Una segunda oportunidad para Carla
Entramos en los Cuidados Intermedios del Servicio de Neonatología, en el Hospital 12 de Octubre de Madrid. Allí duerme Carla desde hace cinco meses, cuando llegó a este mundo pesando 460 gramos y con sólo veinte semanas de gestación. "Carla se adelantó mucho y necesitó leche donada hasta que su madre pudo amamantarla. También para coger peso, seleccionando leches específicas que le aportasen más calorías y proteínas. Estaba muy débil", recuerda Fernando, su padre, mientras practica el llamado 'método canguro', con ella en brazos.
Carla es uno de los casi 500 bebés que se benefician del Banco de Leche Materna ubicado en el Hospital 12 de Octubre desde 2007, el segundo de España -hay siete en total- y el primero que funciona dentro de una Unidad de Neonatos. Una instalación que ahora se ampliará para poner en funcionamiento un Banco Regional y dar así servicio a otros hospitales de la Comunidad de Madrid. Tras la remodelación, que se espera concluya a finales de año, realizada en colaboración con la Fundación Aladina, se proporcionará leche dos veces por semana a dos de los hospitales madrileños que atienden a prematuros por debajo de 1.000 gramos. Más adelante, el suministro se ampliará hasta llegar a dispensar 2.000 litros anuales, según las previsiones del Gobierno autonómico.
Abrimos ahora la puerta del laboratorio donde se procesa la leche. "Hay seis congeladores para la cruda, tres para la pasteurizada, aquí están los baños termostáticos, con este otro aparato conocemos su contenido nutricional...", explica Nadia García, neonatóloga del 12 de Octubre, responsable del Banco de Leche del hospital y vicepresidenta de la Asociación Española de Bancos de Leche Humana. "Este alimento se dirige a niños muy prematuros, que nacen con edad gestacional menor a las 32 semanas, o cuyo peso no alcanza los 1.500 gramos. También a los que sufren malformaciones cardiacas, digestivas, enfermedades metabólicas o los que han sido sometidos a cirugías", añade. El beneficio más demostrado reside en la prevención de 'enterocolitis necrotizante', una inflamación muy grave del intestino común en este tipo de recién nacidos
Para todos ellos resulta vital el alimento cedido por mujeres como Yolanda, madre de dos niños de 7 y 2 años a los que todavía amamanta, y donante del banco desde el nacimiento de su segundo hijo. La visitamos en su trabajo, una oficina ubicada en la calle Serrano. Sobre la mesa espera el extractor manual que cada día utiliza para obtener la leche que le sobra, congelarla y luego llevarla al 12 de Octubre en una nevera isotérmica. "He venido donando 375 mililitros, un vaso y medio al día, de lunes a viernes, porque el fin de semana estoy con mi hija y se la come toda. Es una experiencia única, no hay remuneración económica, pero sí gratificación a nivel emocional", confiesa. Gracias a ella y a otras 120 donantes anuales, que manejan un total de 1.000 litros de leche, entre 400 y 500 bebés salen adelante. Carla abandonará el hospital en unos días para conocer su nuevo hogar.
Publicado el 25 de octubre de 2013 a las 10:15.