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Comienza la carrera para lograr un trabajo fijo para toda la vida

El Estado convoca 4.725 plazas de funcionarios, muchas de ellas de ingreso libre para cualquier ciudadano. La constancia y la planificación son algunas de las claves que han de tener en cuenta los aspirantes a uno de estas vacantes.

Archivado en: empleo, oposiciones

Jaime Domínguez
02/2/2018 - 10:25

El Boletín Oficial del Estado publicó el lunes la convocatoria de los procesos de selección para cubrir 4.725 plazas de funcionarios. Esta oferta de empleo público corresponde a 2017 y es un 65% superior al año anterior. Entre las vacantes de ingreso libre (a las que puede optar cualquier ciudadanos que reúna las condiciones exigidas) destacan las 800 del Cuerpo General Administrativo de la Administración del Estado, un departamento que no sacaba plazas desde el año 1992. Auxiliares, administrativos e informáticos conforman el grueso de la oferta. Los interesados, que tienen hasta el 23 de febrero para solicitar su inclusión en el proceso, pueden seguir los consejos que dan las webs especializadas como Opositor.com para conseguir su sueño: un trabajo fijo para toda la vida.

Elegir con cuidado: El primer paso es elegir la plaza. Lo fundamental es que sea acorde a la formación académica y no caer en el error de optar a una más sencilla y en la que habrá una mayor competencia. La retribución, los destinos y las circunstancias personales también son importantes a la hora de escoger, por lo que no está de más hacer una labor de investigación que nos permita conocer más cosas sobre el que podría ser nuestro trabajo en el futuro, como la periodicidad de las convocatorias o la proyección profesional que nos va a proporcionar.

Preparación: Una vez que se hayan pagado las correspondientes tasas y presentado los documentos requeridos, el siguiente paso es el de acondicionar el lugar en el que se va a llevar a cabo el estudio. Se debe dedicar una mañana a comprar todo el material (folios, bolígrafos, rotuladores) y uno de los elementos que más puede ayudar: un tablón de corcho. Aquí se colgará la planificación con fechas para superar temas, simulacros de exámenes y fechas de repasos.

Un empleo: Estudiar una oposición es como ir a trabajar y hay que tener claro que más horas de estudio no es equivalente a más rendimiento. Hay que empezar estudiando unas cuatro horas al día, con algún descanso en el medio. La razón es que hay que ir acostumbrándose al ritmo poco a poco. A los tres meses se amplía el tiempo de estudio a cinco horas, que pasarán a ser seis cuando llevemos cuatro meses. Cuando se cumpla el medio año es el momento de hacer la 'jornada completa' de ocho horas. Todo estos de lunes a viernes. Los fines de semana serán de descanso hasta que el examen se aproxime y necesitemos tiempo extra.

Realistas y flexibles: La disciplina es imprescindible, pero se deben permitir ciertos cambios en la rutina para no agobiarse. Los más recomendable es tener tres días al mes en los que poder hacer modificaciones, aunque lo ideal es no llegar a gastarlos siempre. También es importante no acumular estos 'permisos'.

Método de estudio: Llega el momento de la verdad, el de hincar los codos. El proceso es el conocido por todos: lectura, subrayado, escribir un resumen y hacer esquemas. Una vez terminado aparece la etapa más dura: la memorización. Muchos opositores se desmoralizan, por lo que el sacrificio y la constancia se presentan como las únicas armas para seguir adelante.

Repaso: La parte más agradecida y también la más estresante. La fecha del examen se aproxima y todo el trabajo duro ya está hecho. La carrera de resistencia llega a su final y éste es el momento de echar el resto, empleando todas las horas disponibles. De ello depende el futuro laboral.

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