Kässmann y Uriarte: obispos y políticos borrachos al volante
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El presidente de Nuevas Generaciones del Partido Popular y diputado del PP en el Congreso, Nacho Uriarte, de 29 años, presentó ayer su dimisión como vocal de la Comisión de Seguridad Vial de la Cámara Baja, después de dar positivo en un control de alcoholemia. Ocurrió tras un accidente que sufrió el pasado 19 de febrero en la calle Serrano de Madrid a eso de las 7 de la mañana. Se registraron 0,50 miligramos de alcohol en sus resultados, un poco más del doble permitido.
Dice que se trata de un "error humano" y que "asume su responsabilidad", pero el caso es que continúa en su puesto de portavoz adjunto del PP en la Comisión de Cooperación Internacional para el desarrollo y miembro de otras comisiones parlamentarias, entre ellas la Mixta, para el estudio del problema de las Drogas.
Fuera de España, desde Berlín, nos llega otra noticia similar. La presidenta del Consejo de la Iglesia Evangélica en Alemania (EKD) y obispo de Hannover, Margot Kässmann, presentó también ayer su dimisión de todos sus cargos eclesiásticos. ¿El motivo? El pasado sábado la policía la detuvo después de saltarse un semáforo rojo en Hannover y dar 1,54 miligramos de alcohol en sangre (triplicando lo permitido en Alemania).
Tanto Uriarte como Kässmann son humanos con todo el derecho a equivocarse, pero también deben tener presente en cada momento los cargos que ocupan, y ser doblemente responsables de sus actos al volante (y en otros ámbitos), como personas públicas que deben todo el respeto del mundo a los ciudadanos y fieles.
Entre estos casos, la ofensa de Rosa Díez a los gallegos, el 'dedo' de Aznar y el caso del párroco prostituto, comienzo a dudar de que la responsabilidad y el ejemplo sean una prioridad en la Política o en la Iglesia.
P.D.: Responsabilidad y ejemplo.
Publicado el 25 de febrero de 2010 a las 11:15.