Muchos artistas desconocen la autocrítica. No es el caso de Juan Manuel Álvarez Puig (Barcelona, 1972). Shuarma reconoce el concepto y lo desarrolla. Con 'El Poder de los frágil', su segundo disco en solitario', el ex líder de Elefantes ha reubicado su estilo, con una energía reivindicativa. Le pillamos en una terraza madrileña y la conversación florece como la primavera. El día 6 de mayo actúa en la sala El Sol (23:00 horas) durante uno de tantos conciertos para presentar el álbum.
Las críticas de esta gira han sido muy positivas, ¿cómo están funcionando los directos?
Está yendo muy bien. Es un disco que recuerda mucho más a Elefantes por su sonoridad y creo que al público eso le gusta. Además, los directos son muy energéticos, he vuelto a reunir una nueva banda que siento casi como una familia y estamos haciendo unos directos muy fuertes. Por ahora, todo está funcionando muy bien.
Has dado en el clavo. ‘El poder de lo frágil' recuerda al Shuarma de Elefantes, circunstancia poco visible en el anterior disco ‘El Universo'. ¿Ha sucedido de forma habitual o ha sido una especie de vuelta al pasado?
No, bueno. En ‘El Universo' quise hacer lo típico que nos pasa a todos los que dejamos un grupo: querer ser otro de alguna manera. Lo hice. Grabé en África, Inglaterra, con músicos distintos y eso me dio otro resultado. Para mí fue fantástico, pero al público le despistó mucho. Era como "¿Y ahora qué hace éste?". Con este nuevo disco, parece que, después de haber roto con ‘El Universo', he vuelto a casa. A trabajar como solía hacerlo y a la sonoridad natural mía, la que tenía con Elefantes, cuando me encargaba de la composición y de todo el aspecto musical. Por eso, ‘El poder de lo frágil' suena mucho más a Elefantes que mi anterior disco en solitario.
Entonces, ¿qué hay del Shuarma de Elefantes en este álbum y qué vemos del nuevo Shuarma visible tras el ‘El Universo' dentro de este disco ‘El poder de lo frágil'?
Pues no lo sé, porque no sabría separar tan bien. El Shuarma de Elefantes es el mismo de ahora. Sólo pertenece a períodos distintos. Siempre que he hecho un disco me he dejado la vida en ello, he hablado de las cosas que para mí eran importantes en ese período de tiempo y lo he intentado hacer con la mayor de las transparencias. Lo que sí es que, dependiendo de la época, vistes las canciones de una manera o de otra. Ahora, estoy en una época muy reivindicativa, me recuerda mucho al principio de Elefantes, esa idea de querer luchar a capa y espada. Te da igual lo que opina todo el mundo. Tu energía es como una fuente inagotable. Siento que estoy volviendo a empezar algo y siento esa energía del músico que empieza. La disfruto muchísimo. Y me hacía mucha falta.
¿Qué viaje vital has emprendido desde ‘El Universo' hasta ‘El poder de lo frágil'?
Creo que me reubicado. Cuando dejas un grupo con el que llevas tiempo y con el que has conseguido cosas, tienes que caer de esa nube. Con ‘El Universo' hice algo especial, me fui a Formentera, fue algo bastante onírico. Éste ha sido de "aquí estoy, qué es lo que ocurre", también con toda la crisis, el estado actual de la música, cosas geniales o difíciles que me han ocurrido... Todo eso también me ha hecho sentirme frágil, por eso el título, pero sentirme frágil me ha otorgado mucha fuerza. Yo quiero moverme de aquí, luchar como un loco porque esto es mi vida. Estoy en esta lucha, que es lo que más me gusta del mundo.
En los apartados de la creación musical y de la producción, ¿has experimentado o has tirado por el camino conocido?
No, éste es el primer disco que he producido. Mi idea no es ser productor, tengo bastante con la composición, pero es un disco que pone los cimientos de mi carrera en solitario y creo que nadie mejor que yo para pilotar la nave en este momento. Creo que este es mi álbum número 12 y 13 y era un buen momento para poner en práctica todo lo aprendido, después de haber estado con productores fantásticos que me han enseñado un montón de cosas.
Elefantes tenía un gran legión de fieles seguidores. Muchos de ellos se han unido a tu causa en solitario. ¿Notas esa sensación? ¿Aprecias la llegada de un público nuevo con estos dos discos?
Con el disco anterior vino mucha gente nueva. Sentí mucho cariño y mucho público nuevo, distinto. Ahora, estoy notando ese público nuevo, que no conocía muy bien mi carrera con Elefantes, y también que muchos seguidores de Elefantes se vuelven a identificar con este disco. Están volviendo. Es una sensación bonita, porque te reencuentras con parte de tu público.
Shuarma se está reubicando musicalmente en un período extraño para el mundo de la música. ¿De qué manera te afecta esta situación y qué salidas observas al problema?
Ahora mismo hay una contradicción. El momento a nivel de medios muy difícil, complejo y complicado. Sobre todo en las radios. Es muy difícil que se apueste por algo nuevo. Los productos de calidad están un poco arrinconados. No quiero decir que todo lo que suene no sea de calidad, pero sí hay una carencia de calidad. A la par, hay una cantidad de oferta musical grandísima y maravillosa que echo de menos en los medios de comunicación. Tienes que buscar mucho para encontrar esos productos tan buenos. Me gustaría que hubiese más cabida para los proyectos nuevos. Afortunadamente, a los que nos gusta la música existe una cantidad de grupos y de oferta musical muy digna.
¿Hará falta mucho tiempo para el negocio llegue a un destino común?
Sí, creo que hará falta mucho tiempo para transformar esta situación, pero también creo que en estos momentos de crisis aguda, la creatividad florece. Ahora, mucha gente está haciendo sus mejores discos. Son momentos muy difíciles y hay que poner toda la carne en el asador. Cuando estás bien y todo es muy cómodo, hay una tendencia a relajarse. Si las cosas son difíciles, tienes que dar lo mejor de ti y eso al mundo del arte y de la cultura le sienta muy bien.
Publicado el 4 de mayo de 2010 a las 14:30.