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El temido sobre, ese que notifica tu futura mudanza a ninguna parte, cayó en el buzón de Asun Querol hace ya algunos meses avisándole del desalojo abortado finalmente el pasado día 8 en Sanchinarro, gracias al apoyo popular.
Ahora, esta mujer de 55 años, que sustenta a una familia de seis con su sueldo de 800 euros, espera que la próxima correspondencia de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo recoja una solución que le permita conservar su hogar a cambio de un alquiler bajo, de unos 300 euros. "La EMVS dijo una semana antes del intento de desahucio que la compañía se quedaría con la vivienda pero que Asun y su familia podrían seguir viviendo en ella pagando un alquiler de unos 325 euros al mes. Luego se echaron atrás y, el jueves, horas antes del desalojo, le plantearon un mes para pagar la deuda, que asciende a 22.000 euros. Es mentira que se le haya ofrecido otra cosa y que Asun no haya aceptado", aclara un portavoz de la recién creada Oficina de Apoyo Mutuo de Manoteras.
Lo que quiere Asun es renegociar la deuda, después de haber dejado de pagar las mensualidades durante tres años, al encontrarse en paro tanto ella como su marido Emilio Martín. "Hubo momentos en los que no podía ni comprar un litro de leche. Ahora llevo tres años trabajando en la lavandería de una residencia de mayores y puedo pagar, pero algo, unos 300 euros. En esta casa vivimos nosotros y, desde hace un año, mi hija Sandra, su marido y sus hijos, de dos y tres años. Sólo trabajo yo, y los mayores nos bastamos con un café negro, pero los niños necesitan leche, yogures... Encima mi yerno es gitano y le cuesta el triple encontrar empleo", explica la propia Asun.
Lamentablemente, el correo de los desahucios, con la EMVS o con cualquier entidad financiera como remitente, ha sido recibido por otros vecinos de la zona. "Tenemos otros seis o siete casos y llegarán más del propio bloque de Asun, en la calle Pintor Antonio Saura. La mayoría, como ella, vivían antes en Los Olivos, al lado de Valdebebas, antes de que les realojasen en estos pisos de protección oficial", añaden desde la OFIAM. "Lo cierto es que esto es una ruleta y nos puede tocar a cualquiera", concluye Asun. Así que, ojo al buzón. Más información: Ofiam.wordpress.com.
Publicado el 15 de febrero de 2013 a las 09:15.