Todavía recuerdo la revolución que supuso en mi vida la llegada del correo electrónico -con una cuenta de Hotmail, claro-, o el messenger, aquellos muñecajos verdes que un día me presentó mi ciber amigo Joe. Me pasaba horas en el aula de Informática de la Facultad, porque entonces lo de tener Internet en casa era todavía un pequeño lujo. Antes, en el Instituto, había pasado totalmente de las nuevas tecnologías. No me interesaban. ¿Un disquete? ¿Qué es eso?
Los emails y el chat pronto comenzaron a ofrecerme nuevas formas de comunicación con los demás. Me ayudaban a perder la timidez, porque digamos que una delante de la pantalla perdía la vergüenza. Era más fácil teclear las letras que vocalizar, sobre todo cuando había que sacar temas complicados.
Llegó la conexión con el mundo, repleta de ventajas, pero sí, nos ha hecho cambiar, hay que reconocerlo, para bien, y para mal.
Ahora, Facebook, Twitter, Tuenti y otras redes sociales, nos amplían todavía más el abanico de opciones para relacionarnos con el mundo exterior. Es más, tengo que reconocer que estas vías me han ayudado mucho en mis respectivos puestos de trabajo a la hora de encontrar a personas, cuando necesité informarme o también para adquirir contactos.
Lo que no aguanto es el uso exagerado que se hace de estas redes, publicando una entrada, o un 'tweet', o como se diga en cada caso, cada 20 segundos, para contarle a todos qué te está pasando: "Me acabo de comer un cocido", "Hoy el mundo es una mierda", "Me ha dejado Mari Pili", "Me ha salido un grano en la cara"... No sé, creo que a lo mejor lo que sucede es que no dispongo de tanto tiempo libre para estas cosas, o quizás ocurra que soy demasiado pudorosa o demasiado seca. La cuestión es que, lo respeto, pero me parece muy absurdo y hasta ridículo tener este hábito, con la de cosas importantes que se pueden realizar en ese tiempo invertido.
Pero los números, que me asustan, hablan solos. Según datos de Alexa, Google, Facebook, MSN, YouTube y Yahoo se encuentran en el 'top 10' de las webs más visitadas en Europa, al lado de otras como Wikipedia o Blogger.
Es más, Facebook se convirtió por primera vez durante toda una semana en el portal más visitado de EE.UU., entre los días 6 y el 13 de marzo, hace apenas dos meses.
Más datos que me impresionan. Dice ContacLab que cada día se reciben en España un total de 350 millones de emails. O lo que es lo mismo, cada uno de los 15,7 millones de usuarios de la web recibe diariamente 23 correos. Para abrir los mensajes, el 12% de los internautas emplea dispositivos móviles, como Smartphone, iPhone, Blackberry...
Y aquí viene mi reflexión: ¿Realmente queremos vivir tan conectados? ¿Disfrutamos con ello? ¿Somos conscientes de nuestra dependencia? ¿Es sano? Creo que, de vez en cuando, conviene hablar cara a cara, cerrar Facebook, Twitter, Tuenti, Yahoo, Hotmail, Skype... y apagar el iPhone o el aparatejo en cuestión, para convertirnos, aunque sólo sea durante unos minutos, en las personas que un día fuimos.
Publicado el 14 de mayo de 2010 a las 12:45.