"Lo grave es el contexto de sumisión"
"Te vamos a reventar la cabeza...". Esta frase, seguida de otros insultos, fue más que suficiente para que Elena decidiese abandonar su primer Colegio Mayor, víctima de unas novatadas fruto de las cuales necesitó atención psicológica. "Sufrió trato vejatorio, humillaciones, amenazas, maltrato y un desamparo total por parte de la dirección del centro", explica María, su madre. Ahora, el Consejo de Colegios Mayores Universitarios de España acaba de presentar un manifiesto contra las novatadas al que se han sumado universidades de todo el país, entre ellas Comillas ICAI-ICADE, la Complutense de Madrid y la San Pablo-CEU, comprometiéndose a implementar acciones de carácter "educativo, preventivo o sancionador" para eliminarlas, también aquellas "aparentemente inofensivas", independientemente de que se realicen fuera o dentro de sus recintos.
"Hay novatadas sencillas como el uso del usted para marcar distancia y superioridad, pero lo peor es cuando te llevan al parque y tienes que beber todo lo que te dicen los veteranos, muchas veces recibiendo insultos y en posiciones muy humillantes. Todos los años se da algún coma etílico", apunta Luis, estudiante de medicina en Madrid y víctima también de este cruel 'recibimiento' universitario. A la carta de posibles novatadas se suma obligar a comer comida de gato con las manos hacia atrás mientras a uno le rocían con alcohol.
En cualquier caso, siendo más o menos duras, todas tienen un punto común, tal y como subraya Fernando Torres, director del Colegio Mayor Juan del Amo durante los últimos ocho años: "todas se dan en un contexto de sumisión, y ese es el punto grave. La primera norma que se aprende es: del débil se puede abusar, ante el fuerte hay que humillarse y eso es tremendo". Pero la solución no sólo pasa por las sanciones. "Hay que transmitir el mensaje de que la novatada puede ser peligrosa, concienciar. Lo segundo, crear protocolos efectivos; y lo tercero, establecer debates entre veteranos, novatos, padres y directores de colegios", concluye Ana Aizpún, psicóloga y co autora de la investigación 'Novatadas. Comprender para actuar'. Con ella coincide Torres: "Yo apuesto por la expulsión definitiva, pero también por la educación y por convocar encuentros".
Publicado el 20 de septiembre de 2013 a las 10:00.