Musulmanes, pero también madrileños
Fotografía: Chema Martínez
Más de 250.000 fieles de Mahoma residen en la región y muchos han nacido en ella. Pese a todo, continúa su lucha por integrarse en una sociedad que vuelve a establecer distancias.
"Los musulmanes suponen un peligro para toda Europa", "no se adaptan al común de la gente occidental" y tienden al "fanatismo". Estas opiniones, afortunadamente, no representan al total de la población española, pero son algunas de las ideas automáticas sobre esta religión recogidas a pie de calle, la mayoría fruto del desconocimiento y la falta de convivencia. Los atentados contra el semanario satírico 'Charlie Hebdo' y la tienda 'kosher' de París han despertado nuevamente los aires de islamofobia que comenzaron a respirarse tras el 11-S y, especialmente en Madrid, tras el 11-M. Unos aires que para nada tienen en cuenta que el islam forma parte ya de la realidad madrileña. "Se habla de nosotros, de los musulmanes, como si todos fuésemos gente de fuera, y no es así. Este es nuestro país", subraya Naima El Akil, de 30 años, nacida en la capital, licenciada en Derecho y Periodismo, y miembro de Achime (Asociación de Chicas Musulmanas de España). "Buscamos que la gente nos vea como parte integrante de la sociedad", añade.
Con ella coincide su compañera Hayer Salih, madrileña, estudiante de Educación Social y también musulmana. "Te ven con el pañuelo y te preguntan de dónde eres. Yo nací en España, pero hasta que no cuento que mi padre es de origen sirio, no se callan. Mi madre procede de Montehermoso, en Extremadura", aclara. Un estudio reciente de la Unión de Comunidades Islámicas de España (Ucide) y del Observatorio Andalusí, afirma que 9 de cada 10 nuevos musulmanes residentes en territorio nacional son españoles y, de ellos, más de la mitad ha nacido en el país.
Revela, por otro lado, que un total de 1.732.191 musulmanes viven en España, siendo Madrid una de las regiones con mayor población (255.088), por detrás de Cataluña y Andalucía. Pese a los datos, "siempre hay que dar explicaciones", apunta Fátima Lemalen, alumna de Trabajo Social y miembro de Achime. Sin embargo, lo peor no son las permanentes respuestas exigidas, sino "los ataques que pueda sufrir la población musulmana tras los últimos atentados. Es un momento de pánico que deja que estas cosas ocurran. Por eso creo que se debe actuar en los colegios, a nivel asociativo...", opina Lemalen.
Para los jóvenes musulmanes de la Comunidad de Madrid, hombres y mujeres, trabaja también la asociación Tayba. "La gran confusión es que todo musulmán es árabe, que todo árabe es musulmán, y que todo musulmán es malo. No todos los musulmanes son de origen árabe, por ejemplo, aquí tenemos a muchos españoles que antes eran cristianos pero que se han convertido", comenta Basma Rameh, secretaria de dicho colectivo, española y musulmana. Y erradicar confusiones como la que cita resulta imprescindible para normalizar al musulmán. "Ya desde el 11-M tenemos que aclarar que actos como los de París no están dentro de lo islámico. Actos que hacen que la gente tome más distancia con nosotros. Aunque yo quiero ser optimista", explica. Dentro de ese positivismo, su compañera Mariam Hamdi, argelina, estudiante de doctorado en Madrid desde hace 3 años pide, además, la responsabilidad de unos medios que poco o nada positivo cuentan del islam. Pero, como vacuna implacable contra la intolerancia, propone una única estrategia: "convivir con el otro" .
Publicado el 23 de enero de 2015 a las 07:30.