Liliana necesita enviar a su hijo Adrián, que sufre un 38% de discapacidad, a un centro especializado en Pozuelo.
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gentedigital.es/P. Costa
25/3/2011 - 10:39
Adrián tiene cinco años aunque se comporta como un niño de tres debido a la discapacidad que sufre, del 38%. Este es su tercer curso en el colegio Virgen del Remedio de Alcorcón, donde actualmente recibe tres horas semanales de estimulación, insuficientes para su correcta evolución. "En septiembre nos comunicaron que se recortaban de seis a tres esas horas de atención, por la crisis", explica su madre, Liliana González.
"Con estimulación y tiempo mi hijo podrá llegar a ser completamente normal, e incluso a hacer una carrera, por eso son tan importantes", comenta esperanzada, y arrepintiéndose, si cabe, de no haber matriculado antes a su hijo en un centro especializado. "Pensé que se trataba de un retraso madurativo y que en un par de años Adrián alcanzaría el nivel del resto". Sin embargo, las circunstancias le obligan ahora a hacerlo y para ello ha elegido la Fundación Gil Gayarre, con sede en Pozuelo de Alarcón. "Busco que mi niño tenga un grupo de referencia y un tratamiento individualizado. En la Fundación un profesional trabaja con cinco alumnos de las mismas edades, que avanzan a la par. No quiero que mi hijo viva aislado, sin poder comunicarse con nadie", puntualiza.
La parte mala es que ni Liliana ni su marido podrían trasladar a Adrián cada día de Alcorcón, donde residen, hasta Pozuelo. Por esta razón, "buscamos veinte niños -tenemos diez- para formalizar una ruta que pasé por varios puntos de Alcorcón, Leganés y Villaviciosa. No podría llevar cada día a Adrián hasta Móstoles", donde sí existe una ruta de la Fundación Gil Gayarre, que pasa además por Fuenlabrada y Leganés. Para más información: 91 610 54 07/647 99 89 20.
alcorcon@genteenmadrid.com
La que hay cuesta 2.000 euros al mes
"Mi marido trabaja, yo no conduzco y además busco empleo, por eso necesitaríamos la ruta para el próximo curso", afirma Liliana. "La que ya tiene la Fundación asciende a unos 2.000 euros mensuales. De ahí la necesidad de reunir a varios niños para crear una segunda. El único inconveniente es que no puede tratarse de niños con problemas motóricos, por las barreras arquitectónicas del centro", concluye.
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