Solidaridad a golpe de 'tweet'
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Casi 8.000 kilómetros separan el Colegio Alkor de la escuela de apoyo Praia de Xai Xai (Mozambique). A misma distancia se sitúan las realidades de unos y otros alumnos. Sin embargo, ello no impedirá que hasta el continente africano lleguen, procedentes de Alcorcón, los 5.500 euros necesarios para la manutención anual de 'la Escolinha', donde 210 niños reciben clases de refuerzo. Los responsables de la recaudación son diez alumnos de cuarto de la ESO, de los que partió la idea de llegar al tercer mundo. Agustín Suárez, su profesor de inglés, y Ana García-Trevijano, responsable del departamento de Orientación en el colegio Alkor, cumplieron su deseo contactando con la Fundación Khanimambo, que lucha por cubrir las necesidades de los niños en Xai Xai, capital de Gaza. Alcanzado el convenio, desde septiembre de 2010 se han organizado dos mercadillos solidarios, un concierto benéfico, varias charlas informativas en la Universidad Rey Juan Carlos y en el Ayuntamiento de Alcorcón.
La última gran idea, fraguada a través de las redes sociales, desembocó en una subasta en la que se pujó por objetos de famosos, como dos guitarras de Alejandro Sanz, un sombrero de Boy George (Philip Treacy), un cuadro pintado por Lolita Flores o una camiseta del Real Madrid firmada por Casillas. Lo sorprendente es que los propios alumnos contactaron con los artistas a través de Twitter. "Pensé que sería imposible, que no responderían a los tweets", explica Estefanía Suria, una de las alumnas integrantes del proyecto.
Estefanía, como el resto de sus compañeros, tenía entre sus planes viajar en julio a Mozambique para conocer a los niños de Xai Xai, pero finalmente no se hicieron con el patrocinio preciso. "Tenía ilusión, pero lo primero era conseguir el dinero para que estos niños puedan seguir estudiando y comer todos los días", apunta la estudiante. Sin embargo, ya pueden ponerse cara gracias a la conexión vía Skype que establecieron hace unos meses. "Ese momento me dio fuerzas para seguir adelante", aclara Suria. Gracias a este proyecto, explica Agustín, su profesor, "alumnos que suspendían han aprendido a tomarse la vida en serio. Además, sin su ayuda, los niños de Xai Xai estarían trabajando. Muchos de ellos son huérfanos del sida, y yendo a la escuela se les entrega comida para toda la familia".
Publicado el 17 de junio de 2011 a las 14:30.