jueves, 21 de noviembre de 2024 22:46 www.gentedigital.es
Gente blogs

Gente Blogs

Blog de Patricia Costa

Asuntos pendientes

El 'freeganismo' se instala en Madrid, con o sin hambre cerca

Archivado en: freegan, comida, basura, hambre, alimentación, consumo responsable, excedentes excess, cocam, madrid

imagen

Reivindican "el sentido común", que no se tire comida en buen estado, haya o no hambrientos. Son los llamados 'freegans', plataformas como Comida basura o Excedentes Excess, que luchan por un consumo responsable, por dignificar el reciclaje de alimentos, y por una ley que proteja al donante. "Comida basura nace con la vocación de reciclar los excedentes alimentarios. Organizamos recogidas en los contenedores de basura y preparamos comidas populares con esos productos, poniéndonos en contacto con quien tiene menos recursos", explica Luis, miembro del colectivo, que ha celebrado sus últimas cenas 'recicladas' en Lavapiés, en 'Esta es una plaza' (C/Doctor Fourquet, 24).

Con las mismas intenciones, aunque trabajando a través del arte, nace Excedentes Excess, un proyecto desarrollado entre Madrid y Nueva York basado en el llamado 'carrito de mermas'. "Se trata de un contenedor en el que el comerciante deposita los excedentes. Tiene una tapa que se abre y que permite recoger la comida, sin intermediarios, como un dispositivo autónomo. De este modo, se evita que las personas tengan que ir a un sitio a decir, 'hola, necesito que me deis alimentos'. Eso exige autodefinirse como necesitado, con el estigma que ello supone", argumenta David Lanau, portavoz de la plataforma.

Pero el principal obstáculo de este carrito radica en el marco legal. "Intentamos plantear un proyecto de ley que permita esa dación de alimentos sin responsabilidad para quien los da. Pero queremos alejarnos de leyes como la que existe en EE.UU, la del buen samiratano, porque nuestra idea no es funcionar bajo el paraguas de la caridad", añade Lanau.

                

En la otra cara de la moneda, nos encontramos con Javier Ollero, presidente de la Federación de Comercio Agrupado y Mercados de la Comunidad, que regenta el puesto familiar de congelados en el mercado de Chamartín. "Debe haber acuerdos con quienes dispongan de recursos aprovechables, pero no se puede permitir que alguien recoja comida de la basura. En los mercados no donamos nada porque no hay volumen, pero sí que entregamos kilos de productos no perecederos en mercados como el de la Paz o San Fernando", aclara.

En cuanto a los supermercados, que rechazan hablar con los medios, un informe reciente del Ministerio de Agricultura asegura que sólo el 20,5% de éstos entregan productos retirados a ONG's locales o a bancos de alimentos. La cuestión de fondo parece la misma: la responsabilidad legal del donante.

Publicado el 7 de septiembre de 2012 a las 09:15.

añadir a meneame  añadir a freski  añadir a delicious  añadir a digg  añadir a technorati  añadir a yahoo  compartir en facebook  twittear  votar

Ahora toca aprender a comer

Archivado en: alimentacion, obesidad, nutrición, colegios, infancia, educación, dietas

'Palmera', 'Bollycao', 'Cañas', 'Phoskitos', 'Triángulos'... Son nombres que han formado parte de la infancia de todos o de casi todos. Mi bollo favorito era 'Mi merienda', un panecillo acompañado de chocolate, aunque solía hacer mi particular selección en función de la pegatina de turno o del regalo que ofreciese. También me gustaban los 'Donuts' y la 'Conchas' de Codan, y me peleaba por los 'Conguitos'. Mi madre, recuerdo, me prohibía comer este tipo de alimentos cada día, eran excepciones, aunque yo me hubiese comido tres o cuatro diarios.

Recuerdo, con mucha agonía, el momento del recreo. La mayoría de mis amigos, bollo en mano, me observaban con extrañeza cuando de mi bolsa sacaba mi merienda envuelta en papel de aluminio. Galletas tostadas, zanahorias peladas, jamón cocido en rollitos que mi madre llamaba 'tutús'... En el mejor de los casos, mi madre me metía 50 pesetas en la mochila cuando, por las prisas, no le daba tiempo a prepararme nada, y me decía que comprase un bocadillo -sólo podía ser de jamón y queso- en la tienda portátil que cada día dos señoras instalaban en el patio.

Recuerdo también, que un día me pudieron las ganas, y le robé a una niña sus 'Donuts'. Fue mi primer y único hurto, y jamás podré olvidar la bronca, aunque sólo contaba por entonces con 5 años.

Tardé, y mucho, en entender la manía de mi madre. Hoy, se lo agradezco, porque, aunque soy golosa como el que más, me ha ayudado desde entonces a controlar mi habitual problema de los kilos de más, que nunca han querido abandonarme.

Sin embargo, por desgracia, los padres no hacen tanto empeño por educar a sus hijos en la mesa, por enseñarles a comer, muchos de ellos inconscientes de lo que significa una buena alimentación, más allá de estar gordo o delgado, es decir, al margen de la cuestión estética y discriminatoria, que muchos niños con problemas de peso soportan entre las paredes del colegio. ¿Quién no ha escuchado alguna vez el cruel 'Gordo'?

Hoy, uno de cada cuatro niños tiene sobrepeso u obesidad. Para atajar esta situación, el Consejo de Ministros ha aprobado hoy el proyecto de ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición que pretende implantar hábitos más saludables.

La normativa prohibirá la venta de alimentos y bebidas en el ámbito escolar que no cumplan con una serie de criterios nutricionales, obliga a la industria a minimizar el contenido de grasas 'trans', y propone que sean los expertos quienes supervisen los menús escolares, que los padres conocerán de la mano del propio colegio. También habrá menús adaptados a alumnos con alergias e intolerancias alimentarias.

La ley introduce asimismo, y por vez primera, la prohibición de discriminación por razón de obesidad o sobrepeso, y está prevista la creación de un Observatorio de la Nutrición y el Estudio de la Obesidad. Ahora sólo queda que los padres continúen la tarea en casa.

Publicado el 3 de septiembre de 2010 a las 20:15.

añadir a meneame  añadir a freski  añadir a delicious  añadir a digg  añadir a technorati  añadir a yahoo  compartir en facebook  twittear  votar

Patricia Costa

Patricia Costa

Asuntos Pendientes. ¿Cuántos tienes tú? En este blog recogeré mi punto de vista y breves reportajes sobre temas sociales y todo tipo de desigualdades, centrándome especialmente en la mujer.

Nací en Redondela (Pontevedra), en 1981. Soy doctora por la Universidad de Vigo (con la tesis 'El tratamiento de la violencia machista y la lucha por la igualdad en la radio pública. Análisis del programa 'Tolerancia Cero' de Radio 5. Propuesta de modelo'), Master en Radio por la Universidad Complutense de Madrid y licenciada en Publicidad y RR.PP (UVIGO). 

Comencé en Radio Galega, en Deportes, y desde 2007 soy colaboradora de Radio Nacional de España. Actualmente trabajo en los espacios 'Abierto hasta las 2' (Radio 1), 'Tolerancia Cero' y 'Tendencias', ambos en Radio 5. Además, soy redactora del semanario Gente en Madrid desde 2006, en este momento cubriendo la información relativa a la capital.

En 2009 gané el premio Carmen Goes de Periodismo en la modalidad de Radio por un reportaje sobre la ablación que podéis escuchar en este programa de Tolerancia Cero.

Y en junio de 2013 el XV Premio Tiflos de Periodismo de la ONCE en la modalidad de radio por un reportaje sobre los recortes en la universidad.

Por otro lado, la Academia de la Radio otorgó a 'Tolerancia Cero' el premio Teresa de Escoriaza en febrero de 2014.

 

EN TU MAIL

Recibe los blogs de Gente en tu email

Introduce tu correo electrónico:

FeedBurner

Recibe este blog tu email

Introduce tu correo electrónico:

FeedBurner

Grupo de información GENTE · el líder nacional en prensa semanal gratuita según PGD-OJD