300 metros cuadrados de refugio disponibles para el "verdadero yo"
Durante prácticamente toda su vida, Jose María se ha visto obligado a dejar sitio para su "otro yo", un hombre heterosexual que durante más de dos décadas regentó un bar de copas. Porque, si su "otro yo" no hubiese contado con espacio suficiente, se habrían terminado los clientes y el sustento. Ahora, ya jubilado, y a sus 68 años, busca refugio para su "verdadero yo", un hombre homosexual que evita acudir a residencias o centros de día en los que jamás podrá confesar su verdadera orientación sexual. "Vivo en un pueblo del sur de Madrid y voy a un centro de mayores para practicar actividades como natación, gimnasia de mantenimiento o cursos de internet, pero allí estoy dentro completamente del armario, para que no me dejen de lado. Porque lo necesito, cuando te jubilas, la casa se te cae encima", confiesa.
Pero el de José María no es un caso aislado entre los 120.000 LGTB (Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales) mayores de 65 años que residen en Madrid, contabilizándose más de 70.000 que superan la barrera de los 80 y que viven solos. Por esta razón, la Fundación 26 de Diciembre, que lucha por la construcción de espacios físicos y sociales especializados en este colectivo, pondrá en marcha en Lavapiés un Centro Socioeducativo para evitar que personas como José María "se queden solos en casa por sentirse observados, intimidados o no comprendidos" en las residencias o centros de mayores hasta ahora disponibles, explica Federico Armenteros, presidente de la fundación madrileña.
El nuevo recurso se inaugurará en los próximos días en el número 27 de la calle Amparo, en una antigua vaquería. En el inmueble, de unos 300 metros cuadrados, "se organizarán las actividades que demanden los usuarios. También haremos un comedor solidario donde todo el mundo podrá hacer su aportación, limpiando, preparando el menú... Queremos transmitir la idea de que las personas no son inútiles. Aunque vayas en silla de ruedas, puedes hacer muchas cosas con las manos, como coser o cocinar", subraya. "También habrá terapia ocupacional, asesoramiento jurídico para el tema de herencias o pensiones, trabajo social para todo el tema de la Ley de Dependencia o educadores sociales", añade Armenteros.
Pero si acudir a un centro de mayores resulta violento para una lesbiana o para un homosexual, la situación se complica si hablamos de la atención a transexuales, "porque es todavía más acentuada la situación 'armarizada', por el hecho de la cuestión de la genitalidad y por la falta de documentación afín a la identidad", afirma Sonia, secretaria de la Fundación 26 de Diciembre.
Para cubrir las necesidades de unos y de otros nace este nuevo recurso especializado, que también podrán utilizar los mayores heterosexuales, "porque queremos que sea la diversidad quien eduque, no es exclusivo", matiza Federico. A él podrán acudir quienes busquen "un lugar donde hablar, donde comunicarse, donde leer, refugiarse... porque muchos de ellos no tienen a nadie", concluye Armenteros. La mayoría pasan sus días acompañados únicamente por ese "otro yo" que tanto les ha frenado, que tanto mal les ha hecho, un disfraz que les ha privado de libertad y del que ahora deben resarcirse.
Más información en la web Fundacion26d.org.
Residencia especializada en Miraflores
El Centro Socioeducativo de la Fundación 26 de Diciembre va unido económicamente a una residencia especializada en mayores LGTB que en apenas diez meses funcionará en Miraflores de la Sierra, en un antiguo hotel. "El dueño de ese establecimiento ha avalado tanto el centro de día como la residencia, que se financiarán a través de la banca ética, a través de Fiare", aclara Armenteros. La residencia tendrá capacidad para unos 40/50 apartamentos, unos 100 usuarios. Previamente, la Fundación solicitó al Ayuntamiento de Madrid un local para su centro, obteniendo un local en el Ensanche de Vallecas que rechazó por su ubicación.
Fotografía: Chema Martínez
Publicado el 21 de febrero de 2014 a las 09:45.