En un post anterior os hablaba de Elena, una joven rumana víctima de la trata de personas en España. La ONG ‘Proyecto Esperanza' supuso entonces su mejor tabla de salvación para salir de aquella situación de explotación. Hoy charlamos con Iskra e Iris, dos de las mujeres encargadas de recibir a chicas como Elena en su primer contacto tras ‘la huida'.
ISKRA HORRILLO (H) |
Psicóloga en Proyecto Esperanza. Su función: apoyar y ayudar a los mujeres víctimas de trata en su recuperación, emocional, personal y psicológica. |
IRIS RODRÍGUEZ (R) |
Coordinadora del Área de Intervención Directa en dicha ONG. Su trabajo directo se centra en el departamento sociolaboral, en la integración social y laboral de estas personas. |
¿Cómo empieza todo?
R: Cuando las mujeres entran en contacto con Proyecto Esperanza, su primer acogida es en una casa de emergencia, donde permanecen durante mes o mes y medio, con la finalidad de que se recuperen física y psicológicamente. También las apoyamos en ese periodo de reflexión hasta que deciden si quieren quedarse en España o volver a su país.
Si la mujer dedice retornar permanece en esa casa de emergencia hasta que se le gestiona una vuelta segura. Si se queda, se le ofrece una segunda acogida en una casa de permanencia donde se desarrolla todo un plan de intervención con atención psicológica y otros servicios como el jurídico, para ayudarla si ha denunciado el delito o para regularizar su situación. Hay que tener en cuenta que la mayoría de ellas no tienen documentación, permiso de residencia o trabajo, y muchas de ellas ni DNI.
¿En qué estado llegan?
H: Tienen un estrés post-traumático, angustia, ansiedad, desconfianza por la situación que han vivido...
¿Existe cura a ese daño tan tremendo?
H: La recuperación existe, claro que sí, y llega cuando la mujer es capaz de encajar esta parte de su vida como su historia personal, y verla como una experiencia, como un aprendizaje, incluso. Cuando vienen lo sacan todo, pero no sólo la trata, sino una historia de vida impactante, con abusos, incesto, una serie de circunstancias muy dolorosas. Es el caso de una mujer sudamericana con 18 años recién cumplidos, que a pesar de todo miraba con optimismo al futuro, con la voluntad de cambiar su vida. Muchas de estas mujeres tienen la capacidad de vivir situaciones complicadas en la vida pero también de transformarlas en poder, en lucha...
¿Cuáles son las vías para poder regularizar su situación después de vivir esta tragedia?
R: Si llega a interponer una denuncia y colabora con la Justicia, ofreciendo información relevante, se le facilita un permiso de residencia que se puede dar temporalmente durante un año. También se le permite si presenta una oferta de empleo, y aquí llegan las complicaciones. No muchas empresas están dispuestas a esperar a que la situación esté en regla, siempre quieren a lo trabajadores de forma inmediata. Y ahora, por la crisis, las dificultades son mayores, especialmente en los Servicios, uno de los sectores que mejor se adapta a ellas.
¿Cuál es el perfil formativo de estas mujeres?
R: Muy variado, desde estudios universitarios a una información básica muy baja. Por eso una de las cosas que se potencian en esta ONG es la formación en ese tiempo de espera para poder regular su situación, adaptando su bagaje a las necesidades del mercado laboral.
¿Son más las que se van o las que se quedan?
R: Las que se quedan: un 70%. Tiene que ver con la capacidad de retomar sus vidas. Su principal motivación es un proceso migratorio de buscarse la vida. Lo que han vivido como víctimas de trata ha sido un paréntesis dentro de este proceso. Hicimos una evaluación de impacto hace un tiempo y nos encontramos con mujeres que habían pasado por Proyecto Esperanza. Queríamos conocer el impacto de este proyecto en su vida, cuál era su nivel de integración. El resultado fue positivo: muchas de ellas trabajaban, otras habían reagrupado a sus hijos.
P.D.: Pincha aquí para escuchar el programa 'Tolerancia Cero' dedicado a la trata de mujeres y a Proyecto Esperanza.
Publicado el 12 de mayo de 2009 a las 13:15.