Alma: "Esta ha sido una oportunidad muy grande en mi vida"
Archivado en: reclusas, cárcel, acogida, Fundación Padre Garralda
Hoy pongo punto y final a la serie de posts sobre los pisos de acogida disponibles en Madrid para mujeres reclusas, ex reclusas y sin recursos, mujeres en riesgo de exclusión. Lo hago con la historia de Alma, una joven hondureña de 28 años, madre de un bebé de unos 8 meses, sin recursos para mantenerlo. Por eso es otra de las mujeres que vive en uno de los centros de la Fundación Padre Garralda.
Aquí lleva ya un par de meses. "Antes de venir viví en una residencia que se llama Tu casa, en Carabanchel, pero sólo podía estar seis meses. De ahí me fui a otra residencia en Pozuelo de Alarcón, aunque sólo estuve 15 días, porque no podía pagarla. Finalmente, la trabajadora social me habló de este sitio, me hicieron la entrevista y al siguiente día me trasladé", explica la joven.
Me habla de residencias de Cáritas y Servicios Sociales, su último destino después de más de dos años en España. "Tenía muchos sueños y planes cuando llegué aquí, al segundo día encontré trabajo, pero mi jefe me despidió cuando se enteró de que estaba embarazada. Y mi pareja tampoco me ha apoyado, ni económicamente ni como persona. No quiso saber nada del bebé", añade Alma.
Afortunadamente, ha encontrado el apoyo que precisaba. "Me apoyan en todos los sentidos: medicinas, gastos personales, del niño, comida, me ayudan a conseguir trabajo... Entras aquí y no tienes que preocuparte por nada. Tu preocupación es trabajar y ahorrar. Ahora sólo trabajo un día a la semana en servicio doméstico", aclara.
Su día a día... "Me levanto muy temprano, para cuidar a los bebés de las chicas cuando ellas se van al trabajo. Las tareas las repartimos, por la noche cocinamos y dejamos la comida hecha para el día siguiente, por ejemplo".
El fin de semana... "Limpiamos, hacemos la compra y a veces descansamos, vemos la tele, vamos al parque, a las tiendas, disfrutamos de nuestros hijos... Somos cuatro y nos sentimos como una familia, aunque la verdadera también nos hace mucha falta. Nos damos cariño, hablamos...".
"Esta ha sido una oportunidad muy grande en mi vida, un milagro, saber que exiten personas que dedican su tiempo a nuestros bebés y a nosotras mismas. Nos sentimos felices porque lo tenemos todo y estoy completamente agradecida", concluye.
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Publicado el 25 de mayo de 2009 a las 18:00.