Un estudiante de 15 años falleció este lunes en la ciudad venezolana de Mérida (oeste del Venezuela). ¿El motivo? Protestaba contra el cierre de Radio Caracas Televisión Internacional (RCTV) y otros canales internacionales.
Su nombre era Yorsinis Carrillo Torres, tenía sólo 15 años, y se declaraba militante del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Le dispararon en el pecho, en medio de un aparcamiento, pero los agresores fueron identificados como "desconocidos" y el suceso achacado a la "oposición irracional".
De hecho, en buena parte de la prensa de Chávez se destaca las heridas de los policías, y el ministro del Interior y Justicia de Venezuela, Tareck El Aissami, pide al Movimiento Estudiantil que "reflexione". "Vamos a defender rodilla en tierra esta nueva ola desatada por parte de los sectores violentos", remarcó.
La segunda víctima, según El Universal, es Marcos Rosales, de 28 años, dirigente de Un Nuevo Tiempo y estudiante de Medicina. Recibió tres impactos de bala.
Además de en Mérica, este lunes se registraron incidentes protagonizados por estudiantes en Caracas y otras ciudades del país.
Los asesinatos vinculados a la violencia de género han caído en más de un 27%. Frente a las 76 víctimas de 2008, hemos terminado el pasado año con 55. El descenso se nota especialmente en las mujeres jóvenes y en las extranjeras (sólo 20 víctimas en 2009). En cualquier caso, la cifra todavía no es aceptable. Sólo la cuarta parte de las fallecidas (14) había presentado denuncia.
Más de 8.000 mujeres y niñas africanas sufren diariamente la ablación, aunque esta práctica también se realiza en Oriente medio y Asia, según el informe más reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), titulado 'Eliminando la mutilación genital femenina'.
Asha Hussein es una de esas 'niñas'. Vive en Madrid desde hace siete años. Es somalí, aunque nació en Kenia. Cuando sólo tenía 5 años, un día su madre le dijo: "hoy te vamos a purificar". Entonces, Asha se sintió "la niña más feliz del mundo. Iba a pasar de una categoría a otra. Me bañé, me puse mi mejor vestido. Incluso, yo misma fui a la tienda a comprar las cuchillas y llamé a la matrona".
¿No sabías qué ocurría?
Asha: No me di cuenta de lo que me iba a pasar hasta que me sentaron en la cocina de mi abuela, que era de barro. Hicieron un agujero y allí me colocaron. Mi abuela me agarró las piernas, mi madre los brazos, y me colocaron un trapo en la boca para evitar que gritase. Lloré sin lágrimas. Aquello era muy doloroso, terrible. Todavía oigo y siento el sonido del cuchillo cortando mi carne. Luego me cosieron, porque había que cerrarlo completamente, dejando un agujero muy pequeño para la menstruacción, la orina...
Sulekha es hermana de Asha. Tiene 44 años y también reside en Madrid. "Fue brutal, algo que recuerdo mucho, un castigo que estoy viviendo todavía. Quería vomitar y quería hablar con mi madre. Yo le decía 'tranquila, no pasa nada, estoy bien'. Pero ella estaba muy nerviosa, no quería hacerlo. Mi padre insistió y le decía que si no me practicaban la ablación me echarían fuera de la comunidad. Y también supondría un divorcio seguro para mi madre, claro", explica.
¿Cuál es tu principal recuerdo de ese día?
Sulekha: Después de la ablación cerré los ojos, y mi madre le dijo a mi padre: "Es tu culpa", y mi padre le respondió: "¿Y qué? Es una niña. Si muere, no pasa nada". Entonces, abrí los ojos y le dije a mi madre: "Mami, no voy a morir". Lo peor es que estas cosas siguen ocurriendo y, mientras hablo, muchas niñas están muriendo en Somalia.
Hawaya tiene 22 años, y es la hija de Sulekha quien, por cierto, se vino a España para evitar que a su otra hija, de ahora 13 años, la sometiesen el macabro rito. "Me protegió mi madre. Me hicieron algo de sangre, nada más, para que la gente pensase que ya estaba hecha la ablación. Mi madre habló antes con la matrona, pero había otras dos niñas, muy pequeñas, a las que sí se les practicó. Sangraban y se las llevaron al médico. Estábamos en una habitación, y al lado había otro cuarto. Las niñas teníamos que pasar una a una, por eso no pudieron saber qué me habían hecho exactamente.
¿Qué consecuencias tiene todo esto?
Asha: Aparte de problemas psicológicos, cuando te llega la primera regla es terrible. Más tarde, me casaron con un hombre que nunca había conocido. Ese hombre me abrió y se acostó conmigo la misma noche. Y tuve el dolor más grande que una mujer puede pasar. Era virgen, y ese hombre quería a una mujer virgen. ¿Cómo no iba a ser virgen, si yo no sabía que era el sexo, no tenía sensaciones?
Sulekha: Mi primer embarazo fue muy complicado y no tenía 'feeling' como mujer. Date cuenta que tu marido puede pensar que ya no te gusta o que tienes otra relación.
¿Por qué se practica la ablación en vuestro país?
Asha: Por la necesidad del hombre de dominar a la mujer. Ha existido toda la vida, pero en esta ocasión se ha disfrazado de religión y de cultura. El hombre no quiere que tengas sentimientos, si no que seas un aparato para parir toda la vida.
Sulekha: No es religioso. Los árabes, que son musulmanes, no practican todos la ablación, y si lo hacen es sólo un poco, no como en Somalia, tan cruel.
Hawaya: No es religioso, porque en el Corán no está escrito. Es una tradición que además las mujeres practican a otras mujeres. No sé si es para controlarlas, para que no sean infieles, para que permanezcan vírgenes hasta que se casen, para que no tengan sentimiento alguno...
La ablación está prohibida en España y en buena parte de la UE. Incluso, en muchos países de África, como Gambia o Senegal, pero la realidad es otra. Es una práctica que continúa, y las prohibiciones únicamente han conseguido que se lleve a cabo de forma clandestina, en malas condiciones. En España, si se sospecha que una niña va a viajar a su país de origen para ser sometida a la ablación, las autoridades pueden llegar a quitar la custodia a sus progenitores.
¿Sigue ocurriendo?
Asha: A miles de niñas se les realiza la ablación en países donde está prohibida. Ahora se hace en los lugares más oscuros que te puedas imaginar, más sucios... Y cuando se desangra una niña no van a llevarla al médico por miedo a que metan a alguien en la cárcel. Antes de prohibir hay que enseñar, educar.
¿Cómo luchas contra este maltrato?
Asha: Lo que hago es informar a la gente a través de la ONG ‘Salvar una niña, salvar una generación'. Trabajamos directamente con las mujeres del campo, hablamos con aquellas a las que nos les llegan periódicos, ni la televisión, ni siquiera saben leer... Estamos en el norte de Somalia, en el este de Kenia y esperamos llegar a todas las mujeres.
Un deseo.
Asha: Pediría que algún día la mujer fuese ella misma y tomase las riendas de su vida, que sea su propio conductor.
Sulekha: Un cambio, pero pronto, para terminar con los maltratos de las mujeres de todo el mundo, pero sobre todo las de Somalia, por favor.
Alejandro Fernández, El Potrillo, es un cantante mexicano bastante popular, que mezcla pop y rancheras para construir su música. Ahora, acaba de presentar su nuevo trabajo, bajo el título de 'Dos mundos: Evolución + Tradición'. En él figura el tema 'Unas Nalgadas', un corrido mexicano fuera de tono, en el sentido de que incita a la violencia de género, "una tunda a la ingrata". Una vez más, caminamos como los cangrejos.
En este vídeo, un usuario nos explica en qué consiste el juego puesto en marcha por la ONG danesa 'Born og Unge I Voldsramte familier', dentro de una campaña contra la violencia de género.
Si entras en hitthebitch.com, podrás darle golpes a una joven para convertirte en todo un macho ibérico, dejándole la cara llena de heridas, mientras ella te insulta. ¿Divertido? Se trata de un polémico juego que se llama 'Hit the bitch', algo así como 'Golpea a la zorra', una iniciativa impensable por parte de una organización que intenta ayudar a los niños que viven rodeados de esta lacra social, el maltrato.
La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, el Secretario General Iberoamericano, Enrique V. Iglesias y el Secretario General de la Organización Iberoamericana de Juventud (OIJ), Eugenio Ravinet Muñoz, presentaron ayer lunes la campaña iberoamericana contra la violencia de género dirigida a la juventud, la primera campaña con un mensaje único para todo Iberoamérica.
La iniciativa, que lleva por lema: ‘De todos los hombres que haya en mi vida, ninguno será más que yo' / ‘De todas las mujeres que haya en mi vida, ninguna será menos que yo', está basada en el testimonio de jóvenes de todo Iberoamérica; personas anónimas y también reconocidas profesionalmente.
A la causa se han incorporado Dani Martín ('El Canto del Loco'), Chenoa, la realizadora y directora de cine Cristina Andreu, la actriz colombiana Angie Cepeda, el futbolista del Atlético de Madrid Diego Forlán, los actores Javier Cámara, Tristán Ulloa y Enmanuel Esparza, y la coreógrafa brasileña Flavia-N.
Para conseguir un mayor éxito e impacto de la campaña, se ha desarrollado un site general dirigido a usuarios y usuarias de 21 países, disponible en castellano y portugués, que contará con una sección informativa, en la que se colgarán noticias de interés sobre políticas de maltrato; un registro y contador de adhesiones y un área de participación en la que los usuarios podrán subir sus propios vídeos, imágenes, etc. Además, se incluirán los botones de acceso directo a los canales de campaña creados en Facebook y Youtube y tendrá presencia en otras redes sociales y sitios web multimedia como Hi5 o Flickr.
Publicado el 15 de septiembre de 2009 a las 10:30.
Nervios, tensión, miedo a perder millones de dólares... No sabemos qué le pasó por la cabeza a la tenista estadounidense, pero sí sus consecuencias. Williams ha sido multada con 10.500 dólares por amenazar a una juez en la semifinal del Open USA. Perdió ante Kim Clijsters.
Negó los hechos tras el partido, pero de poco le valió. Fue sancionada con la pérdida del punto y del encuentro, por haber dicho a una de las árbitros 'Te voy a matar'.
La sanción impuesta de 10.000 dólares es la máxima permitida por el reglamento, y los restantes 500 fueron por abuso de raqueta al término del primer set.
Asunto pendiente: ¿Violencia también en el deporte?
Publicado el 14 de septiembre de 2009 a las 13:45.
'Se le fue de las manos', 'le pudieron los nervios', 'no controló la situación'... Muchas de estas frases suenan cada vez que se produce una muerte por violencia de género, pero ninguna es válida ni justifica el fin.
Faro de Vigo publicaba ayer en su edición electrónica detalles acerca del asesinato de Laura Alonso -vecina de Toén (Ourense)- a manos de Javier Cruz, su ex pareja. Según explica el diario gallego, Laura y Javier mantenían relaciones sexuales desde hacía dos años, a pesar de que ambos tenían ahora otra pareja.
Aquella noche, la noche del crimen, hubo sexo, luego discutieron -supuestamente Laura le recriminó a él su fin de semana en la playa con su actual pareja-, ella le abofeteó y él le apretó el pescuezo hasta matarla, después de escupirle en la cara, según Xornal de Galicia. Eso es todo.
Tras la paliza que Chris Brown le propinó a Rihanna, hemos visto y leído de todo, o casi de todo. Ahora, el presunto agresor pide perdón públicamente a su ex novia colgando un vídeo en su página web.
"Lo que hice es inexcusable", es una de las frases que dice el rapero en el vídeo de dos minutos de duración, un constante primer plano fijo de Brown hablando directamente a la cámara.
"Se lo he dicho a Rihanna muchísimas veces y os lo digo a vosotros hoy, que lo siento de verdad, que siento mucho no haber sido capaz de gestionar esa situación de forma diferente y mejor", dice en la grabación.
El pasado mes de junio Chris se declaró culpable ante un tribunal de Los Ángeles (California, EEUU) de los golpes y heridas propinados a Rihanna. Llegó a un acuerdo con los fiscales para realizar seis meses de labores comunitarias, tales como eliminar grafitis y recoger basura, y asistirá a sesiones de orientación sobre violencia doméstica. ¿Es suficiente castigo por un 'incidente', tal y como denomina Brown a lo ocurrido? ¿Cuándo se va a terminar el circo de Chris Brown y Rihanna?
Asuntos Pendientes. ¿Cuántos tienes tú? En este blog recogeré mi punto de vista y breves reportajes sobre temas sociales y todo tipo de desigualdades, centrándome especialmente en la mujer.
Nací en Redondela (Pontevedra), en 1981. Soy doctora por la Universidad de Vigo (con la tesis 'El tratamiento de la violencia machista y la lucha por la igualdad en la radio pública. Análisis del programa 'Tolerancia Cero' de Radio 5. Propuesta de modelo'), Master en Radio por la Universidad Complutense de Madrid y licenciada en Publicidad y RR.PP (UVIGO).
Comencé en Radio Galega, en Deportes, y desde 2007 soy colaboradora de Radio Nacional de España. Actualmente trabajo en los espacios 'Abierto hasta las 2' (Radio 1), 'Tolerancia Cero' y 'Tendencias', ambos en Radio 5. Además, soy redactora del semanario Gente en Madrid desde 2006, en este momento cubriendo la información relativa a la capital.
En 2009 gané el premio Carmen Goes de Periodismo en la modalidad de Radio por un reportaje sobre la ablación que podéis escuchar en este programa de Tolerancia Cero.