Iván Ferreiro, de cantante a artista
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La distancia temporal relativiza las emociones o les otorga su verdadero significado. Han pasado más de dos semanas desde que Iván Ferreiro, actuando como un verdadero ‘mentiroso mentiroso', compartió la última noche en mucho tiempo con sus benefactores (dicen que en 2009 toca reposo aunque eso, si viene de su persona, no lo tengo muy claro). Numerosas fotos como éstas o múltiples vídeos cuya apreciación técnica poco importa al rememorar nuestra presencia por esos lares sirven de estímulos a retinas, subsconscientes y cantores incontrolables. Antes sólo se podía recurrir al pensamiento. Ahora, éste se satura, pero regresemos a la senda adecuada.
Durante más de dos horas, Iván, como paisano me tomo ciertas confianzas, describió tantos estados de ánimo como canciones quiso interpretar, junto a una banda poderosa, nunca tan adecuada para magnificar su nuevo concepto musical: 16 temas en los que juguetea con los sonidos, ofrece todo tipo de referencias líricas y muestra textos brillantes,cuentos escritos con esa realidad ficticia que nos envuelve. ‘Jet Lag', ‘Rocco Sigfredi', ‘NYC', ‘La canción del no', ‘Magia', ‘Canción humeda'...y ¡Personalidad múltiple! La mejor constatación de que somos muchos seres en uno. ¿Tú también Iván?
A finales de 2003 se acabaron ‘Los Piratas', donde nuestro artista era cantante y compositor de la mayoría de las composiciones. La evolución 'piratera' desembocó en una vertiente electrónica tras el recorrido pop-rockero de toda una década. Ya por aquel entonces, los cariños artísticos profesados por sus seguidores eran proporcionables a la irritación que provocaba en el otro lado de la balanza. Que si no tiene voz, críticas a su forma de moverse allá arriba... Respetable. Personalmente, sigo en el otro lado de la balanza. Fiel a sus orígenes, Iván sigue rescatando temas antaño, porque hicieron muchos y muy buenos. Durante la velada en Vistalegre, ‘Inerte' (incluido en ‘Relax', 2003), ‘El equilibrio es imposible' (de ‘Supersónica', 2001) y...¡Promesas que no valen nada! "Prometo no mandar más cartas y no pasar por aquí". ¿Cómo sigue?
El señor Ferreiro ha conseguido solidificar una carrera ‘personal' mediante un inicio inesperadamente impactante (‘Canciones para el tiempo y la distancia, 2005), pruebas experimentales (‘Las siete y media', 2006) y un último paso discográfico valiente, verdadero. En su interior, una de mis grandes obsesiones...
Ese contacto tan cercano por Internet con los fans, una visión inteligente sobre la piratería (te puedes descargar ‘Mentiroso mentiroso' y su versión en directo a través de su web) o la actitud de tipo normal allá donde va le otorgan un plus callejero entre tanto creído. Antes de irnos, un fiel reflejo de las dudas. ¿Quedarse o marcharse? Feliz descanso y deseos de creatividad abundante, paisano.
Publicado el 3 de febrero de 2009 a las 12:30.
