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PROYECTO DEL IMIDRA

En busca del auténtico sabor de los tomates madrileños

Los productos hortícolas del siglo XXI han perdido a lo largo de los años su verdadero sabor. Un proyecto autonómico busca recuperar el sabor tradicional del tomate madrileño, así como preservar su biodiversidad y potenciar su empleo en la elaboración de platos para la cocina de alta gama.

Archivado en: Arganda, análisis, tomate, sabor

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Los comportamientos de campo se analizan en la finca 'La Isla' de Arganda

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Gentedigital.es
06/9/2010 - 14:22

Las variedades que se están estudiando proceden de todas las comarcas de la región como Arganda del Rey, Perales de Tajuña y Aranjuez, hasta completar 13 municipios diferentes. "Los madrileños recuerdan cómo era el tomate de antes y parece que se ha perdido su sabor", ha explicado María Jesús Villamedina, directora gerente del Instituto Madrileño para la Investigación y el Desarrollo Rural y Alimentario (IMIDRA). La acidez, la presencia de vitamina C, la dureza de la piel, el color o su forma son algunas de las características que se analizan. El objetivo es rescatar los aromas, texturas y sabores de este producto.

ROJO, REDONDO Y ACHATADO

El estudio durará tres años y cuenta con un presupuesto de 40.000 euros. Esta iniciativa consiste en la evaluación agronómica y culinaria de 33 variedades autóctonas. Sin embargo, Villamedina ha señalado que "existen muchas más variedades". Dese el inicio del proyecto a comienzos del 2010, las primeras conclusiones apuntan a que el tomate autóctono es primordialmente rojo, de forma redonda en un 40% de las especies estudiadas, achatado en un 55% y sólo en forma de pera en un 5%. Además, la mayoría poseen texturas más blandas que los se venden actualmente en los comercios.

En la primera fase del proyecto se han obtenido muestras del banco de germoplasma de semillas de El Encín (Alcalá). Una vez obtenidas las muestras, se realizan ensayos de comportamiento en el campo para determinar la fecha de floración de las plantas, maduración, producción en peso por variedad y el número de tomates producidos en cada mata. Para ello, se ha habilitado una parcela de 90 hectáreas en la finca de 'La Isla', en Arganda. La tercera fase se encargará de analizar las características físico-químicas.

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