El BBK Live recibió a 109.178 personas en su séptima edición, todo un récord de asistencia para un festival que tuvo 103.083 espectadores durante el pasado año. Sin lugar a dudas, la presencia de The Cure y Radiohead en el cartel supusieron un atractivo masivo para alcanzar esta cifra. Eso sí, el éxito también se debió a la mayor presencia británica por el giro en la selección musical hacia aquel territorio.

Cartel: Las bandas de Robert Smith y Thom Yorke (sobre todo esta última con casi 40.000 almas) fueron los dos focos de atracción para reventar Kobetamendi. Keane y Garbage estuvieron bien, pero el sábado merecía un nombre mayor. Pese a la importante oferta, la variedad y la calidad no fue tan alta como la del año pasado. El producto británico pesó demasiado. España merece más espacio. Además, la coincidencia de tantos artistas en los diferentes escenarios redujo el disfrute del respetable.

Organización del recinto: Se habla de un posible cambio de ubicación para el festival, aunque todo lo que sea bajar del monte o darle un toque poligonero puede matar su crecimiento. Más que esto, la gente de Last Tour International debería reorganizar los servicios existentes en Kobetamendi para que haya más zonas (y mejor distribuidas) de tickets, sanitarios o recipientes de basura en su interior. Ya sé que el público pierde el civismo con dos copas, pero al menos no podrán alegar escasez. En cuanto a la comida y a la bebida, nada que objetar. Precios razonables y buena calidad.

Accesos: En líneas generales, la subida a Kobetamendi desde San Mamés se realizó con fluidez durante las dos primeras jornadas. Obviamente, si todo el mundo sube en hora punta se tardará más en ascender la montaña. De todos modos, esperar 20 minutos para luego bajarse en 10 y que te dejen a 15 caminando del recinto no tiene mucho sentido. Por cierto, el bus urbano número 58, que se pilla frente a la Ribera, también va para arriba. Otra opción es subir o bajar caminando. Se tarda media hora como mucho de la entrada a Termibus.

Perspectivas: Esperemos que el BBK Live no pierda la cabeza como ha sucedido en el caso del FIB, donde prima más el turista extranjero que el nacional y la fiesta oculta el déficit de bienestar durante cuatro días. Tras siete ediciones, llega el momento del análisis y de marcar las pautas a seguir. Con la subida del IVA para los espectáculos hasta el 21 por ciento, habrá una gran incertidumbre por el precio de los abonos y la oferta propuesta para el próximo año. 

Publicado el 17 de julio de 2012 a las 10:45.

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Keane y Garbage, nostalgia festiva para cerrar el BBK

Archivado en: BBK Live 2012, Kobetamendi, Garbage, Keane, Corizonas, Eli Paperboy Reed, Marcos Blanco, Melómanos

Aunque para muchos era el día más flojo en cuanto al cartel del festival, casi 33.000 personas (32.280) festejaron, en buen número hasta altas horas de la madrugada, el cierre del BBK Live en su séptima edición. Keane y Garbage focalizaron la atención con dos ‘shows' tan notables como complementarios en su propuesta estilística. Además, Corizonas y Eli ‘Paperboy' Reed pusieron el nivel muy alto y muy pronto para las medianías posteriores en un sábado discreto.

Con una temperatura más que agradable durante el día y muy fresca por la noche, Kobetamendi acogió la última jornada de un festival que para numerosos melómanos ya había compensado por las dos jornadas anteriores con The Cure y Radiohead. Probablemente, quienes optaron por permanecer hasta el final, argumento que permite comprender la buena afluencia del sábado, para aprovechar el bono músico-social decidieron exprimir las últimas energías que les quedaban.

Si estuvieron arriba desde el principio, abrirían la boca de admiración tras los pasos de Corizonas (primeros en subir al escenario 1) y Eli ‘Paperboy' Reed (idéntica situación en el 2). Los primeros, fusión de Los Coronas con Arizona Baby, rentabilizaron su escaso tiempo (casi una hora) con rock, folk, surf y blues de calidad, mucha calidad. Lo mismo le sucedió al ‘soulman' de Boston, grandioso junto a su band ‘The True Loves' en el único y escaso guiño de la programación a la música negra. Lo suyo parece un don divino por sus desgarradores agudos y una actitud incansable hasta el aplauso definitivo.

Luego, con todos mis respetos y la ignorancia de quien seleccionó sin exhaustividad por el hecho de ser una rubia de bote aclamada por las masas, el nivel descendió a niveles marginales con nombres como The View o Glassvegas, principales actuaciones antes de los cabezas de cartel. El sonido machacón de unos y otros, escoceses en ambos casos, afectaba incluso a la jovialidad de las conversaciones. Afortunadamente, el comienzo de un ‘prime time' festivalero que alcanzó las cuatro horas inutilizaría casi dos y media de incomodidades sonoras.

Dentro de su pop-rock elegante y armónico, muy definido y caracterizado en las estructuras con la espectacular voz de Tom Chaplin, Keane firmó un recital estupendo con un repertorio que repasó sus ocho años de vida desde ‘Hopes and Fears', el bombazo inicial, hasta ‘Strangeland', última y bonita creación discográfica de los británicos. Obviamente, ‘Somewhere only know' o ‘Everybody's changing', piezas de aquel álbum, fueron dos puntos álgidos en carne y hueso.

Para completar la fiesta, hubo un trasvase de la melancolía actual proporcionada por Keane a la generacional de unos Garbage cuya popularidad en España durante la década de los 90 con su pop-rock electrónico cautivó a quienes nacieron entre finales de los 70 y principios de los 80. El grupo de Shirley Manson cumplió con creces y, sobre todo, elevó los ánimos del respetable con clásicos como ‘Stupid girl' o ‘I think I' m paranoid'.

Con poco que rascar tras la conclusión de Garbage, los más ‘bailongos' y ávidos de cachondeo hasta el agotamiento corporal se acercaron a la carpa para disfrutar con los ‘hits' de Independance y Nasty Monday's. A las siete todavía quedaba gente allá arriba. Una lluvia final y escasos rayos solares advertían la llegada de un nuevo día. ¿Nos veremos en 2013?

 

Publicado el 15 de julio de 2012 a las 12:00.

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Radiohead, una seducción masiva en Bilbao

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La música sigue sonando en el BBK Live 2012, donde este sábado se celebrará la tercera y última jornada de un festival que ayer batió su récord de asistencia en un solo día. El motivo era bien sencillo. Actuaban los Radiohead, la banda más transgresora de las últimas dos décadas. Su sobresaliente directo minimizó un programa descafeinado y mojado por una lluvia refrescante.

La expectación para ver a la banda encabezada por Thom Yorke fue tal que una marea humana se había posicionado frente el escenario principal casi una hora antes de que las grandes estrellas de la noche tomasen el relevo del ‘minimalismo' electrónico de Four Tet, inapropiado como preámbulo de los artistas más esperados del día. Si el jueves todo estuvo cargado de propuestas cualitativas, obviando el sumun de The Cure, desde el principio hasta entrada la madrugada, no sucedió lo mismo a golpe de viernes.

Las chicas de Warpaint agradaron muchísimo con  con su liviano art-rock norteamericano y Mumford & Sons puso la nota folclórica con una ceremonia masiva de ‘chumbafolk' menos conmovedora que su sonido de estudio. Repeticiones melódicas y una voz menos personal, la de Marcus Mamford, de lo requerido para crear giros interpretativos deslucieron una puesta en escena que, pese a su imperfección, hizo saltar, cantar y bailar a todos. Bendita comercialidad.

Coincidían estos ingleses con los neoyorquinos Here we go Magic en uno de los grandes errores de la organización para este año. El funcionamiento de los diferentes servicios del recinto merecen un notable alto (también el transporte hasta arriba), pero solapar artistas no viene a cuento. Fue un signo distintivo hasta el pasado año que ya se ha perdido. Con Luke Temple al frente, los de Brooklyn brillaron con su capacidad técnica para variar ritmos y sonidos. Incluso, tenían una muñeca como teclista.

The Kooks, Bigott, Awolnation y Four Tet, además de unos We Are Augustines a los que servidor no pudo llegar por la imposibilidad física de estar en todas partes, pasaron por Kobetamendi sin dejar apenas huella. Eso sí, la larga espera y el vacío artístico finalizaron cuando Radiohead comenzó a sonar.

La gente estaba entregadísima ante ellos y, tras unos primeros temas con deficiencias sonoras por las dificultades para escuchar nítidamente a Yorke, sus ídolos demostraron durante una hora y tres cuartos esa ganadísima condición de grupo más innnovador del panorama musical desde principios de los 90. Juegan con el pop, el rock y la electrónica de un modo sensacional, firmando un rompecabezas sonoro donde, sobre todo, prima la creatividad. ‘Paranoid Android' o ‘Karma Police' fueron dos de los temas más aclamados de un conciertazo, demasiado corto y poco personal en la despedida.

Fans de Radiohead y notablemente influencias por su música, sobre todo en el primer álbum, Vetusta Morla cerró la noche con un potente directo, probablemente el mejor en cuanto al pop-rock-electrónico nacional, que duró una hora larga y cuyo único error fue ese ‘Hola Donosti' vociferado por Pucho cuando estaba en Bilbao. Por nivel y trayectoria debieron actuar en el escenario más grande, pero, ya sabe, todo lo que viene de fuera siempre parece mejor o vende más. Una pena.

Publicado el 14 de julio de 2012 a las 13:30.

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The Cure impresiona en Kobetamendi

Archivado en: BBK Live 2011, Kobetamendi, Marcos Blanco, Melómanos, The Cure, Snow Patrol, The Maccabees, Jon Spencer Blues Explosion, Pat Mahoney, James Murphy

Mediodía de viernes. Brilla el sol y hace calor sobre Bilbao, una ciudad transformada en hostal de peregrinaje para miles de personas que viven por y para el BBK Live. Casi 37.000 personas asistieron ayer a la primera jornada del festival en Kobetamendi, donde Robert Smith y los suyos, The Cure, compensaron un incómodo retraso con una exhibición descomunal, propia de su leyenda.

El lunes analizaremos todo con mucho más detalle, pero el arranque del BBK tuvo diversos momentos para la posterioridad. Cuentan que The Maccabees estuvieron magníficos, el pop dulzón de Snow Patrol resultó bastante anodino (salvo el ejercicio coral de ‘Chasing Cars') y John Spencer Blues Explosion reventó Kobetamendi con un inagotable mezcla de rock, blues y punk.

Envueltos en una atmósfera privilegada, los melómanos que se acercaron hasta aquí esperaban después a los cabezas de cartel, retrasados por un problema técnico. Profesional supremo, Robert Smith decidió salir al escenario para marcarse un set acústico de tres temas (ver vídeo) tras 45 minutos de incertidumbre.

Resulta brutal apreciar cómo mantiene la extraordinaria voz de antaño, buque insignia de una posterior actuación colectiva al alcance de muy pocos en este globo terráqueo. Sí, la voz sonaba más alta (un poco estridente) que el resto de los instrumentos, pero para ‘Just like heaven' ya estaba todo solucionado.

Quizá no hacía falta alargar tanto el espectáculo (hubo un tramo demasiado pausado en cuanto al repertorio), pero la autenticidad sonora y plasticidad instrumental de The Cure superó cualquier expectativa. ‘Boys don't cry' supuso el final de un verdadero conciertazo. Los chicos de Bloc Party ya llevaban un rato incendiando al personal el segundo escenario y la conjunción electrónica de James Murphy con Pat Mahoney (LCD Soundsystem) funcionó como una sutil banda sonora de regreso a casa.

Publicado el 13 de julio de 2012 a las 12:00.

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Se aproxima el BBK Live 2012, un tesoro musical durante tres días en el corazón verde de Kobetamendi

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No queda nada para que Kobetamendi se transforme en el epicentro musical de este país durante tres días (jueves 12, viernes 13 y sábado 14 de julio). Tras la maravillosa experiencia del pasado año, récord de asistencia con más de 103.000 personas, toca repetir y llega la séptima edición del que probablemente sea el mejor festival realizado durante la época veraniega en España. Sí, lo sé, cada uno tiene sus gustos, pero ya podéis ir buscando argumentos para encontrar tantos artistas de calidad por un precio sorprendentemente asequible (el bono para las tres jornadas cuesta 105 euros) en un entorno natural y agradable. Además, muy cerca de una gran ciudad como Bilbao.

The Cure, Radiohead y un estrellato compartido (Garbage-Keane) son las principales figuras diarias de un cartel que incluye cerca de 60 propuestas musicales con pop, rock y electrónica como principales estilos sonoros desde las 6 de la tarde hasta el amanecer (7 u 8 de la mañana dependiendo del día). La presencia de grupos más contemporáneos en cuanto a su época de mayor apogeo (Snow Patrol, The Kooks, James Murphy o Pat Mahoney como ex integrantes de LCD Soundsystem) convive perfectamente con otras formaciones clásicas por su nacimiento en la década de los 90 (ahí están las de Shirley Manson y Thom Yorke). Además, hay ponerse de rodillas ante la reliquia más inconmensurable del festival: los chicos de Robert Smith. Pese al predominio de las tres etiquetas anteriores, también existe cabida para otros caminos como el punk-blues de Jon Spencer Blues Explosion o las influencias folk de Mumford & Sons y Corizonas. En definitiva, todo un gustazo auditivo para mentes abiertas, más propias del siglo XXI que de períodos prehistóricos.

La variedad y prestigio de la oferta musical en este BBK Live 2012 hace que uno se frote las manos, pensando además que con el simple hecho de ver a dos grupazos descomunales como The Cure (estarán al menos tres horas encima del escenario como hicieron en el Primavera Sound) o Radiohead (será el único concierto de España) ya has amortizado la entrada, sin incluir las más de 30 horas de directos que te faltarían por ver. La alta estima de este melómano hacia el festival también incluye su atmósfera, ya que se celebra en una montaña preciosa con mucho verde donde sentarse, descansar o disfrutar del espectáculo. El lugar es muy espacioso, cercano a la capital vizcaína y con fáciles conexiones en autobuses que salen desde San Mamés (Termibus) y el BEC de Barakaldo. Si estás acostumbrado a las agobiantes y masificadas explanadas de hormigón, esos recintos poligoneros tan alejados del mundo e incómodos para cualquier ser humano, vas a alucinar con Kobetamendi y su gente. Hay tan buen rollo, que los días se hacen eternos para volver allá arriba. ¡Vamos!

Publicado el 3 de julio de 2012 a las 10:45.

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El memorable 'bolo' vigués de The Pretty Things

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Sentado en una mesa en los exteriores de la sala Playmovil (referencia olívica en la programación de eventos musicales), Phil May disfruta saludando a los fans, sacándose fotos y vacilando con el personal a sus 67 años mientras degusta una copa de vino blanco. Tan exhausto físicamente como feliz en su interior, ha sido uno de los artífices del conciertazo ofrecido en Vigo por The Pretty Things, uno de los grupos más legendarios de la música en su último medio siglo, durante la noche del pasado sábado tras el excelente prólogo de los lanzadísimos The Soul Jacket.

Junto a él estuvieron, a dos metros del público por la extremada cercanía que ofrece el alargado escenario, el soberbio Dick Taylor (sí, sí, el que fuera primera bajista de los Stones) a la guitarra, Frank Holland (un cuarto de siglo tocando el mismo instrumento que Taylor en la banda) y dos maravillosos jóvenes que ya llevan unos años tocando con ellos: George Pérez (bajo) y Jack Greenwood (batería). A sus 22 años, Greenwood, encargado de aporrear las baquetas ya se está convirtiendo, sin lugar a dudas, en uno de los mejores en lo suyo. Lo hace todo de un modo tan natural que te deja boquiabierto.

Del quinteto inicial (Phil May, Dick Taylor, Brian Pendleton, John Stax, Viv Prince) sólo quedan los dos primeros en el grupo, pero la esencia de este mítico proyecto nacido en 1963 permanece intacta con espectáculos técnicamente sobresalientes y sentimentalmente inmejorables por el sudor desprendido durante todo el repertorio vigués. Aquello fue un no parar, perfecto para recordar a esos The Pretty Things que marcaron una época en el Reino Unido con su prodigioso R&B. El ‘garage', la psicodelia, el punk y ese rock crudo que mueve tantas cabezas de un lado para otro forman parte de la singular genética de un grupo emblemático donde los haya.

Cuando se bajaron del escenario para compartir tertulia con las decenas de personas que fueron a verles demostraron una humanidad, una normalidad que ya para sí querrían muchas figuras de cartón piedra, aupadas desde hace dos días por cuatro críticas y ensalzados como un plato de consumo obligatorio. Mientras Taylor se marchaba para el hotel sin hacer ruido, después de un rato largo, May aseguraba que no tiene fecha de caducidad. "Supongo que llegará un día en el que me levante y no quiera seguir, pero por ahora no ha sucedido", afirma con un agudo sentido del humor. Seguidor de Queens of Stone Age o Kasabian, entiende que hoy en día es muy complicado hacer algo fresco. Ellos lo hicieron. Tanta modernidad y esas ansias por las novedades suele nublar nuestras neuronas.

Publicado el 25 de junio de 2012 a las 21:00.

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Smile, efecto conseguido

Archivado en: Universimad, Xoel López, Atlántico, The Great Barrier, The Patinettes, Yakuzas, Smile, Seasides, Marcos Blanco

Volvamos atrás en el tiempo. Domingo 13 de mayo. Universidad 2012. Lo que podría ser una tarde agradable de música en la Casa de Campo con la única pretensión de ver el ‘Atlántico' de Xoel López acabo siendo un descubrimiento constante de grandes bandas que están dando sus primeros pasos, aunque otras ya se sitúan a medio camino entre el anonimato y la popularidad. Tuve la oportunidad de conocer a The Great Barrier, The Patinettes o Yakuzas (sus actuaciones están recogida en este podcast) y también disfrute muchísimo viendo en vivo a Smile.

John Franks, Ferdy Bretón, Javi González y Josu Aguinaga ofrecieron media hora fabulosa, con diversas melodías luminosas que nos hicieron viajar a las playas californianas con un sonido creado a base de pop, folk y rock. Tan Beach Boys como Wilco, escuchándoles sería factible que te viniesen a la cabeza Neil Young, America, Mumford & Sons o Jack Johnson. Amantes del surf como el propio autor de ‘Better Together', llegan desde Getxo (Vizcaya), han sacado ya dos larga duración y están estrenando su nuevo EP ‘Seasides'. Darán mucho que hablar.

Publicado el 14 de junio de 2012 a las 10:15.

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Enganchado al 'Dreams are gone' de Julián Maeso

Archivado en: julián maeso, dreams are gone, santi alcanda, como lo oyes, Radio 3, The Soul Jacket, Jane Joyd, Marcos Blanco

Nuestra vida se convierte, día a día, en un camino repleto de novedades, sorpresas agradables y otros sucesos menos satisfactorios. A veces, todo parece una secuencia de ida y vuelta, la cuadratura de un círculo, pero en otras ocasiones el destino, la curiosidad o la naturalidad de las secuencias te llevan de un sitio a otro con un resultado inesperado. Voy a relataros un buen ejemplo de esta teoría, envuelta en una enorme banda sonora.

Hace días, leí en Facebook con alegría los progresos mediáticos, obvios por su calidad, de The Soul Jacket, una de las mejores bandas de rock&soul que he escuchado y visto jamás. Estos músicos gallegos llamaron la atención de Santi Alcanda, ilustre locutor de Radio 3, y sonaron en ‘Como lo oyes', un delicioso programa radiofónico para quienes echan de menos voces apasionadas o eruditas que tiñan de personalidad el hilo musical de tantas emisoras en las ondas actuales. El pasado sábado volví a verles en ‘Salason' (Cangas) y, dándolo todo desde la primera fila, he ratificado mi fanatismo indescriptible por esta gente.

Volviendo al programa, Alcanda puso después un temazo de Jane Joyd, otro gran proyecto de procedencia gallega, dos piezas muy agradables antes del gran bloque sonoro de aquella emisión. Anunció la entrevista con Julián Maeso y mi mente reaccionó recordando la figura de un músico reconocido por su labor como organista en bandas como The Sunday Drivers, The Sweet Vandals, Speaklow o The Blackbirds. Además, se ha ido de gira con M-Clan o Quique González. Casi nada.  

Tras escuchar el single ‘It's been a hard day', ambos charlaron sobre el primer disco de estudio en solitario para este multiinstrumentista toledano y con la presencia de Angie Sánchez se marcó un precioso set acústico. ‘Dreams are gone' es un doble CD que incluye 19 canciones, un viaje a través del blues, el soul, el pop, el rock, el country y hasta el reggae para confundir a Maeso con cualquier ilustre ‘songwriter' norteamericano de los años 60 y 70. Exprime todo su talento. ¡Qué bárbaro!

 

Publicado el 7 de junio de 2012 a las 20:30.

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Marcos Blanco

Marcos Blanco

Vigués. Gallego. Periodista 'todoterreno'. Entusiasta de la vida. Melómano. Loco del deporte. Celtista. Enérgico. Radiofónico. Así es Marcos Blanco, periodista que actualmente colabora en el Grupo de Comunicación Gente  con este blog, que nació un 19 de noviembre de 2008 con un 'post' sobre Jamie Cullum.

 

Esta web ha funcionado durante todo este tiempo como una banda sonora diaria, repleta de canciones que nos hacen amar la vida. Recuerdos, descubrimientos, opiniones, novedades, entrevistas o crónicas de conciertos han formado parte de 'Melómanos' y seguimos en la brecha:

 

marcosblancohermida@gmail.com

 

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