Localizado un grabado inédito de la primera imagen de Nuestra Señora de la Soledad, patrona de Arganda del Rey. La imagen reproduce la talla original de la Virgen de la Soledad desaparecida en diciembre de 1808, realizada en el siglo XVI por el afamado escultor Gaspar Becerra.
gentedigital
18/7/2013 - 12:32
En el proceso de elaboración del inventario del patrimonio cultural que está realizando la Concejalía de Educación, Ocio, Cultura y Patrimonio del Ayuntamiento de Arganda del Rey se ha localizado un grabado de 1802 conservado por una familia del municipio durante más de doscientos años y que hasta ahora no había sido publicado o reproducido.
El grabado representa la primera imagen de la Virgen de la Soledad venerada en Arganda, que fue una de las tres tallas que realizó el escultor Gaspar Becerra para el Convento de Mínimos de la Victoria de Madrid, por encargo de la reina Isabel de Valois, a mediados del siglo XVI.
Este es grabado de talla dulce sobre plancha de cobre en el que aparece la Virgen en el interior de un camarín enmarcado, sobre el que asoman las cabezas de dos querubines. La imagen, vestida de riguroso luto, manto negro y delantera blanca, está coronada por una diadema con estrellas, similar a una que se conserva en la actualidad, e inclina la cabeza hacia la izquierda en un gesto de tristeza y de resignación. Lleva las manos al vientre, y sobre el pecho, tiene un corazón con puñales y un largo rosario. La patrona se alza sobre un pedestal con garras de león, en el se encuentran los símbolos de la Pasión: la corona de espinas, los clavos, el martillo y las tenazas. En el centro del pedestal se lee una inscripción que reza así: "RETRATO DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD. Copiada por la que se venera en su Ermita de la Villa de Arganda". En la parte inferior del grabado, una inscripción recuerda los días de indulgencia que se ganan al rezar una Salve o un Ave María a esta imagen y apunta como año de factura de la obra 1802, seis años antes de su desaparición tras el incendio y saqueo de la Ermita de la Soledad en la Guerra de Independencia.
En 1810 la Ermita es nuevamente acondicionada y se encarga al escultor José Ginés la talla que hoy todos admiramos, sin embargo, en las estampas que se imprimen hasta mitad del siglo XIX los grabadores siguen reproduciendo la desaparecida imagen del siglo XVI, aún muy presente en el recuerdo de los vecinos de Arganda del Rey.
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