Nunca dejemos de caminar hacia adelante
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El mismo destino que me ha regalado una compañía excepcional durante los últimos seis años quiso llevarme a Oporto recientemente, de sábado a martes. Asuntos laborales provocaron este viaje. Allí está la gente de Ceroacero, la web especializada en fútbol donde colaboro desde 2011. Había que ponerse al día en cuestiones futbolísticas relacionadas con la Eurocopa (tuvimos un ‘minuto a minuto' sensacional de los partidos Portugal-Alemania, Italia-España y Francia-Inglaterra) y conseguí exprimir los ratos ociosos para seguir conociendo los infinitos rincones de esta preciosa ciudad, marcada por una gran historia y llamativos contrastes en un entorno privilegiado.
Ya fuese en solitario o acompañado por mi querida Filipa Gonçalves, que también me llevó a Matosinhos o en un ‘viaje relámpago' a conocer Braga, me he enamorado de esta ciudad portuguesa que tanto me recuerda a mi tierra, a Vigo, a Galicia. Como en anteriores ocasiones, decidí hacer un poco de deporte matinal bajando desde el hotel hasta Canidelo, recorriendo su costa, viendo el mar y sintiendo la presencia de la naturaleza. El hombre y la naturaleza. Sonaba ‘Walk' de Foo Fighters, un tema perteneciente al fabuloso ‘Wasting Light'. Sus acordes iniciales y las primeras palabras de Dave Grohl eran tan sentidas como las olas que rompían contra las rocas. Nunca dejemos de mirar hacia delante.
Publicado el 14 de junio de 2012 a las 09:45.