Psiquiatría, unidad libre de humo
La Ley Antitabaco de 2006 permitía fumar en las unidades psiquiátricas. La modificación de la misma, realizada en 2011, restringía el consumo de tabaco en este área y sólo consiente fumar en centros psiquiátricos de media y larga instancia. La excesiva permisibilidad anterior y la restricción a unidades agudas de la ley hizo reflexionar y actuar a los profesionales del Hospital Universitario Fundación Alcorcón que no encontraban el sentido de permitir fumar a estos pacientes cuando esta sustancia disminuye su esperanza de vida.
Archivado en: Ley antitabaco, hospital, Alcorcón, Psiquiatría
gentedigital.es/A.L.
19/10/2012 - 12:20
Fue entonces cuando se puso en marcha un programa dirigido a los pacientes que ingresan en la Unidad de Hospitalización Breve de Psiquiatría. Tras consensuar entre los profesionales sanitarios se implantó el ‘smoking ban', una práctica de supresión brusca del tabaco recabada de países extranjeros. Dura tres días de forma intensiva y luego es optativo la posibilidad de tomar un tratamiento sustitutivo a través de parches y comprimidos. Esta práctica se sumó a las actividades deportivas que ya realizaban desde el 2006 para combatir el síndrome metabólico y, ambas, tendrían efectos muy positivos en la salud de estos pacientes. "Todo el mundo temía que la supresión del tabaco conllevara un aumento de las agresiones en forma de peticiones, demandas o que aumentara la violencia", comenta a GENTE_ el doctor Montañés, jefe de Psiquiatría quien señala que "se pudo implantar el programa gracias a la ayuda de la Dirección y de la compra de parches y caramelos no incluidos en la Seguridad_ Social". Un 70% de los pacientes que ingresan en esta unidad fuman, algo que se ha reducido a un 35% después de un año. La implicación e información a familiares fue imprescindible. Los beneficios han sido notorios tanto en la salud de los pacientes como en la de los trabajadores. La permisibilidad anterior hacía que tanto embarazadas como personas con problemas respiratorios inhalaran humo a diario. También ha servido para que los trabajadores que fumaban se animaran a dejarlo.
Balance positivo
Sergio Sánchez, coordinador de enfermería, vivió muy de cerca el programa en el que la implicación de los profesionales fue clave. La mayor preocupación de éstos eran las reacciones de los pacientes. "Recuerdo un par de casos en los que el paciente insistía mucho y al final se le tuvo que administrar medicación porque ni parches ni caramelos fueron suficiente. Pero el balance ha sido muy positivo para todos", concluye Sergio.
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