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El año en que despedimos a los 'hombres buenos'

Labordeta, Saramago, Delibes, Berlanga o Samaranch fallecieron a lo largo de 2010. Ellos y otros como Jesús Neira ocuparon algunas de las necrológicas más sonadas del año.

Archivado en: resumen del año, Labordeta, Samaranch

gentedigital.es/A. V. B.
31/12/2010 - 00:54

Muchos han sido los nombres propios del 2010, y muchos han sido los motivos para serlo. Mientras el juez Baltasar Garzón copaba el protagonismo de las portadas debido a las tres causas judiciales abiertas contra él, otros se han encumbrado como personajes del año por causas más amables. En diciembre, un emocionado Mario Vargas Llosa recibía en Estocolmo el Premio Nobel de Literatura en una ceremonia donde dejó presente su arraigo a España, país en el que está nacionalizado. También en el mundo literario destacó otra de las grandes, Ana María Matute, quien obtuvo el Premio Cervantes 2010. En el cine, un hombre ha llevado la batuta este año, Luis Tosar, ganador del Goya por 'Celda 211', y protagonista de numerosos títulos de la cartelera nacional que lo han consolidado como uno de los mejores intérpretes del país.

Igualmente, 2010 se ha erigido como el año en el que cayó la imagen de un mito, el profesor Neira, quien sufrió una recaída de salud varios días después de que fuera hallado sin vida el cuerpo de su agresor, Antonio Puerta.

DOLOROSAS DESPEDIDAS
2010 también ha sido un año de despedidas. Huérfanos se quedaron los baturros, cantando entre lágrimas por esa Libertad que sólo José Antonio Labordeta sabía representar, el pasado mes de septiembre. Como vacíos se sintieron los olímpicos tras despedir a uno de esos hombres que marcan el destino de un país: Juan Antonio Samaranch, quien falleció el pasado 21 de abril en Barcelona.

En 2010 se nos han ido muchos hombres buenos, como el sindicalista Marcelino Camacho. En marzo, Miguel Delibes dijo adiós con la humildad con la que recorrió toda su vida. En junio, el mundo de las letras lloró a otro de sus genios, José Saramago quien fallecía en Lanzarote. Mientras, el cine lloró la pérdida de algunos de sus maestros: Luis García Berlanga, Antonio Ozores o Manuel Alexandre. Una de las muertes más inesperadas y dolorosas ha sido la del cantaor Enrique Morente, que volvió entre 'quejidos' a su Granada natal, donde el Flamenco, ahora Patrimonio de la Humanidad, siempre guardará su 'duende'.

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