A mediados de mayo, Iván Ferreiro publicó su último trabajo discográfico 'Picnic extraterrestre' , el cuarto de una consolidada trayectoria en solitario que observa a lo lejos aquella incipiente popularidad como vocalista de Los Piratas.Aquí, la primera parte de una extensa conversación telefónica con el artista gallego de 40 años.
He escuchado el disco un montón de veces, lo he visto en directo, me gusta mucho, pero no le encuentro una definición. ¿Cuántas escuchas hacen falta para captar la esencia de este 'Picnic extrarrestre'?
Creo que depende de cada uno. A alguna gente le entra de forma muy fácil y a otros les parece más difícil de los demás. Oigo las dos opiniones. Para mí es muy complicado definirlo, pensé que era el disco más fácil de escuchar que había hecho, pero eso ya se verá...
¿Uno se convierte en oyente de sus canciones cuando las elabora o no llega a eso?
No, yo sé la parte del autor, escucho la canción muchas veces mientras la hago hasta que la grabo y la dejo más o menos plasmada. Ahí, ya le meto tres o cuatro escuchas y después las sigo escuchando mientras las toco. Por eso, mi relación con ellas es totalmente distinta. No sé si soy un buen oyente, no lo tengo muy claro. Tampoco soy un tío que esté escuchando música todo el rato. Empleo mucho tiempo en ver cine, leer y en otras cosas que no sean utilizar los oídos todo el rato.
Existe un gracioso mito sobre los músicos. Dicen que dejáis de escuchar el álbum cuando se publica porque los excesos durante la etapa previa. Con tocarlo en los directos basta, ¿no?
Efectivamente. Hace mucho tiempo que no lo escucho. Escuché la copia cuando me la dieron, para ver si sonaba bien antes de ir a las tiendas, pero fue una escucha técnica antes de que se publicase. Lo escuché en mi ordenador con mis casos para ver si estaba correcto y dije "todo bien, ¡chao!".
Iván, ¿cuál es el sitio más raro donde has compuesto?
¿Componer? En el Sáhara. Quizá sea el sitio más raro donde he compuesto. Estuvimos allí hace un tiempo. Hicimos media canción y aún habrá que terminarla...
¿Y el sitio más raro donde he escuchado tus canciones?
¡Bufff! No tengo ni idea. Para mí siempre es muy raro escucharme, ¿sabes? Si uno va a hacer cosas, por ejemplo, al supermercado y te escuchas, te sientes un tanto extraño.
Los admiradores de Iván Ferreiro llevan el 'muy' por delante. Tienes un público muy fiel. ¿Notas que la gente se acerca a ti de alguna forma especial?
Creo que tengo unos fans muy respetuosos, muy educados. Son gente a la que la música le provoca emociones, que quiere charlar conmigo y en general son gente muy maja. Lo que les define es que es gente de muchas edades distintas y que se acercan simplemente para charlar un rato. Gracias a Dios, no vivo eso de que me vengan 'fans' gritándome. Se acerca mucha gente y son siempre muy amables. Me encanta el público que viene a verme y quiero cuidarlo.
Este resultado se entiende porque uno descubre que Iván Ferreiro, a través de su música y su actitud, humaniza un poco la profesión. ¿Hay mucho divismo en la música?
No, no necesariamente. Sólo hago las cosas como debo o necesito hacerlas. Con normalidad. También es una forma de sobrellevar un montón de cosas que no son normales en este trabajo, porque hay cosas de locos...
¿Por ejemplo?
El hecho de que te atiendan tanto es una cosa un poco extraña. Hay gente que se pone las gafas de sol y se protege. Yo intento llevarlo con la máxima naturalidad posible, comportarme sobre el escenario de la forma más natural y quizá ésta es una forma de protegerme, de alguna manera.
Volviendo a las canciones de 'Picnic extraterrrestre' o a los temas en general de Iván Ferreiro, ¿siguen un patrón habitual desde su nacimiento hasta que ven la luz?
Pues no sé, cada una sale de una manera. A veces tengo una idea toda entera y la plasmo. Otras veces, tengo un poco de música. Luego, Pablo y Amaro le añaden un poco más. Hay muchas fórmulas y no me atengo a ninguna. Simplemente, cada canción viene como viene y voy tirando. También me pilla en momentos distintos, una en un hotel, otra en casa...
¿Tienes canciones guardadas a la espera de que tomen forma?
No, no te creas. No tengo sobreproducción. Hay canciones que se quedan en el tintero porque, directamente, creo que son malas. Y las que tengo mejores son las que enseño.
Te he escuchado decir una vez que el disco es un viaje por las emociones que uno experimenta durante un día, ¿cierto?
Sí, esa es la idea que teníamos al principio, conseguir que hubiera muchas emociones distintas de muchos momentos diferentes del día. En lugar de plantearlo como algo que pasa en un año, lo haríamos como algo que pasa en un día...
¿Cosas que te pasan a tí o que nos suceden a todos?
A todos. No hablo nunca de nada concreto mío. Nos parecemos mucho todos y tenemos muchos problemas parecidos. Nosotros vamos hablando de cosas, nos sentamos Amaro y yo, un día nos apetece hablar de esto, otro día de aquello... A veces son cosas 'freaks', empezamos hablando de una cosa y terminamos con otra. Tampoco tenemos tanto control sobre nuestro trabajo.
Entonces, los artistas no son seres que aparecen con la interpretación adecuada de la vida ni nada parecido...
No, es mucha 'comedura de tarro' todo el rato. Es parte del trabajo. A veces, esto desgasta un poco...
¿Es una rasgo inevitable que forma parte de tu personalidad?
Claro, es inevitable. Está dentro de uno...
Iván Ferreiro habla con fuerza y sin pelos en lengua durante 'Picnic extraterrestre' cuando habla de 'cerdos ignorantes, sois unos hijos de puta' en 'Fahrenheit 501' o si nos remitimos a la 'Canción jurídica'...
Hombre, trato de hacer las canciones y llevarlas al extremo en muchas ocasiones. Mientras que hay bandas que llegan a un extremo puramente sonoro, prefiero llegar a un extremo verbal. Que las letras tengan una carga muy fuerte, que sean casi como guitarras distorsionadas, pero que sólo sean palabras. Que las letras sean lo más fuerte de toda la canción, más fuerte que ninguna guitarra que puedas tocar. Están hechas para contarte una historia de una forma muy contundente. Algunas como ‘Farenheit 451' son un poco violentas y otras que son más amables, hablan de cosas hermosas...
¿Existen similitudes con ‘Mentiroso mentiroso' para darle un sentido al álbum dentro de tu discografía?
Creo que 'Picnic extraterrestre' es distinto. Son los demás los que van a definir si es distinto o no, pero creo que es diferente a 'Mentiroso mentiroso' en muchos aspectos. No sé, estoy en el principio de algo o en el final de algo. Nunca se sabe lo que va a pasar con las canciones y cómo vas a grabar al año siguiente. Voy tirando e intentando hacer las cosas lo mejor que pueda.
Hablemos de tu voz. Siempre ha sido un rasgo inconfundible de Iván Ferreiro como artista, cantante y compositor. ¿Qué otros rasgos creen que son tan visibles como éste en tu música?
La verdad es que no tengo ni idea. Uno no sabe como empezar a definir ciertas cosas. La verdad es que me sorprende que la gente venga a verme. Si me pongo a analizar estas historias me volvería loco. Por eso, prefiero no analizar lo que no entiendo y dejarlo pasar...
Con el paso de los años y los discos tengo la impresión de que has experimentado nuevos caminos con tu voz hasta el punto de llegar a recitar, a contar historias más que cantar sobre buenas melodías...
Trato usar todo lo que tengo y trato de usarlo de una manera distinta cada vez. A la hora de cantar, intento buscar otros registros porque cantar en otros 'sitios' siempre es más divertido. Cada año que pasa trato de que lo que canto, la letra que canto, esté mejor construida, en algunas casos tenga un grado más de profundidad, en otros un grados menos o lo que sea. Pero, realmente, no pienso mucho a nivel técnico sobre las cosas, más bien las hago, trato de escribir, de ver qué sensaciones queremos transmitir y muchas veces ni siquiera soy consciente de que uso la voz de forma distinta o si la uso igual. El tema de la voz es un tema que te toca, no es mérito mío, es algo que me regalaron, como un pincho cuando te ponen una cerveza. Trato de utilizarla lo mejor que pueda, experimento con ella y tengo claro que tal y como suena hay gente que la detesta absolutamente. Es absolutamente normal.
Si fuese una voz neutra no estarías haciendo música...
Supongo, supongo (risas). Esa es la conclusión a la que he llegado.
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Publicado el 17 de junio de 2010 a las 10:15.