Exposiciones universales, Olimpiadas, Campeonatos de Fútbol... Cuando una ciudad y un país acogen este tipo de eventos, la esperanza es beneficiarse de ellos, antes, durante y, sobre todo, después de su celebración. Se supone que estas citas, deportivas o culturales, echarán una mano en lo que a infraestructuras se refiere. También a la hora de crear puestos de trabajo entre los locales, digo yo.
Pero queda claro que algunos lugares necesitan más que otros ese impulso para salir adelante, para mejorar. Es el caso de África. Ahora, sólo queda soñar que todo lo bueno que pueda absorber Sudáfrica con el Mundial, se traslade rápidamente hacia arriba, hacia los lados, hacia el resto de este castigado continente.
Aunque, mientras soñamos, tengamos que ser conscientes de que un Mundial no hace milagros, y que la realidad africana es muy, muy compleja. Por eso estos días nos llaman la atención noticias como la que sigue: 'Asesinados por ver el Mundial'. Hablamos de Somalia, un país donde uno sólo puede seguir los partidos de fútbol de forma clandestina. De no hacerlo, uno se enfrenta a ser detenido, a pagar multas, e, incluso, como vemos, a la muerte.
"Advierto a todos los jóvenes somalíes que no vean los partidos, porque no es más que una pérdida de tiempo y dinero", declaró en rueda de prensa el jeque Mohamed Abdi Aros, portavoz de la milicia islamista Hizbul Islam.
Presuntamente, este grupo radical detuvo el pasado domingo a 14 adolescentes en Afgoye, a 30 kilómetros de Mogadiscio, simplemente por seguir el Alemania-Australia. Luego les torturaron, a base de latigazos, y les afeitaron la cabeza, según publican diferentes medios.
Es más, la emisión de partidos en radio y televisión ha sido censurada por Al Shabaab, otra milicia radical que incluso va casa por casa para castigar a los presuntos infractores.
Pero lo peor de todo es que también se han registrado víctimas mortales, como los dos adolescentes asesinados a tiros el pasado sábado por Al Shabaab, al encontrarse viendo el Argentina-Nigeria.
En otro ataque, al norte de Mogadiscio, murió otro hincha, herido de bala por los extremistas, que también secuestraron a otros diez jóvenes.
Según las milicias, se trata de seguir la ley islámica. Sólo por esta razón, dicen, queda prohibida la música, el cine y el entretenimiento en general. Y, ante esta situación, poco podrá cambiar un simple Mundial de fútbol.
Asunto pendiente: no a la violencia.
Publicado el 16 de junio de 2010 a las 14:15.