Asuntos pendientes

La gala final de Miss España 2009 se celebrará el próximo 18 de julio en Cancún (México). Será la primera vez en sus 49 ediciones que la elección tenga lugar fuera del territorio nacional. Y, un año más, me pregunto si los certámenes de belleza en general, deberían existir, y si aportan algo.

Supuestamente, se valoran otros aspectos de las candidatas, además del físico, como su inteligencia y elegancia. Pero, por un lado o por otro, el sexismo siempre termina en primera fila. Lo encontramos en las reglas de estos concursos, por ejemplo. La mujer con hijos o casada no podía participar hasta hace un par de años, el hombre sí.

Todavía colea la polémica de 2007, cuando la organización de Miss España descalificó a Ángela Bustillo, Miss Cantabria, por tener un niño. A partir de aquí, las cosas cambiaron y el requisito se eliminó. Pero en otros países la prohibición se mantiene.

Lo peor de todo es que las jóvenes aspirantes a estos certámenes llegan a hacer auténticas locuras para poder presentarse. El pasado 15 de enero, la Virreina Miss Tanga 2009, Edna Patricia Espinoza, de 24 años, murió en el quirófano tras un infarto. Pretendía reducir las medidas de su cintura para tomar parte en Miss Turismo Internacional.

Y si seguimos buscando ejemplos discriminatorios, podemos recordar el caso de Sophie Vouzelaud, primera dama de Miss Francia en 2007, rechazada luego en Miss Mundo por ser sorda. 

En la otra cara de la moneda, en Angola, nos encontramos la iniciativa del noruego Morten Traavik. En 2007 creó el concurso de belleza Miss Landmine Angola 2007, donde participaron 11 mujeres mutiladas por las minas antipersonales. El premio: una prótesis. Un poco morboso quizás, sí.

También hay que decir que los estándares de mujeres que nos muestran estos concursos se han ido ajustando a la realidad, a medidas reales, aunque queda mucho camino. Lo que sí es cierto es que en sus 49 ediciones, el concepto de belleza ha ido cambiando. Basta con comparar la imagen de Pepita Samper, elegida 'Señorita de España' en 1929, con la de Patricia Rodríguez, Miss España 2008.

Después de la guerra civil y la posguerra española, el concurso estuvo 25 años ausente, y no se retomaría hasta 1960. Entonces, el título de Señorita se cambiaría por el de Miss. Elena Herrera fue la primera Miss España.

Carmen Cervera sería Miss España en 1961 y 2ª Dama de Honor de Miss Universo; y Paquita Torres se adjudicó la corona en 1966. Un año después obtuvo en Niza el de Miss Europa y Miss Mediterráneo. Carmen Cervera llegó a Hollywood, y Paquita se convirtió en una cotizada modelo internacional.

Adentrándonos en los años 70, figuran nombres como el de Amparo Muñoz, que se hizo con el título en 1973, y participó en el certamen de Miss Europa. Fue 1ª Dama de Honor y Miss Universo 1974. Es hasta el momento la única española que ostenta este título, aunque renunció a él meses más tarde.

En los 80 aparecen mujeres como Juncal Rivero (1984), Remedios Cervantes (1986) o Raquel Revuelta (1989), que participó en Miss Universo 1990.

Esther Arroyo, Sofía Mazagatos, María Reyes, María José Suárez o Lorena Bernal se coronaron como reinas de la belleza nacional en los 90; y Patricia Yurena Rodríguez es de momento la actual Miss España. Pocos días le faltan a la canaria para abandonar su trono. Mientras, quizás sería bueno pensar si este certamen -como el resto- se merece la continuidad.

Publicado el 2 de julio de 2009 a las 11:30.