Magdalena adoptó a Noelia hace siete años. Desde los cuatro recibe las clases de Wei Huang.
gentedigital.es/P.C.
10/7/2012 - 09:40
Caligrafía, fonética y gramática china, danza, kung-fu, taichi... Son los contenidos de los cursos que la Asociación de Padres y Madres Adoptantes de niños chinos organiza en Alcorcón desde hace varios años. Unas clases a las que, sin embargo, asisten tanto estos menores como otros pertenecientes a familias españolas interesadas simplemente en inculcar este idioma a sus hijos desde la cuna.
En total, la profesora Wei Huang, natural de dicho país asiático, de la zona norte, atenderá en el próximo curso a más de cien alumnos, chinos y españoles. La buena noticia es que, a partir de septiembre, las clases se impartirán más cómodamente en siete aulas del Colegio Público Carmen Conde, gracias al reciente acuerdo alcanzado con el Ayuntamiento. Hasta el momento, éstas se desarrollaban en tres aulas del teatro Buero Vallejo, lo que obligaba a compartir espacios entre diferentes niveles.
"Enseñamos a pequeños desde los 3 ó 4 años y hasta los 12 ó 14", explica la maestra. Además de las actividades mencionadas, a lo largo del curso intentan introducirles también en la gastronomía oriental, por ejemplo. "Hacemos comidas en casa y las traemos", apunta Huang. "Pero para ganarse esa comida tienen que pedirla en chino", apunta Magdalena Fernández, madre adoptante.
mantener las raíces
Noelia Fujie, su hija, tiene sólo siete años pero, desde los cuatro, recibe las lecciones de Wei. "No quiero que pierda sus raíces, su cultura. Además, viendo la perspectiva laboral, el hecho de que se familiarice con este idioma sólo tendrá ventajas", aclara Magdalena, vecina de Alcorcón desde hace 35 años, en la calle Cáceres. Al grupo de Noelia, formado por una docena de niños, Huang "también les reparte papelitos como si fuese dinero para aprender a comprar en chino", añade la madre que, durante los dos primeros años, asistía al curso con su hija, cada domingo de 10:00 a 16:00 horas, el horario habitual.
"Es muy importante crecer rodeado de varias culturas, la mente se abre", opina la profesora, que también da clase a padres, tanto adoptantes como chinos. Estos últimos, destaca, "necesitan ayuda. Suelen tener un nivel cultural bajo y sus hijos sólo saben español".
Niños de 10 años en exámenes de adultos
Wei Huang se muestra orgullosa al hablar de aquellos alumnos, "unos quince", augura, que en los próximos meses se someterán a un examen oficial de chino dirigido a adultos. "Se presentan con 10, 12 ó 13 años y la mayoría suele aprobar porque trabajamos mucho", recuerda. Magdalena Fernández, por su parte, opina que "el chino es el idioma de futuro, como ahora es el inglés y, si uno aprende una lengua desde la infancia, se coge mejor". En cualquier caso y, al margen del idioma, el objetivo de las clases es fomentar la cultura asiática en el municipio.
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