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Blog de Marcos Blanco

Melómanos

¿Se pasan con los precios de las entradas en los conciertos?

Archivado en: música, Arcade Fire, concierto, compra, entradas

Con la crisis económica que nos persigue, cualquier gasto o inversión merece un pormenorizado estudio de sus consecuencias. La compra de una entrada para un concierto no iba a ser menos. Si pretendes acudir al directo de un grupo o artista consolidado, que vende muchos discos o recibe el beneplácito de la crítica, vas a tener que pagar un dinero que, en la mayoría de los casos, supera los 40 euros. Con esta pasta uno puede llenar el depósito de combustible del coche, hacer una decente compra semanal en el supermercado o adquirir un billete de avión de bajo coste a un destino interente.

Soy consciente del gasto que supone la organización de un concierto, pero en algunos casos tengo la impresión de que las promotoras se están pasando y aprovechan de la precaria situación que vive la industria musical en la venta de discos. El personal quiere ver a sus artistas en directo y si es muy fan comprará la entrada. Sí o sí. Sin embargo, si eres un melómano con gustos diversos tendrás que elegir con cautela o descartar muchas posibilidades.

¿Se hinchan demasiado los precios de las entradas? A veces me lo parece. Esta reflexión viene a cuento de que los Arcade Fire, una banda superlativa, estará en Madrid el próximo mes de noviembre para dar un concierto. Las entradas cuestan alrededor de 40 euros. Quizá más. Les adoro, pero también a decenas de grupos que quiero ver en directo próximamente. ¿Compro la entrada? ¿No la compro? ¿Solicito un descuento por mis escasos ingresos monetarios? Menudo dilema.

Publicado el 8 de septiembre de 2010 a las 13:30.

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Sacar fotos o grabar vídeos, ¿ilegalidad evitable para el público en los conciertos?

Archivado en: música, concierto, Diana Krall, Elvis Costello, Santiago de Compostela, fotografías, vídeos, prohibición, revisión, móviles

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Leo en la Voz de Galicia y en El Mundo que la organización del concierto de Diana Krall requirió a numerosas personas que eliminasen fotografías de sus teléfonos móviles después de ver como hacían omiso a la ilegalidad, advertida en la entrada del concierto compostelano. ¿Con sentido?

Según comentan fuentes cercanas al evento, había un cartel en la entrada del recinto, situado en la compostelana Plaza de la Quintana, que advertía la imposibilidad de sacar fotos y vídeos durante la cita musical compartida por Diana Krall y Elvis Costello. ¿Cierto? Habitualmente, las entradas a los conciertos incluyen en su dorso información básica sobre la asistencia y una de las características suele ser la prohibición de tomar fotografías y sacar vídeos.

El personal de seguridad que controla los accesos puede impedir la entrada a las personas que portan cámaras digitales (rara vez lo hacen) o videocámaras (desconozco su actitud habitual al respecto). Hacen la vista gorda en multitud de ocasiones. Además, los móviles modernos, que permiten sacar fotos y vídeos, complican la situación, ya que de este modo habría que restringuir el acceso de la gran mayoría del público a los eventos musicales y se armaría la marimorena.

Si no se pueden grabar vídeos o realizar fotografías en los conciertos, ¿alguien me explica cómo se permite el aluvión de manos que alzan sus manos con los móviles durante una eternidad para guardar un recuerdo, aunque sea de poco calidad, que permita presumir al día siguiente?Esto sucede en casi todos los conciertos importantes a los que he ido. Por no decir todos. Tengan en cuenta, a la hora de analizar este asunto, que los fotógrafos de los medios de comunicación sí están controlados como debe ser y se les suelen permitir, dentro del foso, sacar fotos durante dos o tres canciones del repertorio.

Algunos asistentes al concierto de Diana Krall y Elvis Costello manifestaron su enfado al ver cómo miembros de la organización requerían sus móviles para comprobar que no había fotos de Krall en los mismos e invitarles a eliminar las que tuviesen. Una petición de Diana. ¿Está en su derecho, no? Luego, todo Dios sube los vídeos a Youtube o a cualquier plataforma digital para compartir la experiencia. ¿Nadie controla esto? Igual los propios músicos deberían hacer posible que sus espectadores tuviesen acceso a material gráfico del concierto en cuestión. Al fin y al cabo, lo que uno desea es sacarse la foto de rigor con el careto en primer plano y el artista al fondo o, simplemente, demostrar, sin la necesidad de la entrada física, que estuvo allí.

 

Publicado el 30 de julio de 2010 a las 12:00.

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Knopfler enseña su lado más folk y pausado en una sauna santiaguesa

Archivado en: música, concierto, Mark Knopfler, Get Lucky, Multiusos do Sar, Santiago

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Cerca de 9.000 personas llenaron casi en su totalidad el Multiusos do Sar de Santiago para ver en directo el directo de Mark Knopfler, que forma parte de la gira europea de 'Get Lucky', su último disco. El artista, que tocó con brillantez diversas guitarras sentado en una silla, ofreció su lado más folk para decepción de quienes deseaban ver la vertiente rockera del que fuera líder de Dire Straits. El espectáculo tuvo como notas negativas el insoportable calor que había en el recinto y muchos asistentes se quejaron también del deficiente sonido existente en el coliseo santiagués.

Cientos de personas aguardaban en la entrada del Multiusos do Mar a que abriesen las puertas para pillar un buen sitio en la pista o en las gradas poco antes de las ocho de la tarde. Con media hora de retraso, el público comenzó a entrar en el pabellón santiagués, que con el paso de los minutos se convirtió en un horno calorífico, debido a la ola de calor que sufre Galicia durante estos días y al deficiente acondicionamiento del recinto para que los espectadores no sudasen como pollos asados hasta las doce de la noche, hora a la que terminó el evento musical. Cuando uno paga cincuenta euros por un espectáculo no sólo debe exigir una calidad artística acorde con semejante precio, sino también una infraestructura adecuada para disfrutar del mismo con un digno bienestar. Si a este aspecto le sumamos los problemas en el sonido, que recibió numerosas quejas cuando el personal desalojaba el recinto, uno debe buscar culpables en la organización o en el equipo del propio Knopfler, que debería ser consciente de la situación.

Ante un público de todas las edades, con entrañables escenas de padres con hijos o grupos compuestos por diferentes generaciones, Mark Knopfler arrancó el concierto de la misma manera que comienza 'Get Lucky'. 'Border River', un maravilloso tema folk, animó de forma notable a los asistentes, que tenían ganas de marcha. Lo hizo con un retraso de diez minutos sobre la hora prevista: las 22:00 horas.

Guy Fletcher (teclados), Danny Cummings (batería), Richard Bennett (guitarra), Glenn Worf (bajo), Matt Rollings (teclados) John McCusker (violín) y Mike McGoldrick (flauta) acompañaron a Knopfler durante toda la velada, porque el romanticismo sonoro marcó este directo. Posteriormente, el escocés interpretó 'What it is', 'Sailing to Philadelphia' y 'Coyote', temas pertenecientes a uno de sus álbumes en solitario y demostraba que seguiría al dedillo el repertorio realizado durante los anteriores conciertos de su periplo español.

La solidez armónica del conjunto maravillaba a cualquiera, pero la voz del protagonista no tiene tanta fuerza como antaño y faltaba un poco de entusiasmo en el ambiente. Nadie duda del virtuosismo instrumental y sonoro que desprendía el escenario, pero la tranquilidad era excesiva allí arriba. 'Hill farmer's blues', del 'Ragpicker's Dream', aceleró un poco la fiesta y fue el preludio de dos temas consecutivos de Dire Straits, el principal reclamo de la gente que acudió al concierto. Muchos de ellos todavía recordaban aquel conciertazo de la banda en el estadio vigués de Balaídos durante el verano de 1992. Los acordes de 'Romeo and Juliet' emocionaron al público, así como el ritmo eterno de 'Sultans of Swing'. Arriba, la gente se levantaba de sus asientos para mover el esqueleto. El calor seguía machacando el cuerpo y la mente de los presentes.

Superado el ecuador del concierto, Knopfler regresó a esa constante combinación de folk y blues, con mayor carga del primer estilo, que preside su carrera en solitario. 'Done with Bonaparte', 'Marbletown' y 'Speedway at Nazareth' profundizaron su vertiente más reciente. Más moderna. Como si de un funcionario se tratase, el mítico componente de Dire Straits apenas se comunicó verbal o gestualmente con los espectadores, a excepción del clásico 'estoy encantado de estar aquí', expresado en inglés. Algún saludo con la mano y el acompañamiento guitarrero de ciertos '¡oe oe oe!', coreados por el público, fueron los únicos detalles para el recuerdo.

Eso sí, Knopfler habla cuando toca, cuando susurra e, incluso, cuando calla. 'Telegraph Road', todo un clásico de los Dire Straits, ejemplificó perfectamente esta teoría, recordando la mágica interpretación musical incluida en el 'Alchemy'. Más de diez minutos de música con variedad de ritmos, pausas y emociones. Sólo tocó cinco temas de su antigua etapa sobre un total de catorce, pero la simple escucha de éstos compensó el precio de la entrada. También fue el caso de 'Brother in arms', el diálogo de Mark Knopfler con su guitarra, que acerco los ojos al llanto, al principio y al fin de todo.

La vivacidad de 'So far away'  y el epílogo provocado por 'Piper to the end', canción que cierra su último disco, completaron una noche de ensueño, sudorosa, más sosegada de lo esperado, muy folk, acompañada por el blues característico de Knopfler pero sin los acordes rockeros que tanto han marcado la vida de esta leyenda viva de la música. Nos robó quince minutos. Debería haber salido de nuevo, pero las luces se encendieron y la huida fue rápida en búsqueda de aire fresco.

Publicado el 29 de julio de 2010 a las 15:15.

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Prince, 'festivalero' en Portugal

Archivado en: música, concierto, Prince, Super Bock Super Rock 2010, Portugal, Ana Moura, Kiss

La lista de artistas que no he podido ver todavía en directo incluye al señor Roger Nelson, más conocido como 'Prince'. Buceando por Youtube he observado un vídeo en el que el Príncipe de Minneapolis cantaba con Ana Moura y he alucinado al saber que ha estado en el 'Super Bock Super Rock 2010', un festival que se ha celebrado recientemente en tierras portuguesas. De haberlo sabido, como decía Quique González, me habría ido corriendo desde Galicia hasta el país vecino para disfrutar de este fenómeno en vivo. Su eclecticismo le permite hacer cosas como éstas...

Prince siempre ha sido un hombre, una persona adelantada a su tiempo y lo ha demostrado en su faceta artística. A sus 52 años, este estadounidense, que siempre ha tenido muy claro lo que quería, hizo gozar a miles de personas en el festival durante su actuación. Teniendo en cuenta lo complicado que es verle sobre un escenario (¿cuándo fue la última vez que pisó territorio español?), quienes estuvieron en el 'Super Bock Super Rock 2010' pueden sentirse afortunados. ¿Un besito?

 

 

 

Publicado el 21 de julio de 2010 a las 10:15.

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Adiós a The Sunday Drivers

Archivado en: música, The Sunday Drivers, despedida, concierto, FIB, Little heart attacks, The end of maiden trip

Era un secreto a voces, que tuvo como confirmación oficial la noche del pasado sábado 17 de julio. The Sunday Drivers han puesto punto y final a su este proyecto. Lo han hecho con un sensacional concierto en el FIB, donde el público disfrutó de cada segundo como demostraron durante los coros de 'Little heart attacks'.

La banda, cuyo último disco  'The end of Maiden Trip' salió en 2009, explicaba el pasado mes de mayo a través de una nota en su web las causas que han provocado el adiós definitivo del grupo, que nació a finales del siglo pasado. The Sunday Drivers ha recorrido la primera década del actual con una progresión artística brillante y un estilo muy personal.

Los comentarios en su Facebook demuestran el cariño que los seguidores sienten por ellos, quienes publicaron el mismo día del último concierto el vídeo de una canción tan bonita como 'The end of Maiden Trip' con el texto 'The last day'. Próximamente, evaluaremos la carrera de esta formación musical con la ayuda de Lyndon Parish. ¡Hasta siempre, chicos!


Publicado el 20 de julio de 2010 a las 12:45.

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Patti Smith predica por todo lo alto la palabra del rock en Vigo

Archivado en: música, concierto, Castrelos, Patti Smith, Horses, Gloria, rock, punk

Patti Smith y su banda emocionaron durante casi dos horas a miles de personas, que se acercaron el pasado domingo 18 de julio por la noche al Parque de Castrelos, con una actuación pletórica en lo músical y profunda en la vertiente espiritual que transmite esta cantante y poetisa estadounidense de 63 años. Cualquiera diría que ha superado las seis décadas de vida después de la exhibición artística realizada en el escenario vigués por este icono del rock y varios músicos de impresión.

Caracterizada por esa larga melena que le cubre el rostro, vaqueros ajustados, botas y una chaqueta negra, logró una complicidad instantánea con los espectadores. Recordó el campeonato del mundo del fútbol logrado por España en Sudáfrica, quiso homenajear a todas las personas fallecidas en la Guerra Civil Española durante una fecha tan simbólica como el 18 de julio, se inventó una simpática letra musicalizada sobre su estancia en Galicia y bajó a las primeras filas para saludar a unos espectadores entregados a la causa.

Smith le cantó a Roberto Bolaño, a personas importante en su vida que no están entre nosotros (Jim Carroll, Kurt Cobain, Lorca) cuando entonó  'All the people who died' y se ganó al respetable con clásicos tan conocidos como 'Because the night', 'People have the power' o 'Gloria', tema con el que cerró el concierto. Este tema pertenece a 'Horses' (1975), debut discográfico de Patti Smith y álbum más popular de la cantante, cuyas composiciones reconocía la gente que poblaba las gradas y el foso de Castrelos.

Icono del punk-rock en la década de los 70, la sexagenaria estadounidense posee unas cuerdas vocales prodigiosas, capaces de recitar en sus canciones como si estuviésemos en un recital de literatura. Conmovedoras. Directas. Predica con la palabra. Abre los brazos. Cierra los ojos. Siente lo que dice como si fuese lo último que sale de su boca. El amor, la exaltación del ser humano, el pensamiento anti-sistema o la conciencia ecológica configuran la personalidad de Smith, desgarradora en el aspecto lírico cuando le da la gana. Así se expresa, así lo hizo en Vigo.

Su pertenencia al rock no sólo se limita al sonido que alcanzan nuestro oídos. Traspasa esta barrera para convertirse en una forma de vivir, una protesta sana y continua. El final del directo, rompiendo las cuerdas de una guitarra eléctrica, ejemplifica su actitud vital. El pun-rock tiene muchos nombres, pero Patti Smith aparece en lo más alto, más si cabe cuando pensamos en figuras femeninas. Su sintonía con Lenny Kaye, Jay Dee Daugherty (miembros originales del grupo), Tony Shanahan o el aplaudido guitarrista Jack Petruzzelli propiciaron una sesión que se alejó de lo terrenal para viajar a lo largo de treinta y cinco años. Pura historia. La de una mujer que nació en Chicago, que siente tanta devoción por el 'Guernika' de Picasso como por los Stones y fiel a sus principios desde siempre. Nosotros somos el futuro. Tú eres historia, Patti, historia con letras maýusculas.

Publicado el 19 de julio de 2010 a las 12:30.

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Ronaldinho baila 'Hate it or love it' de 50 Cent en Río

Archivado en: música, concierto, 50 Cent, Ronaldinho, Hate it or love it

El rapero estadounidense 50 Cent ha ofrecido recientemente un recital en Río de Janeiro y una de las grandes sorpresas de su espectáculo fue la presencia de Ronaldinho, que apareció en escena para acompañarle durante 'Have it or love it', uno de los grandes temas del artista. El futbolista brasileño, que actualmente juega en el Milán, siempre ha mostrado una gran devoción por la música, aunque a veces ésta desemboque en fiesta y genere más de un problema personal a su carrera deportiva. Así suena el temazo que tanto le gusta a Ronaldinho. ¡Feliz lunes!

 

 

Publicado el 15 de julio de 2010 a las 14:00.

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Norah Jones, intimidad multitudinaria en Castrelos

Archivado en: música, concierto, Norah Jones, Parque de Castrelos, Vigo

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Día 14 de julio. Norah Jones, una artista por la que siento gran devoción como he manifestado recientemente, actúa en mi ciudad: Vigo. Esa misma fecha es la última que debo pasar trabajando en Madrid y a las 3 de la tarde finaliza la jornada obligatoria. No hay atascos. Los coches circulan con fluidez y los discos facilitan un 'karaoke' con miradas cómplices dentro del vehículo. Casi seis horas después, alcanzamos nuestros destinos. Las maletas se quedan el coche. Cuesta aparcar, pero celebro tras un comunicado telefónico que más de 15.000 almas todavía escuchen a Sasha Thompson, telonera de Norah, en el Parque de Castrelos.

Les pongo en situación. Se trata de un precioso parque dentro del cuál hay un espacio habilitado para actuaciones con múltiples gradas de piedra en forma de semicírculo frente al escenario. Entre éste y el graderío, una zona más cercana al espectáculo que normalmente suele ser de pago. Norah Jones se encargó de abrir la temporada de conciertos veraniegos en Castrelos y, milagrosamente, conseguimos un sitio lejano  donde sentarnos. Dos pequeñas pantallas permitían un mayor acercamiento visual al espectáculo y las luces se apagaron sobre las 23.30 para recibir, como se merece, a esta bella neoyorquina de 31 años.

Acompañada por una banda sensacional, Norah Jones convirtió Castrelos en el salón de su casa con una bucólica escenografía lumínica al ritmo de melodías sensuales, pacíficas, ligeras. Poco a poco, fue interpretando temas de su cuarto y último disco, 'The Fall', al tiempo que intentaba alguna palabra en gallego como 'graciñas'. Su timbre de voz, tan particular, enamora. El vestido que llevaba puesto también provocaba latidos acelerados. Apareció ante el público con una guitarra eléctrica entre sus manos y alternó este instrumento con un teclado que tocó de pie o sentada ante ese piano maravilloso. De una manera o de otra, se respiraba arte en el aire.

La cantante, compositora y multiinstrumentista norteamericana se dio a conocer a principios del siglo XXI mediante composiciones en clave de jazz como 'Come away with me', 'Don´t know why' o 'Sunrise'. A este faceta estilística se han unido, con el paso del tiempo y de los álbumes, 'riffs' ligeramente rockeros, reminiscencias del country o atmósferas electrónicas que no desentonan para nada el pasado de Jones. Todo lo contrario. Suena extraño, pero con una tremenda dosis de autenticidad. 'Frío', soltó en un momento de la noche. Sin embargo, el calor iba por dentro, su música mantenía las almas presentes en una temperatura muy agradable y su adiós supo a correcta dulzura, a timidez agradecida. La gente se marchó de Castrelos al ritmo de sus melodías. Suave, suave.

Publicado el 15 de julio de 2010 a las 10:30.

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Homenaje español al 'Let it be' de The Beatles en la azotea del CBA

Archivado en: música, The Beatles, Let it be, homenaje, Círculo de Bellas Artes, concierto, Madrid, Amaral, Vetusta Morla, Coque Malla, Havalina

Si las condiciones climatológicas lo permiten, el 21 de julio tendrá lugar en la azotea del Círculo de Bellas Artes (Madrid) un concierto muy especial. Artistas como Amaral, Vetusta Morla, Coque Malla, Lovely Luna, Tulsa, Pájaro Sunrise o Havalina se unirán para rendir homenaje a The Beatles.

Este evento pretende rememorar, más de 40 años después, el último directo de la banda británica aquel 30 de enero de 1969. Se realizó en la azotea de los estudios Apple en Saville (Londres) y los escarabajos andaban grabando 'Let it be', el que sería su último álbum.

La cita permitirá escuchar las interpretaciones que estos artistas harán de temas como 'Across the universe', 'The long and winding road' o 'Let it be', porque tocarán todo el LP de 'Let it be'. ¿Cuánto cuesta esta historia? 18 euros para socios del CBA y 20 para los que no lo sean. El espectáculo comienza a las 22 horas.

 

Publicado el 14 de julio de 2010 a las 10:00.

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AC/DC, el concierto más vendido en un semestre desastroso para la venta de entradas

Archivado en: música, venta, entradas, conciertos, Pollstar, AC/DC

Los conciertos suponen un factor básico de ingresos para las formaciones musicales. Sin embargo, la crisis y el alto precio de los billetes para ver a tu artista o grupo favorito han propiciado una caída espectacular en la facturación de los grandes nombres, según la revista 'Pollstar'.

Las cifras del primer semestre de 2010 en los 100 mayores conciertos (965,5 millones de dólares) bajaron hasta mínimos que no habían sucedido desde 2005 (731 millones) y han supuesto un 17 por ciento menos que en el 2009.

A nivel mundial, los AC/DC han ocupado el primer puesto con ventas de 177,5 millones de dólares en entradas. A una distancia considerable se ha quedado Bon Jovi (75,7) y después aparecen Metallica (60,8), Taylor y King (53,9) o Black Eye Peas (48,4). Si nos quedamos en Estados Unidos y Canadá, Bon Jovi ha tenido un gran éxito con sus directos (52,8 millones). La cantante Taylor Swift (34,2) y Paul McCartney (31,5) también han obtenido un gran protagonismo en ambos países.

 

 

Publicado el 14 de julio de 2010 a las 09:30.

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Marcos Blanco

Marcos Blanco

Vigués. Gallego. Periodista 'todoterreno'. Entusiasta de la vida. Melómano. Loco del deporte. Celtista. Enérgico. Radiofónico. Así es Marcos Blanco, periodista que actualmente colabora en el Grupo de Comunicación Gente  con este blog, que nació un 19 de noviembre de 2008 con un 'post' sobre Jamie Cullum.

 

Esta web ha funcionado durante todo este tiempo como una banda sonora diaria, repleta de canciones que nos hacen amar la vida. Recuerdos, descubrimientos, opiniones, novedades, entrevistas o crónicas de conciertos han formado parte de 'Melómanos' y seguimos en la brecha:

 

marcosblancohermida@gmail.com

 

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