Víctimas yemenís de matrimonios y embarazos precoces
Archivado en: yemen, infancia, derechos, mujer, violencia de género, matrimonio
Me despierto con la noticia de que una niña yemení de 13 años ha fallecido tras sufrir una hemorragia genital tres días después de su boda con un adulto, por supuesto. Ocurrió el pasado 2 de abril en la provincia de Hayyat, según publica el Foro Árabe Al Chaqaeq para los Derechos Humanos, y confirma los riesgos físicos que suponen los casamientos prematuros.
Desgraciadamente, el caso de Ilham Mahdi Al Asi no es el único en este país de Oriente Próximo, sino que hay una larga lista de pequeñas, víctimas de estos crímenes. El pasado mes de septiembre, por ejemplo, nos daban otro nombre, el de Fawziya Ammodi, una niña de 12 años que también fue obligada a contraer matrimonio con un hombre que le doblaba la edad. La consecuencia en este caso ha sido más grave. Fawziya estuvo hasta tres días de parto antes de morir desangrada en un hospital, y su bebé también perdió la vida, tras un embarazo salvajemente precoz.
Son hechos duros, pero reales, que exigen que nos ocupemos de ellos y que trabajemos para proteger de una forma más eficaz los derechos de las niñas en especial y de las mujeres en general. Tenemos que luchar contra los matrimonios infantiles, contra la violación de los derechos de la infancia, y entregar a cambio educación. Esa será la única herramienta que nos servirá para anular la ignorancia de ciertas creencias, costumbres o tradiciones.
Más de la mitad de las niñas yemeníes (un 52%), especialmente aquellas que viven en zonas rurales, se casan antes de cumplir la mayoría de edad (entre 7 y 10 años), siempre con hombres mucho mayores y que, incluso, tienen más mujeres en su poder, según un estudio de la Universidad de Sana'a. Las menores suelen pertenecer a familias pobres que, 'cediendo' a sus hijas, consiguen el dinero que necesitan para sobrevivir o pagar deudas.
En 2008, una niña yemení de ocho años nos sorprendió a todos pidiendo el divorcio después de que su padre le forzara a casarse y a trasladarse a vivir durante dos meses en casa de su marido, de 30 años. Nayud Mohamad Naser consiguió llegar a un tribunal de primera instancia de la capital yemení en busca de ayuda y contar la violencia de género que sufría en su día a día. "Intentaba huir de una habitación a otra, pero me perseguía, me pegaba y hacía conmigo lo que deseaba sin que yo entendiera nada de lo que ocurría (..) Cuando me veía jugando también me golpeaba y me pedía ir al dormitorio", dijo la niña en el tribunal, según el diario ‘Yemen Times’. La buena noticia es que en este caso la justicia ordenó la detención del marido y del padre.
El Parlamento yemení, por su parte, ha intentado aprobar una ley para fijar la edad mínima para casarse en 17 años. La propuesta no salió adelante porque muchos argumentaron que violaba la 'sharia' o ley islámica. Los diputados pertenecientes a partidos islamistas han pedido volver a debatir en el Parlamento la normativa, que aún no ha sido promulgada por el gobierno.
Asunto pendiente: Luchar por los derechos de la infancia y de la mujer.
Publicado el 9 de abril de 2010 a las 10:30.