Todo el mundo sueña con vivir solo, algunos necesitan un poco de apoyo
Entramos en una vivienda de 40 metros cuadrados, un 'minipiso' con todos los accesorios necesarios para convertirse en hogar. Pero aquí no reside un único individuo, ni siquiera una pareja joven. Por este centro de entrenamiento pasan cada día decenas de personas con inteligencia límite o discapacidad intelectual ligera que se preparan para su independencia. "Todo el mundo sueña con vivir solo", explica Paula, usuaria de este centro en forma de casa gestionado por Adisli. Viene del supermercado, junto a Inés, David y otros compañeros, supervisados por Isabel Mateo, profesional especializada en vivienda y vida independiente.
"El objetivo es aprender a vivir en comunidad, buscar recursos del entorno y manejarse entre ellos. Uno de esos recursos es hacer la compra, comparar precios o comprobar que te han dado la vuelta adecuadamente", explica mientras les enseña a colocar en el lavavajillas las pastillas que acaban de comprar en un establecimiento cercano. "Hay que fijarse en los símbolos que aparecen en la rueda, luego le damos al botón de encendido", indica.
Mientras continúan con la clase, Gilda Ibeas, directora técnica de Adisli, nos enseña el resto del espacio 'Convive', una habitación donde les enseñan desde hacer la cama a organizar el armario, y un baño donde se trabaja la higiene personal. "Pretendemos que lleguen a socializarse al cien por cien y que lleven una vida sin depender del resto", subraya.
Para ello diseñan un itinerario personalizado valorando sus capacidades, el apoyo que necesitan y sus objetivos, tratando el autocontrol emocional o la autoestima. Este es precisamente el tema principal de la clase que acaba de comenzar en otro punto del centro, de nuevo con Isabel al frente, y con Jesús, Ernesto y Patricia sentados en las butacas. "A veces te rechazan, te discriminan, aquí me preparan para la vida", puntualiza esta última. La tarde finaliza en compañía del grupo formado por Juan, Dani o Yoli. Abrimos el cuaderno en la página 22, que explica cómo controlar los ingresos mensuales. "Gracias a Adisli me manejo mejor con el dinero, también en el transporte y hago amigos. Antes no me sabía defender", concluye Yoli. Pasamos página, debemos llegar todavía al capítulo de la independencia.
Fotografías: Rafa Herrero
Publicado el 14 de junio de 2013 a las 12:00.