"Esto sólo se consigue con una férrea disciplina y mucho esfuerzo"
Alejandra y Rubén, alcorconeros de 13 y 12 años, dominan inglés, francés y español desde la cuna.
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Ale y Ben, en la primera fila
gentedigital.es/P. Costa
11/7/2011 - 10:40
Alejandra y Rubén, o 'Ale' y 'Ben', como su madre les llama cariñosamente, tienen sólo 13 y 12 años. Sin embargo, acaban de aprobar -y con nota- un importante examen de inglés avanzado de la Universidad de Cambridge (el 'Certificate in Advanced English' o CAE). Guiomar Alfaro, su progenitora y educadora particular, me cuenta entre risas como, el día que se sometieron a la prueba -en mayo y en Madrid-, ni los propios supervisores daban crédito. Unos se preguntaban qué hacían allí aquellos niños, otros les paraban antes de entrar en el aula.
Ahora, se preparan para su siguiente reto: el 'Certificate of Proficiency in English' (CPE). Pero aquí no queda la cosa, porque estos hermanos dominan también perfectamente el francés. En estos momentos, esperan los resultados de otro examen de nivel avanzado que realizaron en junio en el Instituto Francés, el B2.
Sin embargo, todo esto tiene una explicación que Guiomar, profesora de inglés en la Escuela Oficial de Idiomas de Alcorcón desde hace 18 años, resume en "una férrea disciplina y mucho esfuerzo", los ingredientes que necesitó para que sus hijos se convirtiesen en individuos trilingües. "Conozco a muchos padres nativos que no lo han conseguido", apunta Alfaro quien, al mismo tiempo, debe su dominio de idiomas a su madre, catedrática de Francés, que cada verano se la llevaba a Inglaterra y al país galo para mejorar sus conocimientos. Con ella, con la abuela, 'Ale ' y 'Ben' se comunican en la lengua romance -que también han adquirido gracias a las cuidadoras que han tenido-; entre ellos y con Guiomar en inglés; mientras que el español lo practican únicamente en el colegio -el Santísima Trinidad de Alcorcón- y con su abuelo materno.
Tal es así que ninguno de los niños pronunció su primera palabra en castellano. 'Doggy' (perrito, en inglés) fue el primer vocablo de Rubén, y 'couteau' (cuchillo, en francés) el de Alejandra. "Tardaron mucho en hablar, hasta los tres años no dijeron nada, pero es algo habitual en estos casos", explica Guiomar.
Pero hablaron, vaya si hablaron. 'Ben', incluso, ya ha dado conferencias en inglés sobre la II Guerra Mundial -como se puede observar en la imagen principal- en la Escuela Oficial de Idiomas de Alcorcón y Boadilla ante un centenar de adultos; y también en su propio centro escolar, para alumnos de Bachillerato. Le apasiona la historia, pero sueña en convertirse algún día en ingeniero o arquitecto. Por el contrario, Alejandra intentará imitar a su madre. A él se le dan mejor las matemáticas o la geografía; a ella plástica o música. En cualquier caso, las calificaciones académicas de uno y otro han sido brillantes en el curso que acaba de finalizar. Por supuesto, las mejores notas las han cosechado en idiomas.
Cuando a los niños le preguntamos si el trilingüismo tiene alguna desventaja para ellos, ambos señalan lo tedioso de tener que hacer los deberes en tres lenguas. "Cuando terminan los deberes del cole, practicamos inglés y francés, anque lo hacemos de la forma más ociosa posible, integrando los idiomas en nuestra rutina. Por ejemplo, vemos las noticias de las ocho y media de la tarde en un canal francés", comenta Alfaro. Una de las ventajas: durante las clases de idiomas en el Santísima Trinidad, a ambos se les permite salir del aula para preparar los diferentes exámenes avanzados a los que se someten. Pero ahora, al menos hasta septiembre, toca relajarse. "Viajaremos al norte de Francia en coche y quizás crucemos el Canal", avanza Guiomar.
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