El Comercio informa que el vehículo de la ONG 'Sembrando Señor de Huanca' cayó a unos 200 metros, en la provincia de Calca, y que cuatro mujeres españolas mayores de edad, voluntarias de dicha institución, fallecieron en el siniestro cuando se dirigían a las ruinas incas de Huchuy Qosqo (Pequeño Cuzco).
También hay seis heridos, entre ellos el chofer del vehículo, además de los españoles Dolores Sánchez Pérez (64), Sergio Serra Barbera (33), Martha Diez (22), Alan Boluda (34) y Silvia Albert Cruzano (32).
Las fallecidas son, según este diario peruano: María José Such Rigla, Lidia Monjas Sierra (36), Lorena Guerrero Sevillano (27) y Zoraya Masías Gonzales.
En el accidente de Spanair en Barajas (Madrid), aquel 20 de agosto de 2008, fallecieron 154 personas. Este lunes, el juez que investiga el caso retoma las declaraciones del personal del servicio de emergencias y de mantenimiento de la compañía aérea. Estos nuevos testimonios, que quizás confirmen los 'fallos organizativos' que condujeron a la tragedia, se recogen al mismo tiempo que conocemos más detalles de aquel terrible día para tantas y tantas familias.
La caja negra ha sacado a la luz las quejas que tuvieron lugar en el interior de la cabina, debido a la presunta mala reparación para terminar con el calentamiento de la sonda de temperatura exterior RAT. Al parecer, los técnicos decidieron quitar el relé y emplear una bolsa de hielo para que el calor bajase cuanto antes en el dispositivo.
"La temperatura volverá a subir, es un parche lo que han hecho ahí", advierte una tercera persona al conocer la solución de los mecánicos.
"Vuela el avión. Me cagüen la mar. Vuélalo, vuélalo", pidió el comandante Antonio García Luna, según revela la Cadena Ser, en el segundo intento de despegue.
Estas son las imágenes que han visto y que han grabado recientemente los helicópteros de la Dirección General de Tráfico, y que recogen algunas de nuestras mayores 'perlas' en la carretera.
El hijo de Esther Rincón perdió la vida con sólo 22 años en el punto kilométrico 28,800 de la M-607, en la carretera de Colmenar Viejo (Madrid). Desde su fallecimiento, la obsesión de Esther, como madre, ha sido mejorar este tramo de carretera para evitar que otras personas mueran sobre el asfalto.
Para ello, entre otras cosas, decidió grabar un vídeo y explicar en imágenes el mal trazado de la curva en este punto negro. Mientras lo hacía, se encontró con un nuevo siniestro, aunque en este caso, afortunadamente, no hubo que lamentar víctimas personales. Por desgracia, este no ha sido el único accidente, ya que en menos de siete días se registraron tres en ese mismo lugar.
Ante estos hechos, la Comunidad de Madrid se ha comprometido a reforzar la señalización. Ya en enero la velocidad máxima indicada pasó a ser de 80 km/h.. Ahora, después de producirse más siniestros, el gobierno regional colocará bandas sonoras y su correspondiente señalización. Otro indicador recomendará que en caso de lluvia la velocidad se reduzca a los 60 km/h.. Además, en unas seis semanas comenzarán las obras para cambiar el asfalto de la vía.
Y mi pregunta es, ¿por qué siempre tiene que morir alguien para que se corrijan errores tan evidentes como este?
La aeronave de Ethiopian Airlines se estrelló a 3,5 kilómetros de la costa oeste libanesa, frente a la localidad de Na'ameh, con 93 personas a abordo. El avión, un Boeing 737, desapareció de los sistemas de radar cinco minutos después de despegar del Aeropuerto Internacional Rafik Hariri de Beirut--en torno a las 2:30 (hora local, 01:30 hora española)--. Algunas fuentes achacan el mal tiempo en Beirut como causa del accidente (incluso señalan que el aparato fue alcanzado por un rayo). "El tiempo, indudablemente, era muy malo", confesó el ministro Aridi en rueda de prensa desde. Sin embargo, otras fuentes aseguran que la nave pudo haber caído incendiada al mar, con lo que se reduciría la posibilidad de encontrar supervivientes.
Alrededor de medio centenar de los pasajeros son de nacionalidad libanesa (54), mientras que la mayoría de los viajeros restantes proceden de Etiopía (22). En el aparato también viajaban otros pasajeros de nacionalidad canadiense, rusa, francesa, iraquí y siria. Entre ellos se encuentra Marla Sánchez, la mujer del embajador francés en Líbano, Denis Pietton; y el ministro de Transportes libanés, Ghazi Aridi. Según naharnet.com, de momento han sido rescatados más de 20 cadáveres.
Por su parte, el presidente libanés, Michel Suleiman, consideró este lunes "improbable" que el accidente se trate de un sabotaje o de un ataque terrorista. El presidente de Ethiopian Airlines, Girma Wake, indicó que no tiene información de posibles supervivientes. "He contactado con las autoridades libanesas, que no han confirmado aún ningún superviviente", afirmó. En cambio, preguntado sobre si podría tratarse de un acto terrorista, dijo no tener "ninguna información en esa línea" por el momento.
EL DOLOR DE LOS FAMILIARES
"Deberían haber retrasado el vuelo una hora o dos para proteger a los pasajeros. Había fuertes relámpagos y escuchamos que los rayos afectan particularmente a los aviones durante el despegue", afirmó uno de los familiares en declaraciones a la televisión libanesa.
"Había mal tiempo, aunque no soy capaz de decir lo malo que era. Pero, por lo que veo, probablemente era manejable o de lo contrario la tripulación no habría despegado", replicó Girma Wake.
LA BÚSQUEDA
Patrulleras y helicópteros del Ejército libanés buscan los cuerpos a 10 kilómetros al sur de Beirut. Dos barcos se encuentran en el lugar del siniestro y un tercero está en camino. Además, hay dos helicópteros de la ONU. Otro de la Policía chipriota y otro del Ejército británico estacionado en Chipre también participan en la búsqueda.
PRECEDENTES
En septiembre de 1988, un avión 737 de Etiopía Airlines se estrelló después de despegar en Bahar Dar (Etiopía), tras un choque con una bandada de palomas. Perdió un motor y el segundo perdió fuerza cuando la nave intentaba regresar al aeropuerto, donde se estrelló intentando aterrizar. A bordo viajaban 105 personas. Hubo 31 víctimas.
El último gran incidente en que se vio implicado un avión de la compañía se produjo en noviembre de 1996. 125 de los 175 pasajeros y tripulantes murieron después de que el aparato secuestrado se estrellara en el mar cerca de las islas Comoras.
¿Realmente hace falta llegar hasta este punto para concienciar a los conductores? Tanto las campañas de tráfico, como las que luchan contra la droga, suelen ser impactantes, para provocar el efecto deseado en la población pero, ¿es necesario buscar una estrategia tan salvaje?
Me hago esta reflexión después de descubrir una campaña que llega desde Nueva Zelanda. En las vallas publicitarias de las carreteras aparece la imagen de un niño cuyo rostro brota sangre en días lluviosos. La valla recoge la lluvia y el agua se tiñe de rojo. El objetivo es transmitir a los conductores la idea: conduce con precaución en días de lluvia. Y comunican esta idea a toda costa, sin pensar en la crudeza que refleja para lograr la esperada conducción responsable.
La agencia de publicidad que ha tenido tan buena mano es BBDO Colenso. Lo mejor de todo: la campaña se puso en marcha en Semana Santa y los resultados en número de accidentes y fallecidos fueron positivos. Por ejemplo, en el distrito neozelandés de Papakura, uno de los lugares donde se colocaron carteles, no se ha registrado ninguna víctima en este tiempo.
Publicado el 9 de julio de 2009 a las 14:30.
Patricia Costa
Asuntos Pendientes. ¿Cuántos tienes tú? En este blog recogeré mi punto de vista y breves reportajes sobre temas sociales y todo tipo de desigualdades, centrándome especialmente en la mujer.
Nací en Redondela (Pontevedra), en 1981. Soy doctora por la Universidad de Vigo (con la tesis 'El tratamiento de la violencia machista y la lucha por la igualdad en la radio pública. Análisis del programa 'Tolerancia Cero' de Radio 5. Propuesta de modelo'), Master en Radio por la Universidad Complutense de Madrid y licenciada en Publicidad y RR.PP (UVIGO).
Comencé en Radio Galega, en Deportes, y desde 2007 soy colaboradora de Radio Nacional de España. Actualmente trabajo en los espacios 'Abierto hasta las 2' (Radio 1), 'Tolerancia Cero' y 'Tendencias', ambos en Radio 5. Además, soy redactora del semanario Gente en Madrid desde 2006, en este momento cubriendo la información relativa a la capital.
En 2009 gané el premio Carmen Goes de Periodismo en la modalidad de Radio por un reportaje sobre la ablación que podéis escuchar en este programa de Tolerancia Cero.