"Si multan al cliente nuestra situación será más precaria"
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Vuelve el eterno debate, cómo frenar una actividad, una profesión, que no es delito en España. Algunos países optan por mejorar las condiciones de aquellas mujeres que deciden voluntariamente vender su cuerpo (que las hay, aunque mafias también y sobre todo), otorgándoles los mismos derechos que a otro trabajador, legalizando los burdeles. Otros, se centran exclusivamente en eliminar la trata, la explotación sexual, aprobando diferentes ordenanzas que pretenden disuadir a clientes y a meretrices mediante sanciones económicas, intentando así erradicar la prostitución callejera. En el aire queda la pregunta de cuál es la mejor opción.
De momento, ciudades como Barcelona, Badajoz, Alicante, Granada o Alcalá de Henares, prohíben a las prostitutas trabajar en la vía pública, multando también a quienes se interesan por sus servicios. Otros lugares como Albacete o Sevilla, sancionan también al cliente.
Madrid, por su parte, estudiará en el próximo Pleno del Ayuntamiento, previsto para el 26 de septiembre, una propuesta conjunta de UPyD y PSOE para poner fin a la prostitución en espacios públicos a través de una Ordenanza de Convivencia. La normativa, que piden esté lista en el primer trimestre de 2013, buscaría castigar únicamente al cliente, punto en el que todos los partidos están de acuerdo. En primer lugar, y atendiendo al planteamiento de la formación magenta, a través de trabajos para la comunidad o cursos de concienciación; y, en segundo lugar, si reincide, mediante sanción económica. Esta propuesta conjunta incluye también un primer punto para solicitar la aprobación del II Plan contra la Explotación Sexual 2012-2016.
Por su parte, la alcaldesa, Ana Botella, declaró esta semana que "cualquier acción que se lleve a efecto contra la prostitución sería mucho más eficaz si existiese una legislación nacional (...) Pero no se puede perseguir a la mujer o al hombre prostituido porque en un 90% de los casos no son libres".
Con ella coincide Rosa Nieto, presidenta de APRAMP (Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención de la Mujer Prostituida ), al señalar que "estamos a favor de la sanción al cliente y de una mayor protección de la víctima". Sin embargo, opina también que "la multa no es la solución, se queda coja. Hay que identificar a la mujer y apoyarla. Además, no podemos hablar de prostitución, sino de trata, que es un delito internacional donde hay muchos menores implicados; y creemos que lo que se recaude de esas multas debería invertirse en la formación de aquellas mujeres que quieran abandonar la prostitución y reinsertarse".
En la otra cara de moneda, Carmen Briz, portavoz de Hetaira, colectivo que defiende los derechos de las trabajadoras del sexo, sostiene que "presentar esa ordenanza es un acto de hipocresía brutal. Al no entrar en contacto con el cliente, ellas serán las únicas perjudicadas, no tendrán ingresos, y lo único que se conseguiría es que trabajen en peores condiciones. Además, si la prostitución no es algo ilícito, no entiendo la condena al cliente, porque si deseamos que no haya prostitución, lo único que necesitan es otro trabajo".
En primera persona habla a GENTE Elena (nombre ficticio), trabajadora del sexo desde hace 10 años en Villaverde, Casa de Campo y Alcalá de Henares, dejando claro que "no queremos molestar ni ser molestadas. Con Álvarez del Manzano se habló de acotar la prostitución en el Cerro Garabitas. Pero ahora no hay diálogo, no tenemos peso, y esa ordenanza lo único que traería sería una situación más precaria para nosotras".
Consciente de su realidad habla Isabel Rodríguez, portavoz de la Asociación de Vecinos del Barrio Universidad, que sufre la prostitución especialmente en calles como Ballesta o Desengaño. "Algunas de esas mujeres no tienen posibilidades laborales, hay que hablar más en serio, la prostitución está en el limbo del marco legal y la ordenanza sólo servirá para recaudar dinero".
Mabel Díaz, presidenta de la AAVV Residencial Resina, opina en cambio que la norma propuesta por UPyD y PSOE "permitiría a la policía luchar contra las mafias, mejorar la convivencia y la reinserción de las meretrices. Pero apostaríamos por multas más contundentes".
Publicado el 21 de septiembre de 2012 a las 12:00.