Archivado en: Devotchka, Nick Urata, Pequeña miss sunshine, How it ends
Devotchka. Una explosión de colores sonoros, acompasada por los registros vocales del risueño Nick Urata. Elegantes en las formas, ofrecen un paseo por las costumbres musicales de medio mundo, propiciando que cualquier oído sensible se deje llevar como los rodeadores ante el flautista de Hamelin. En ruso, "muchacha". Ellos llegan desde Denver. Parece mentira. Cuando estuvo en El Sol (Madrid) en enero de 2008, Urata echaba mano de vez en cuando a una botella de vino tinto para brindar sin copas ante el respetable y manejaba sus cuerdas vocales como un titiritero juega con sus muñecos, empapando de tristeza, jolgorio o nihilismo cualquiera de sus palabras. Hacía sonidos onomatopéyicos que fortalecían las canciones, consiguiendo de los presentes que los repitiésemos hasta la saciedad, silbando cuando era menester y manejando tanto las dos guitarras como esa preciosa mandolina llamada bouzouki.
A su lado, el theremin suponía un toque psicodélico en el instante preciso. A su izquierda, sobre el escenario, Tom Hagerman alternaba el violín con el acordeón, acelerando y deteniendo los tempos mediante su virtuosismo, sin ofrecer una sola mueca afectiva. Lo suyo era tocar, sin prestar atención a los elementos externos. A la izquierda de Nick, Jeannie Schroder, tan dueña del contrabajo como amante de una espectacular tuba, decorada con flores luminosas. Al fondo, bajo el cartel de la sala, se encontraba el rubio Shaw King, que a simple vista podría formar parte de cualquier banda conocida de brit-pop. ¿Su labor? Acariciar la batería, evocando en mi mente ciertos vínculos con Arcade Fire, poner el sabor exótico con la percusión y levantarse para, junto a Tom, soplar la trompeta.
Estos cuatro magníficos, con permiso de Jeannie, ratificaron ese estilo ecléctico, magnificado por la calidad de ese álbum llamado 'How it Ends', que se hizo popular a través de la banda sonora de 'Pequeña Miss Sunshine'. Pop, rock, folk, punk, influencias sonoras de Europa del Este, de los ambientes parisinos, mexicanos, algún vals… Tocan muchos palos y varios ejemplos ratificaron el gracioso rompecabezas. El western folk-rcokero en 'The Enemy Guns', la evocación de quien escribe a las composiciones de Yann Tiersen como 'Charlotte Mittnacht', un caja de música llamada 'Two Tired', el rollito mariachi de 'We are leaving', las texturas ambientales reconocibles en 'This Place is Hunted', a lo Simon & Garfunkel… La interminable 'Such a lonely thing' puso la guinda a aquel enérgico sarao. 'A mad and faithfull telling' es lo último de esta banda prodigiosa. 'Transliterator' es puro Devotchka. En breve, volveremos a vernos, Nick. Si puedo, te daré un abrazo hasta dejarte sin aliento...
Publicado el 15 de abril de 2009 a las 15:15.